La suspensión de las PASO bonaerense que confirmaría el martes próximo la Legislatura en La Plata, a partir del acuerdo a regañadientes que logró Axel Kicillof con Cristina Fernández de Kirchner, ya genera un temblor político a ambos lados de la avenida General Paz, es decir tanto en la provincia como en la ciudad de Buenos Aires. Tanto en el peronismo como en la oposición hay un frenesí de conversaciones porque quitar del medio a las primarias locales modificaría otra vez el calendario electoral en el territorio más populoso del país, donde por primera vez desde la recuperación de la democracia habrá elecciones desdobladas a las nacionales.
Sin PASO, los bonaerenses irán a votar el 7 de septiembre para las legislativas locales y el 26 de octubre –como el resto del país– para las legislativas nacionales. Pero en los comandos de campaña en ciernes están atentos otras fechas antes: cuándo deben oficializarse los candidatos y, antes que eso, cuándo tienen que cerrarse las alianzas. Son fechas clave porque allí se jugará gran parte de la interna del peronismo y también la discusión entre el Gobierno y el PRO. Son momentos sensibles porque aparecen en un calendario atravesado por las elecciones porteñas (el 18 de mayo) y el propio cierre de las listas para el Congreso (en agosto).
Hasta este martes cuando el Senado bonaerense le dio media sanción a la suspensión de las PASO, en el gobierno de Kicillof se especulaba con un calendario tentativo que estipule que el cierre de alianzas para las legislativas bonaerenses sea el 9 de julio y de las listas, el 8 de agosto, según supo elDiarioAR de fuentes involucradas en el proceso electoral. Son fechas que aún deben ser confirmadas por la Junta Electoral de la provincia.
En concreto, el camino electoral que genera el temblor político quedaría así:
- 18 de mayo: elección porteña.
- 9 de julio: cierre de alianzas bonaerenses.
- 7 de agosto: cierre de alianzas nacionales.
- 8 de agosto: cierre de listas bonaerenses.
- 17 de agosto: cierre de listas nacionales.
- 7 de septiembre: elección bonaerense.
- 26 de octubre: elección nacional.
Siendo el 9 de julio y el 8 de agosto mojones clave en la carrera bonaerense, el calendario condiciona hacia las otras definiciones, con distinta intensidad de acuerdo al bando político que se mire. Eso, sin contar con que tanto en el peronismo como en la potencial alianza LLA-PRO están midiendo en espejo a su rival.
El PJ, entre la unidad con forcep o no
Empezando por el PJ, que es oficialismo en la provincia, las fechas de cierres les dan aún más aire a la negociación en ciernes entre el kicillofismo y el cristinismo. Con las PASO –que estaban agendadas para el 13 de julio– el cierre de alianzas iba a ser el 14 de mayo, y las listas, poco después. El deadline ahora se correría al menos un mes.
“Tras quitar las PASO empieza la verdadera discusión por si hay unidad o no”, planteó a este medio un importante dirigente del conurbano. En la tribu del gobernador entienden que Cristina no amaga con ser candidata a primera diputada por la Tercera Sección electoral (que abarca el sur del conurbano), por lo que tienen un dilema: acordar con ella o ir por afuera. El retador en el territorio aliado a Kicillof sería Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda, cada vez más distante de CFK. Pero también la Tercera abarca a La Matanza, que conduce Fernando Espinoza. “Todo bien con Cristina, pero que haya una sola lista. Sino sería sangre y muerte; serían un problema”, comentó un operador al respecto.
En la otra punta del conurbano el peronismo no vive el mismo drama. La Primera Sección (que abarca el norte del cordón que rodea a CABA) elige senadores bonaerenses. El nombre que da vueltas para encabezar la lista de unidad es el de Sergio Massa, que además de tener un pie en Tigre tiene línea directa con el distrito peronista más importante de la región, San Martín, terruño del ministro kicillofista Gabriel Katopodis.
El modo en que el peronismo cierre su actual interna a cielo abierto condicionará el cierre de listas para la nacional, donde la provincia de Buenos Aires renueva 35 diputados. Ahí una fecha con cierto “morbo político” será el 7 de agosto, último día para inscribir alianzas, justamente un día antes del cierre de listas bonaerenses. Diez días después –el 17 de agosto– se presentan las candidaturas oficiales para el Congreso.
El impacto en el acuerdo LLA-PRO
El acuerdo en ciernes entre libertarios y macristas en la provincia de Buenos Aires está más condicionado por el calendario electoral. Es que antes de la inscripción de la eventual alianza en PBA está la elección porteña del 18 de mayo, donde LLA y el PRO van separados. En ese marco, mientras Manuel Adorni cuestiona la gestión de Jorge Macri –y, en sucesión, la candidatura de Silvia Lospennato–, Mauricio Macri dice que todavía no hay nada cerrado en provincia, pese a las asiduas visitas de Cristian Ritondo y Diego Santilli a Karina Milei en la Casa Rosada. “Cristian y Diego ya están pintados de violeta”, aseguró un operador territorial libertario.
El martes pasado entre operadores violeta-amarillos hacían cálculos con el calendario en la mano mientras seguían en vivo la votación en la Legislatura bonaerense. “El cierre bonaerense está atadísimo a lo que pase en Capital, está todo muy justo”, planteó un vocero. “El acuerdo en provincia PRO-LLA avanza, pero falta primero pasar el 18 de mayo”, dijo la fuente, dejando en claro que lo que pase en las porteñas clarificará el panorama bonaerense. Es que de acuerdo a cómo queden las fuerzas en la contienda porteña determinará la letra chica del cierre en PBA.
Además, hay otra incertidumbre que se habla en voz baja pero que nadie sabe qué responder: ¿qué pasará si la pelea descarnada entre Karina Milei y Macri termina favoreciendo a Leandro Santoro, la opción porteña del peronismo que parece mejor acomodada?
En danza para encabezar las boletas bonaerenses aparecen desde Santilli –cuyo mandato en Diputado acaba en diciembre– a la exfuncionaria de Capital Humano Leila Gianni, pudo recoger este medio. Es decir, un nombre de cada tribu. Pero la discusión está abierta por el propio ruido interno y las distintas manos que tejen, como Sebastián Pareja por el Gobierno y Ritondo por el PRO. “Hay desconfianza con Ritondo, porque se muestra con Karina y a la vez con Macri”, planteó una fuente amarilla. “Ritondo ya está adentro poniendo gente suya, lo que no le gusta a los libertarios. Y la lista para PBA pasa por la Rosada sin injerencia de los jefes territoriales”, metió cizaña un dirigente violeta.
Se avecina un efecto dominó en el acuerdo LLA-PRO: el cierre a nivel bonaerense determinará luego el alcance de la negociación para la nacional de octubre. Ahí podría darse la curiosidad de que, para el mismo 26 de octubre, vayan juntos en la lista de diputados nacionales por la provincia y separados en la boleta de senadores y diputados nacionales por la Capital Federal. Laberintos políticos que plantea un calendario electoral que aún no está del todo cerrado.
MC