En el marco del inminente debate de la nueva Ley Bases en el Congreso, el Gobierno recibió este miércoles por la tarde en Casa Rosada a la Confederación General del Trabajo (CGT) con el objetivo de aplacar las tensiones y persuadir a la central obrera para que no avance con la definición de una nueva medida de fuerza. Con el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el jefe de gabinete, Nicolás Posse, a la cabeza, la primera cumbre del oficialismo con la CGT se extendió por casi tres horas y contó con la presencia de una nutrida comitiva gremial de la que sorpresivamente formó parte un viejo conocido: el camionero Hugo Moyano.
“En línea con las reuniones mantenidas con legisladores, gobernadores y dirigentes, seguimos dialogando con todos los sectores y trabajando para la construcción de consensos que nos permitan llevar adelante las reformas que necesita la Argentina”, señaló Francos a través de un comunicado difundido al finalizar el cónclave por el Ministerio del Interior.
De acuerdo a lo que apuntaron esas mismas fuentes a elDiarioAR, el intercambio de los funcionarios con varios de los principales dirigentes gremiales del país giró en torno a “la homologación de convenios y las futuras negociaciones paritarias”, con un especial énfasis en “el impulso de la simplificación del régimen laboral, la regularización del empleo y la generación de puestos de trabajo de calidad en Argentina”.
Sin embargo, el encuentro de hoy se dio en un contexto de especial tensión entre las partes. Mañana, el consejo directivo de la CGT se reunirá para definir la fecha de una nueva medida de fuerza. Es que la relación tirante entre el Gobierno y la central obrera no solo responde a la crisis social desatada por el ajuste de Javier Milei, sino también a las implicancias del capítulo laboral del DNU 70/2023, que en enero la Justicia dejó en stand by.
Ahora, con la amenaza de un nuevo paro general sobre la mesa, el triunvirato cegetista le demanda al oficialismo la revisión de varios de los ítems incluidos en aquella reforma original, que el borrador definitivo de la Ley Bases finalmente no contempló. Sin embargo, en los últimos días, La Libertad Avanza decidió delegar en el radicalismo la confección de un nuevo proyecto de modificación de la legislación laboral, movida que cuenta con el aval del resto de los bloques dialoguistas en el Congreso. Una vez elaborado, los diputados radicales se comprometieron a girárselo al Gobierno para que ultime los detalles y sea luego debatido en el plenario de comisiones de Diputados, a la par de la Ley ómnibus y el paquete fiscal.
Según pudo saber elDiarioAR, son dos los puntos objetados por los sindicalistas: la ultraactividad de los convenios colectivos de trabajo y la limitación de las “cuotas solidarias”, uno de los instrumentos más importantes que tienen los gremios para financiarse a través de descuentos compulsivos al salario. Sobre esta cuestión, el Ejecutivo había propuesto que se exija el expreso “consentimiento” del trabajador para llevarse a cabo.
Con la excepción del camionero Pablo Moyano, uno de los principales enemigos públicos de la administración libertaria, entre la comitiva que arribó este miércoles a Balcarce 50 estuvieron dos de los titulares del triunvirato de la CGT, Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estaciones de servicio), además de los integrantes del consejo directivo nacional Andrés Rodríguez (UPCN); Gerardo Martínez (UOCRA); José Luis Lingeri (Obras Sanitarias); Marina Jaureguiberry (SADOP); Cristian Jerónimo (Empleados del Vidrio); Susana Benítez (SATSAID); Jorge Sola (Seguros) y Oscar Rojas (Maestranza). En tanto, por el lado del oficialismo, Francos y Posse estuvieron acompañados por el secretario de Trabajo, Julio Cordero.
Reunión con senadores de Unión por la Patria
Previo a su visita a Casa Rosada, la conducción de la CGT recibió en la sede sindical de la calle Azopardo al interbloque de senadores de Unión por la Patria, encabezado por su presidente José Mayans. En la reunión, Héctor Daer agradeció a los legisladores por el “rol importantísimo” que tuvieron en el rechazo del megadecreto de Milei y destacó que “ese paso nos da la posibilidad de construir un escenario donde se puedan frenar todas las instancias legislativas que vuelvan a aparecer y que son una amenaza no solamente contra los derechos laborales y sindicales, sino sobre muchísimos sectores de la sociedad”.
Además, el titular de Sanidad remarcó la importancia de la unidad del “campo popular” en este contexto. “Que estemos juntos es fundamental”, reconoció el dirigente al inicio de la reunión. Además, alertó sobre el problema que atraviesa el sector laboral ante la negativa del gobierno nacional de homologar los convenios colectivos acordados con las patronales. “La no homologación de nuestros convenios colectivos nos genera complicaciones absolutas y nos puede llevar a la destrucción del único instrumento de equidad que existe en nuestro país que es el convenio colectivo marco, que nos da igualdad de salarios y de condiciones de trabajo a todos los trabajadores y las trabajadoras donde sea que se encuentren”, indicó.
El oficialismo decidió homologar las paritarias firmadas por Sanidad, pero no las de Hugo y Pablo Moyano en Camioneros. Esto generó fricciones dentro de la conducción de la CGT sobre qué medidas adoptar. El domingo, en diálogo con Radio Rivadavia, Francos apuntó contra el dirigente camionero al sostener que los “argentinos deben estar cansados de escuchar este tipo de bravuconadas”, luego de que Moyano amenazara con parar la actividad. “Si toman medidas que interrumpen el transporte, y están vedadas por el código penal, habrá consecuencias. Si se hacen cosas ilegales se va a actuar con todo el peso de la ley”, lanzó el titular de la cartera.
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