La interna PRO detrás de la elección porteña El caso Salta

Votación híbrida en CABA: antecedentes del plan Larreta y un protagonista clave

Cuando el 13 de agosto, domingo de primarias, más de 2,5 millones de porteños se acerquen a votar deberán hacerlo con un doble sistema electoral: para cargos nacionales, presidente y diputados, usarán las clásicas boletas de papel, a colores y con varios tramos, mientras que para los tramos locales, jefe de gobierno y legisladores, lo harán en una urna electrónica, una especie de “cajero”.

Ese formato híbrido, que mixtura papel y pantalla, fue usado antes en otros territorios pero nunca en elecciones de cargos ejecutivos. Los porteños serán los primeros en votar, el mismo día pero con sistema desacoplados, presidente y jefe de gobierno. En otras provincias, como Salta y Santa Fe, ese doble esquema se utilizó pero en elecciones legislativas.

El antecedente más claro es Salta, en 2017, cuando se eligieron diputados nacionales y legisladores provinciales el mismo día -las primarias, 13 de agosto, las generales el 22 de octubre (las mismas fechas que este año)- y con sistemas diferentes. Por entonces, el gobernador salteño era Juan Manuel Urtubey y el presidente Mauricio Macri. Los dos eran promotores del “voto electrónico”. Semanas antes, había naufragado en el Senado, por resistencia del peronismo, un proyecto para instaurar un sistema de voto electrónico para los cargos nacionales.

“Tardó un poco más que si hubiese sido un solo sistema pero anduvo perfecto”, explicó a elDiarioAr un funcionario que participó, entonces, en la logística de la votación híbrida en Salta. Fue, aquella, una apuesta política de Urtubey que a pesar de los formatos distintos decidió mantener el mismo día de elección. El resultado, aunque no puede atribuirse al sistema, no fue bueno para el gobernador: sufrió su primera derrota desde que era gobernador, quedó segundo detrás de la lista de Cambiemos y apenas unas décimas arriba de Sergio “Oso” Leavi, que compitió con un sello kirchnerista: Frente Ciudadano para la Victoria. Coincidió con la postulación de Cristina Kirchner como senadora en la provincia de Buenos Aires por Unidad Ciudadana (UC).

¿Más lento?

El caso salteño aparece como precedente y, desde ahí, instala la hipótesis de que el sistema híbrido puede hacer que la votación sea más lenta. En la provincia norteña había, incluso, un beneficio de experiencia: el voto electrónico, con el sistema de Boleta Única Electrónica (BUE), se utilizó de manera ininterrumpida desde el 2011 para las elecciones provinciales, por lo cual la del 2017 era la cuarta ocasión en que los electores usaban esa herramienta.

En CABA eso no fue así. Solo se utilizó en el 2015 y no en todos los turnos: en las PASO se usó el sistema tradicional de boleta papel, aunque hubo un simulacro, mientras que si se utilizó la BUE en la general y en el balotaje que Horacio Rodríguez Larreta le ganó a Martín Lousteau. Dos años después, con el triple comando amarillo en Nación, CABA y provincia de Buenos Aires, se archivó el sistema para volver a la votación en boleta papel en el mismo día. A menos de 120 días de las PASO, la decisión política de Rodríguez Larreta supone un desafío de naturaleza logística y organizativa: además de que se utilizó un solo año, eso ocurrió casi una década atrás, por lo cual demandará un entrenamiento sobre el uso de la urna electrónica.

En el gobierno porteño dicen que hay tiempo para explicar el sistema y consideran que buena parte del padrón, que ya lo usó en 2015, lo reincorporará con facilidad. Faltan 120 días para la PASO y el trámite requiere, contra reloj, todo el proceso: no solo de capacitación de autoridades de mesa, sino también para el votante y, además, todo el mecanismo institucional de contratación del sistema de voto electrónico.

Actores

El grueso de ese proceso dependerá del Instituto de Gestión Electoral IGE), un organismo creado en el marco del Código Electoral porteño, que se aprobó en 2018 y que, entre otras cuestiones, incluyó el mecanismo del debate electoral y del sistema de votación con boleta única, papel o electrónica. El instituto es autónomo y debe tener un titular designado por la Legislatura. Eso no ocurrió pero hay, “en comisión”, un responsable del área: se trata de Ezio Emiliozzi, un histórico dirigente del radicalismo porteño, a quien se vincula con Daniel “Tano” Angelici. El expresidente de Boca, además de tener influencia específica sobre el mundo judicial porteño, también incide en este fragmento y aparece detrás de la postulación de Lousteau.

En 2015, Emiliozi fue uno de los encargados de instrumentar la Boleta Electrónica porteña. Desde entonces quedó a cargo del área y será, ahora, responsable de la instrumentación durante el 2023. Hay, sin embargo, objeciones sobre el rol porque aparece como un incumplimiento legal que Emiliozi esté al frente de un organismo que requiere la aprobación legislativa que no tiene. Es una objeción que hizo, por caso, Delia Ferreria, titular de Transparencia Internacional.

El IGE quedo a cargo de Emiliosi, que viene de la gestión de Mauricio Macri en la ciudad. Su vínculo con la UCR y Angelici se extienden, además, a la Justicia electoral Federal, que en el caso de CABA está en la órbita exclusiva y excluyente de María Romilda Servini de Cubría. Es un punto determinante porque si bien Larreta tiene la facultad de poner fecha, decidis si son simultáneas y “subsumidas”, concurrentes o desdobladas, la decisión de que sean concurrentes involucra a la Justicia electoral.

¿Larreta definió ese mecanismo sin una consulta previa a Servini? La relación de Emiliozi con la jueza federal es, dicen en CABA, fluida y dan por hecho que no pudo existir una decisión del jefe de Gobierno sin un sondeo previo a Servini. “Si la jueza quiere, le complica el proceso y hasta puede objetar la realización”, apunta un entendido en esos procesos.

No será determinante, en lo formal y operativo, el rol del ministerio de Gobierno que está a cargo de Jorge Macri, uno de los precandidatos del PRO para suceder a Larreta en la ciudad, desde cuyo entorno dejaron circular que no coincidían con la decisión de Larreta de convocar a elecciones concurrentes. Gobierno interviene en cuestiones adminstrativas como el decreto de convocatoria que se publicó esta semana y que no llevó firma del ministro Macri.

PI