La causa por la desaparición del financista Damián Stefanini avanza con nuevos indicios que conectan con el expediente en el que se investiga una cuenta no declarada del fiscal Alberto Nisman en el ex Merrill Lynch Bank de Nueva York. Vuelos, transferencias bancarias, contactos empresariales en común y sospechas de lavado de activos dejan también en evidencia las líneas de investigación que se vieron postergadas en otros expedientes durante años. El lunes pasado se cumplieron seis años de la muerte de Nisman.
En ambas causas, los investigadores aseguraron a elDiarioAR que las pruebas que conectan a Nisman con Stefanini los obligan a no descartar ninguna pista, aunque reconocen que no tienen una explicación que conecte la muerte del fiscal con la desaparición del financista. Algunos de los fiscales a cargo han intentado conectar los expedientes, intercambiar información y ahondar en aquello que vinculó a Nisman y Stefanini en vida. La llaman “la pista económica”.
Durante los últimos años, esos intentos fueron frustrados pero en los últimos meses y en especial desde noviembre, los nexos entre las causas comenzaron a revivir lentamente, según pudo reconstruir elDiarioAR en base a los testimonios de los investigadores de tres expedientes: la muerte de Nisman, la desaparición de Stefanini y la causa por presunto lavado de activos por la cuenta bancaria.
Al reconstruir su actividad financiera, todo indica que Stefanini manejaba dinero de empresarios sin empresas.
Sus destinos se cruzaron varias veces: por dinero, por contactos en común y por la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, exesposa de Nisman, quien denunció la existencia de la cuenta bancaria no declarada y pidió su investigación en 2015. Arroyo Salgado, indirectamente, reveló el nexo entre el fiscal y el financista, quien había sido investigado y luego sobreseído en su propio juzgado por presunta evasión tributaria años antes de su desaparición. Tras esa pista está también el juez de la causa de la cuenta bancaria, quien pidió el 24 de noviembre último que se informen los antecedentes penales de Stefanini.
Stefanini fue visto por última vez el 17 de octubre de 2014, tres meses antes de la muerte de Nisman. Salió de su casa, en el country Bahía del Sol, en San Fernando, provincia de Buenos Aires. Su automóvil apareció abandonado poco antes del mediodía en el centro de Vicente López, a pocos metros de la casa de su contador. Aún no han podido establecerse las circunstancias de su desaparición, según una fuente judicial del caso, pero la causa sigue activa. Lo buscaron sin éxito dentro y fuera del país y en todas las morgues argentinas.
Dos años antes de su desaparición, el 23 de octubre de 2012, Stefanini giró US$150 mil a la cuenta no declarada de Nisman en el ex Merrill Lynch. La transferencia fue catalogada como “movimiento sospechoso”, según consta en la información brindada por el organismo antilavado de los Estados Unidos (The Financial Crimes Enforcement Network, FinCEN) e incorporada en la causa que ahora instruye el juez Marcelo Martínez De Giorgi por presunto lavado de activos contra los co-titulares de esa cuenta: la madre del fiscal, Sara Garfunkel; su hermana, Sandra Nisman; y el técnico informático Diego Lagomarsino, quien dijo a este medio que en 2014 el fiscal le pidió que figurara en su nombre ante la entidad bancaria.
“Al reconstruir su actividad financiera, todo indica que Stefanini manejaba dinero de empresarios sin empresas y que habría participado en la fuga de divisas y manejado cuentas con ese fin. Hemos encontrado giros mucho más importantes que el que se detecta en la cuenta del ex Merrill Lynch”, contó uno de los investigadores más activos en la causa por la desaparición del financista. “En 2012, Stefanini manejó mucho dinero, con depósitos importantes. Creemos que sacaba dólares del país hacia cuentas receptáculo. Manejaba tanto dinero propio como ajeno”, agregó una fuente directa de la causa.
El suegro de Stefanini, Horacio Ognio, dijo a elDiarioAR: “Él vendía y compraba dólares y cambiaba cheques, pero nunca supimos que sacara plata afuera o fugara divisas”.
Viajes y empresarios
La fiscalía de San Isidro detectó al menos dos compañeros de viaje de Stefanini que están conectados con Nisman en el caso que investiga Martínez De Giorgi: Claudio Picón y Eugenio Eduardo “Pipo” Ecke, exjefe de seguridad del Exxel Group.
El empresario Claudio Picón era amigo de Nisman, es apoderado de la empresa dueña del Audi que manejaba el fiscal y está imputado en el expediente de presunto lavado de activos porque es uno de los que giró dinero “sospechoso” a la cuenta que manejaba Nisman en Nueva York y porque además está conectado con bienes inmuebles que habrían sido del fiscal.
Ecke fue investigado en una causa en la que intervenía Nisman (las “escuchas ilegales” que instruía el entonces juez Norberto Oyarbide). Fue sobreseído en diciembre de 2011. Martínez De Giorgi investiga si Ecke estaba relacionado con la seguridad de Nisman y si el fiscal se interesó en su situación judicial, según una fuente del expedientes y un documento firmado por el juez el 24 de noviembre último. Ecke es sindicado en los medios de comunicación (incluida la agencia oficial Télam) como socio del exagente de la CIA, Frank Holder, asesor en seguridad e investigaciones corporativas a nivel mundial. Sin embargo, en los registros oficiales no hay nexos comerciales entre ambos en Argentina.
Él vendía y compraba dólares y cambiaba cheques, pero nunca supimos que sacara plata afuera o fugara divisas.
Stefanini conoció a Ecke. Compartieron un vuelo privado de la línea American Falcon con destino al Uruguay, según consta en los registros migratorios incorporados al expediente sobre su desaparición. Salieron del país el 6 de mayo de 2005 y regresaron de Uruguay dos días después, según los registros oficiales que obran en la causa. No se conocen las razones de dicho vuelo y Ecke aún no declaró en la causa por la desaparición del financistas, dijo una fuente del expediente.
elDiarioAR se comunicó con exabogados y allegados a Ecke para consultar al empresario y conocer su versión de los hechos. Todos los consultados rechazaron hablar o derivar la consulta a Ecke. En los teléfonos de sus direcciones publicadas tampoco fue posible dar con él.
Stefanini y Picón también compartieron viajes. El 12 de octubre de 2012, once días antes de realizar la transferencia “sospechosa” a la cuenta del ex Merrill Lynch, el financista tomó el mismo vuelo de Qatar Airways que Picón, según confirmó a elDiarioAR una fuente directa de la investigación del caso Stefanini. Viajaron primero a San Pablo. Allegados a Picón explicaron que era conocido de Stefanini y que en aquella oportunidad viajaron juntos a China por negocios. Según consta en la causa, compartieron otros vuelos a Paraguay, Uruguay, Brasil y Estados Unidos. Pero cerca de Picón negaron conocer el resto de los viajes, según publicó Perfil.
Al igual que Stefanini, Picón también realizó giros “sospechosos” a la cuenta de Nisman pero en otras fechas y por un total de US$72.000, registrados entre el 24 de enero de 2013 y el 19 de marzo de 2014. Picón nunca explicó a la Justicia a qué se debieron esas transferencias. Tampoco lo hizo su abogado ante la consulta de elDiarioAR pero dijo que su cliente dará las explicaciones necesarias cuando sea requerido. Además, sostuvo que Picón tiene todas sus cuentas declaradas.
Ognio, padre de la esposa de Stefanini dijo a elDiarioAR que la familia “nunca escuchó a Damián hablar de Nisman o de Ecke”. “Sí sabemos que era amigo de Picón y que viajaron juntos a China a una expo anual”, afirmó. A su vez, Ecke figura como accionistas de dos compañías en las que Claudio Picón integró los directorio (además es socio de su hermano, Fabián Picón). Pero ya no están en contacto desde 2008, dijo el abogado de Picón.
El suegro de Stefanini afirmó: “Nosotros estamos resignados. Hace cinco años que no voy a ver la causa. Preferimos preservar la integridad familiar”, agregó Ognio. “Siempre creí que la clave estaba en los teléfonos y cruces de llamados. El poder que tiene la persona que lo hizo desaparecer es tan grande que nunca pudimos lograr nada”, afirmó Ognio. “Nadie desaparece porque debe plata o no pagó una cuenta. Creemos que debe haber escuchado algo y se debe haber visto en una situación de la que no pudo salir, pero no sabemos qué”, dijo el suegro del financista.
La pista financiera
En la causa por la desaparición de Stefanini, el fiscal Domínguez solicitó a fines de 2020 una nueva serie de medidas. En los últimos años, la fiscalía pidió un análisis de teléfonos que abarcó “millones de comunicaciones” del entorno de Stefanini y de quienes se movieron alrededor de la zona en la que desapareció, explicó una fuente del expediente. Al mismo tiempo, la fiscalía reconstruyó la actividad financiera de Stefanini, sus relaciones con el mundo financiero y con otros entornos que frecuentaba, como el náutico (participaba en la construcción de tres barcos).
El próximo paso en la causa, explicó la fuente judicial, es confrontar los cruces telefónicos con las personas y actividades financieras y comerciales de Stefanini. Además, buscan analizar más teléfonos de personas relevantes en la investigación y la actividad de esas líneas durante la semana previa a la desaparición del financista y durante la jornada en la que fue visto por última vez, agregó.
La información sobre la cuenta del ex Merrill Lynch nunca fue compartida con el fiscal del caso Stefanini, a pesar de los pedidos para acceder al expediente, confirmó una fuente directa de la investigación del Ministerio Público Fiscal. Fue una decisión del juez Claudio Bonadio, confirmaron tres fuentes judiciales que intervinieron en el caso. Había sucedido lo mismo con la fiscalía de Eduardo Taiano, que investiga la muerte de Nisman, confirmó otra fuente judicial con acceso a dicho expediente. Taiano logró acceder durante 2020 a la información sobre la cuenta secreta, luego de que la causa quedara a cargo del juez federal Marcelo Martínez De Giorgi.
La conexión Arroyo Salgado
Hay otra conexión entre los casos. La causa del financista había sido investigada en un primer momento como averiguación de paradero, en la Justicia ordinaria, pero a finales de diciembre de 2014, comenzó a investigarse como un posible secuestro extorsivo. El expediente pasó al fuero federal y quedó a cargo de la jueza de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, exesposa del fiscal Nisman. La investigación fue delegada al fiscal federal Fernando Domínguez.
En el juzgado de la magistrada ya se había investigado a Stefanini en una causa por supuesta evasión tributaria, en la que el financista resultó sobreseído, confirmó una fuente judicial con acceso a los antecedentes penales del desaparecido.
Tras la muerte de Nisman, fue Arroyo Salgado quien denunció la existencia de la cuenta bancaria no declarada de su exesposo, que más tarde, conectaría con Stefanini, cuando el organismo estadounidense revelara la transferencia realizada por el financista. Arroyo Salgado nunca se excusó de seguir interviniendo en el caso de Stefanini. elDiarioAR se comunicó con la magistrada para conocer su posición pero no obtuvo respuesta al cierre de este edición.
ED