Faltan horas para que el Consejo de la Magistratura quede en una situación de virtual parálisis. A la medianoche de hoy es el deadline fijado por la Corte Suprema para que la Cámara de Diputados trate el proyecto de ley de reforma del organismo que aprobó el Senado.
En diciembre pasado, la Corte Suprema se pronunció sobre el tema clave del organismo que administra el Poder Judicial. Fue cuando dictó el fallo que declaró inconstitucionalidad la actual integración del Consejo y cuya función clave es designar, sancionar y remover a los jueces de la Nación. En la sentencia, la Corte fijó un plazo 120 días para haya una nueva ley para reformular el Consejo de la Magistratura. De lo contrario, ordenó que se restituya el esquema previo a 2006, con la composición de 20 miembros y la presidencia a cargo del juez supremo Horacio Rosatti. Ese plazo vence hoy a la medianoche.
Tanto en la bancada del Frente de Todos, que conduce Germán Martínez, como en la Casa Rosada, argumentaron esta semana a elDiarioAR que “no había tiempo” para discutir la iniciativa que pasó por la Cámara alta el jueves pasado, aunque detrás de escena la situación es más compleja: el kirchnerismo no cuenta con el número suficiente de votos y la oposición en tándem anticipó que no acompañará el proyecto oficial que excluye al máximo tribunal de integrar el cuerpo encargado de nombrar y remover jueces.
Como si fuera el cuento de la Cenicienta, a partir de esta medianoche, el esquema hasta hoy vigente de 13 miembros del Consejo de la Magistratura carecerá de legitimidad legal. La Corte había definido que, vencido ese plazo, todas las acciones que se hagan en Consejo serán nulas.
Con el plazo de la Corte cumplido, la pregunta es cómo seguirá el funcionamiento el Consejo de la Magistratura. Para abrir el paraguas, esta semana, el mismo Consejo aprobó un cambio del reglamento por siete votos contra cinco para que autorice al presidente del cuerpo, el juez Alberto Lugones, a tomar decisiones administrativas y presupuestarias. Lugones, con el apoyo del oficialismo y aliados, argumentó que esa medida era una salida para que “el Poder Judicial no se pare”. Pero desde el Poder Judicial cuestionan la medida y no se descarta que la Corte vuelva a intervenir. En el mejor escenario para que extienda el plazo que vence esta medianoche.
¿Qué se juega aquí realmente? Alrededor del mundo, los consejos de la magistratura deben negociar permanentemente dos valores importantes y en tensión: la independencia de los jueces pero también su responsabilidad ante la ciudadanía, tal como explican en esta columna de análisis de Marcos Aldazabal y Sebastián Guidi publicada en elDiarioAR. Sólo con jueces independientes se puede planificar la vida y los negocios con seguridad jurídica. “Pero también los jueces deben ser controlados: jueces demasiado independientes pueden convertirse en una corporación sin límites ni control. El Consejo protege a los jueces para que hagan su trabajo con tranquilidad, pero, ocasionalmente, debe recordarles hasta acá”.
PP