Durante años, el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, no declaró ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) que era dueño de un departamento en Miami Beach, que compró a finales de la década de 1990. Tampoco informó al fisco que tenía ahorros depositados en una cuenta bancaria en Estados Unidos. El ahora funcionario recién regularizó su situación impositiva cuando el entonces presidente Mauricio Macri abrió el blanqueo de capitales en 2016.
Cúneo Libarona controló esos activos a través de las sociedades Karadine Investment Corp (Estados Unidos) y Lennon Universal Inc, esta última registrada en Belice, un reconocido paraíso fiscal del Caribe. El ministro cerró estas empresas tras declararlas como parte de su patrimonio ante la AFIP, según afirmó el funcionario ante la consulta del equipo argentino del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), integrado por el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) y elDiarioAR. Esta nota también contó con la colaboración de la organización Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), que ayuda a los periodistas en la búsqueda de documentos en el extranjero.
Cúneo Libarona es uno de los principales abogados penalistas de Buenos Aires. Durante los últimos 30 años, defendió a clientes de alto perfil acusados por delitos como corrupción, lavado de dinero, narcotráfico y abuso sexual, entre otros. Apenas asumió como presidente, Javier Milei lo convocó para sumarse a su gobierno como responsable del Poder Judicial, su primera experiencia en la gestión pública.
El ministro aseguró en una nota enviada a este equipo de periodistas que los bienes comprados en el exterior fueron el fruto de su trayectoria profesional y reconoció que blanqueó esos activos en 2016, “en el marco de la ley 27.260 (que estableció un ”Régimen de Sinceramiento Fiscal“), habiéndose declarado ante la AFIP y pagado los impuestos correspondientes en nuestro país en dicho período y los subsiguientes hasta la fecha”.
Cúneo Libarona mantuvo por debajo de los radares tributarios un departamento de 70 metros cuadrados ubicado en el Yatch Club de Miami Beach (sobre la calle Alton Road), dentro de un edificio con muelle propio. Las autoridades locales cotizaron su valor de mercado actual en US$525.000. Cerca de Cúneo Libarona informaron que adquirió el inmueble por alrededor de US$300.000 y que la propiedad luego se revaluó. Además, dijeron que la compró con una hipoteca a 30 años. El inmueble fue adquirido a su nombre en 1999, pero en mayo de 2010, el abogado cedió los derechos de esa propiedad a la sociedad Karadine Investments Corp, también registrada en Florida.
El nombre de Cúneo Libarona ya no aparecía como parte de la sociedad, según los registros públicos de Florida. El único que figura detrás de esa compañía es el agente inmobiliario argentino José Nicenboim. Ante la consulta de este equipo, Cúneo Libarona reconoció que era el dueño de Karadine Investments, una de las empresas de papel que blanqueó ante el Gobierno en 2016. No explicó, sin embargo, por qué decidió interponer una sociedad y, así, evitar quedar expuesto como dueño de la propiedad. Tras la publicación de esta nota, fuentes cercanas al ministro se comunicaron para aclarar que un principio había inscripto la propiedad a su nombre pero que más tarde interpuso una sociedad para evitar que el fisco estadounidense se quede con el 25% del valor de la propiedad en impuestos de herencia, en caso de su fallecimiento. Se trata de una práctica común de los argentinos que invierten en Florida.
Ese departamento en Miami Beach, sostuvo, ya está declarado desde 2016 y por lo tanto fue informado en su primera declaración jurada ante las autoridades argentinas cuando asumió como funcionario. “Todo se informó a la Oficina Anticorrupción”, repitió Cúneo Libarona en la nota e indicó que tanto el dinero utilizado para comprar ese inmueble como sus depósitos bancarios en el exterior son fruto de su “labor profesional, previo a asumir en la función pública”. También remarcó que tributa desde entonces. “Pago regularmente los impuestos que corresponden”, señaló.
“Mi sacrificio fue enorme -destacó-. Genero todos los ingresos necesarios para sostener a mi familia, contratar y solventar numerosos abogados y empleados, efectuar donaciones, ayudar amigos, colegios (entre ellos a los alumnos del Colegio María de Guadalupe de Tigre, tan ponderado estos días [fue nombrado uno de los mejores del mundo], y del Colegio Rosario Vera Peñaloza de Garín), y fundaciones”.
La otra sociedad que ingresó en sinceramiento fiscal -detalló el ministro- fue la offshore Lennon Universal Inc, que se constituyó para tener una cuenta bancaria en una sucursal del City Bank en Estados Unidos, indicó el funcionario. Esta empresa de papel fue registrada en Belice en 2013, según surge de documentos que integran los Pandora Papers, una filtración de documentos secretos que lideró ICIJ.
El ministro recurrió al estudio OMC, especializado en el armado de estructuras offshore, porque buscaba una sociedad para desarrollar inversiones inmobiliarias por un millón de dólares, indicó en un formulario interno de ese bufete que forma parte de la filtración. El origen de esa fortuna, precisó Cúneo Libarona en la documentación que aportó al estudio OMC, era el ejercicio de su profesión como abogado en Argentina.
El abogado asumió la presidencia de la sociedad y nombró a sus hijos como integrantes. También envió copias de los tres pasaportes para completar los trámites de inscripción, además de precisar que los tres eran los accionistas y beneficiarios finales de la sociedad.
Ante la consulta periodística, el ministro no mencionó las inversiones inmobiliarias, sino que sostuvo que la sociedad fue montada para abrir una cuenta bancaria, que también fue incluida en el sinceramiento fiscal, aunque no aclaró cuánto dinero manejó sin declarar. Esa cuenta también fue incluida -afirmó el funcionario- en su declaración jurada ante la Oficina Anticorrupción tras su asunción como ministro.
Una tercera sociedad
Los archivos de Pandora Papers indican que tres años después de regularizar su situación fiscal con el blanqueo, Cúneo Libarona habría hecho gestiones nuevamente con el estudio OMC. Su nombre y el de uno de sus hijos aparecen en un formulario interno de julio de 2019 para constituir la sociedad Light Blue Development Ltd.
Mariano Cúneo Libarona figura en esos papeles como beneficiario final y accionista, y él mismo firma el documento. Durante todo el formulario aparecen datos precisos como su número de pasaporte, su fecha de nacimiento y el número de celular que utiliza hasta la actualidad. El expediente interno de OMC sobre Light Blue Development guarda también una carta de recomendación del empresario Alejandro Matheou. Sin embargo, no hay registros dentro de la filtración de que la sociedad efectivamente se haya constituido.
En ese formulario interno se precisa, además, que esa sociedad offshore, de activarse, tendría como objetivo controlar una cuenta bancaria y que se utilizaría para realizar una amplia gama de actividades financieras o “pershing”, como se le conoce en ese mundo a este servicio. Indicó que manejaría fondos por US$700.000 en Estados Unidos, frutos de su labor profesional.
Sin embargo, el actual ministro de Justicia negó ser el dueño de Light Blue Development Ltd. “No la recuerdo, ni encuentro documentos o formularios que le correspondan”, aclaró, para luego ir más lejos. “Tengo la certeza de que nunca intervine en esa sociedad u otras en el extranjero o en el país luego de asumir el cargo el 10 de diciembre de 2023”, afirmó.
En 2019, el actual ministro de Justicia mantenía un amplio abanico de clientes, incluso con casos judiciales de alto perfil. Entre ellos, varios de los acusados en el llamado caso de “los cuadernos de las coimas”, como los empresarios argentinos Sergio Taselli, Alejandro Ivanissevich y Hugo Eurnekian, cuya familia empleó al presidente Javier Milei como economista.
Uno de los funcionarios más ricos
Cúneo Libarona es el funcionario que declaró la segunda mayor fortuna del gobierno argentino, según las declaraciones juradas que todos los ministros del presidente Javier Milei presentaron ante la Oficina Anticorrupción. El funcionario informó activos por un total de $6.600 millones (unos US$6,5 millones), cifra que lo ubicó, por mucho, como el segundo más rico del gabinete, después de la canciller, Diana Mondino.
Cúneo Libarona declaró, además, que mantiene más de la mitad de su patrimonio fuera de la Argentina. Precisó, en ese sentido, que controla “depósitos de dinero en el exterior” por casi $5.000 millones (unos US$5 millones, según la cotización de finales de 2023), aunque no indicó si se trata de cuentas bancarias y, en ese caso, en qué países estarían radicadas.
El abogado declaró 29 propiedades, dos de las cuales están fuera de Argentina, como la antes mencionada en Miami Beach. Cotizó ese inmueble en $125 millones –cerca de US$120.000-, un valor muy por debajo del establecido por las autoridades de Miami, que la valoraron en más de medio millón de dólares.
Por otro lado, el ministro recibió el 25% de una propiedad en Punta del Este, Uruguay, como parte de una herencia. Allí pasó sus vacaciones durante más de tres décadas, hasta que juró como ministro de Justicia, en diciembre pasado. “No voy a ir a Punta del Este porque hay gente que pasa pobreza y tengo que dar un ejemplo. No puedo estar paseando en la playa con una tabla de surf mientras la gente pasa pobreza”, dijo en una entrevista a El País tras asumir en la función pública. “Mi vida cambió”.
El equipo de ICIJ está integrado por Hugo Alconada Mon y Ricardo Brom (La Nación), Iván Ruiz (CLIP), Mariel Fitz Patrick y Sandra Crucianelli, y Emilia Delfino (elDiarioAR). Esta nota contó con la colaboración especial de Angus Peacock (OCCRP).
Nota: este artículo se actualizó el 14 de julio de 2024 a las 12:15.
ED/DTC