Miguel Pichetto, Emilio Monzó, Florencio Randazzo, Nicolás Massot y Cristian Ritondo. El quinteto más representativo de los diputados aliados al Gobierno que podrían darle la ley ómnibus a Javier Milei conversa y se ríe en medio del recinto de la Cámara baja. Poco le importa lo que dicen sus colegas de las otras bancas que tienen uso del micrófono, apenas iniciada la segunda jornada de la maratónica sesión, que se aventura mucho más extensa que la de ayer.
La sesión retomó este jueves al mediodía. Pero antes, las espadas de los bloques más cercanos a La Libertad Avanza –el PRO, la UCR y los federales de Pichetto– se volvieron a encontrar a puertas cerradas con Martin Menem en su despacho del primer piso del Congreso. Aún hay rispideces en artículos claves del proyecto de ley Bases y el oficialismo no da el brazo a torcer en ellos: la letra chica de la delegación de facultades para el Presidente, las privatizaciones de empresas públicas, la autorización para tomar deuda externa, cuestiones de seguridad y la coparticipación del impuesto PAIS. Es una incógnita si terminarán saliendo en la votación en particular, porque aún el oficialismo no tiene los votos para aprobar esos puntos.
“Siguen sin definir nada. Estamos en la misma de ayer”, comentó casi con resignación a elDiarioAR un vocero de la fuerza de Pichetto tras la cumbre matinal cuando aún los diputados no habían vuelto a sus bancas. “Hay despacho para la ley en general pero el poroteo es muy finito en los artículos. Ahora cada cual está siguiendo su quinta y no hay un solo negociador”, alertó una importante diputada amarilla que sigue de cerca las negociaciones.
Cerca de las 14 de este jueves se metió en Presidencia de Diputados el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, mentor del proyecto de ley y del mega DNU junto con Federico Sturzenegger. Llegó para ajustar detalles sobre los artículos vinculados a hidrocarburos. También entraron al Palacio José Rolandi, segundo del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y Martín Fariña, “escriba” de Sturzenegger. Otro de los libertarios que está desde ayer paseando por Diputados es Sebastián Pareja, senador bonaerense y referente libertario en la provincia, “a modo de representante del Ejecutivo”, supo este medio. Pasa mucho rato sentado en el palco central de invitados del recinto.
A las 18.49 fue el turno de “El Jefe”: la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, ingresó al edificio del Congreso acompañada por el vocero presidencial, Manuel Adorni.
“No estamos negociando nada”, cerraron filas en el Gobierno, pese a la nueva mesa que se estableció con los aliados. “Ellos tienen el diagnóstico, ahora tienen que hacer la alquimia del remedio”, retrucó un diputado federal que estuvo encerrado en el despacho de Menem con los funcionarios nacionales. Para la tarde se espera una nueva cumbre opositora con los libertarios para conocer su feedback. Mientras, Milei está en Balcarce 50 donde esta mañana encabezó una nueva reunión de Gabinete, luego de haber estado hasta anoche conectado vía celular con sus embajadores en Diputados para conocer cómo iba el derrotero parlamentario.
Los aliados volvieron a exigirle al Gobierno que haya cambios en la ley, porque así como está el dictamen no van a acompañarlo en particular. Lo que exigen es mayores límites a los superpoderes, porque aún el Presidente tendría la facultad de hacer y deshacer en cuestiones clave como es la administración de un sinfín de fondos fiduciarios –y sus abultados presupuestos– que maneja el Estado. En el tema de privatizaciones la disputa está abierta porque Milei quiere que el Congreso le autorice a vender todas las empresas públicas en bloque –salvo YPF–, sin identificar cada una en leyes separadas. En deuda externa, la crítica es que haya mayor control del Congreso, que el Gobierno no acepta.
También en materia penal-seguridad hay polémica, porque el capítulo avala la mano dura y situaciones de gatillo fácil. Tiene el agravante de que es un tema que escaló en las últimas horas a partir de la represión de las fuerzas federales, conducidas por Patricia Bullrich, a las manifestaciones de anoche alrededor del Congreso. Los capítulos de cultura, ambiente y turismo también tambalean.
Los aliados le acercaron al oficialismo borradores de esos artículos. “Van a tener que tener mucha inventiva, porque delegaciones y privatizaciones así como están, pierden todo”, dijo un diputado opositor. “Si la perdemos, la perdemos”, desafió una fuente libertaria.
Van a tener que tener mucha inventiva, porque delegaciones y privatizaciones así como están, pierden todo
Además sigue en reclamo desde los gobernadores que el Gobierno incluya una compensación para las provincias, luego de que ayer se sacara el ítem del impuesto PAIS. Al respecto hubo un encuentro entre el entrerriano Rogelio Frigerio y el ministro del Interior, Guillermo Francos, supo este medio. La promesa oficial es que va a haber “un nuevo pacto fiscal”, aunque aún no hay nada en letra firme. “Anunciénlo, porque sino seguiremos exigiendo que se vuelva a incorporar el impuesto PAIS y que lo hagan coparticipable”, fue el mensaje que le transmitió el mandatario provincial al ministro. Hoy Pichetto hizo público el mismo mensaje en una entrevista radial.
Por el costado a los entretelones palaciegos, en el recinto de Diputados se suceden los oradores para una sesión que aún tiene más de cien anotados. Una estimación optimista que circula en el oficialismo es que haya discursos hasta la medianoche y recién ahí se pase a la votación en general, para luego llamar a un cuarto intermedio. Otras voces alertan que la jornada terminaría sin votación y que el debate podría seguir mañana o, incluso, la semana que viene. Con todo, a los 38 legisladores de LLA les pidieron que no hablaran, para no estirar más la sesión. Igualmente alguno no hicieron caso, como Romina Diez que intervino al principio de la jornada. Todo está en el aire, como el proyecto mismo de la ley ómnibus de Milei.
MC/JJD