Una “zona estéril”, más policías y hasta espías: el Gobierno busca alejar del Congreso la marcha de jubilados

Estará el padre del fotógrafo Pablo Grillo y también la jubilada Beatriz Blanco. Obviamente las agrupaciones de adultos mayores, pero también hinchas de fútbol y los reporteros gráficos. Y habrá columnas de las dos CTA, de las organizaciones sociales peronistas de la UTEP y de los piqueteros de izquierda. Este miércoles se espera una nueva marcha de los jubilados al frente del Congreso para denunciar el ajuste de Javier Milei, mientras dentro del recinto de la Cámara de Diputados el oficialismo aspira a blindar el DNU del acuerdo con el FMI. La protesta estará en alerta al alcance del operativo de seguridad de las fuerzas federales, que la semana pasada mostró su peor cara y que el Gobierno promete endurecer una vez más.

Si hace siete días reinó el caos en la protesta, hoy se espera una movilización desde el vamos con cierta organización previa. Sin embargo, aún hay incertidumbre sobre cómo se desarrollará al detalle. La habitual marcha de los jubilados suele hacer una abrazo simbólico al Congreso cerca de las 17, en una caminata por las cuatro calles que rodean el Palacio Legislativo (Rivadavia, Entre Ríos, Yirigoyen y Combate de los Pozos). La semana pasada la represión rompió ese guion una hora antes. Y ahora los efectivos ni siquiera permitirán a los manifestantes acercarse al Parlamento.

Los nervios de Bullrich y operativo de Caputo

Sin querer mostrar todas sus cartas, en el Gobierno definieron dejar una “zona estéril” en las inmediaciones del Congreso, con varios cortes en calles aledañas, pero principalmente un enorme vallado a metros de las escalinatas principales. Esa es una estrategia que suelen recomendar desde la Policía Federal, supo elDiarioAR, y que se cumplió con éxito en la última marcha universitaria y también en la huelga de la CGT de febrero de 2024. Curiosamente, Bullrich desoyó ese consejo el miércoles pasado.

Pero ayer la ministra sí se encerró en el despacho en la Casa Rosada del asesor presidencial Santiago Caputo para delinear la estrategia oficial. A la cumbre se sumó la cúpula de la SIDE, con Sergio Neiffert y Diego Kravetz. Es decir que la jefa de la Policía Federal, la Gendarmería, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Prefectura supeditó su rol a las indicaciones del consultor de Milei que no tiene un cargo público. En la reunión también estuvo el secretario de Transporte, Franco Mogetta; y el vicejefe de Justicia, Sebastián Amerio.

El operativo Caputo busca unir a policías con espías. Mientras habrá mucha presencia territorial, también controles velados, como por ejemplo en los accesos a Capital Federal desde el conurbano bonaerense. “Se va a ver que no haya entradas raras de autos, micros y motos”, apuntó una voz al tanto de los movimientos en la SIDE.

Además el Gobierno promocionará la línea 134 para recibir denuncias de supuestos aprietes para obligar a movilizar. El operativo sería similar en cuanto a cantidad de efectivos que estuvieron el último miércoles, donde hubo más de mil miembros de la PF, Gendarmería, PSA y Prefectura.

Pero a veces la calidad no hace a la cantidad. En los últimos días este medio recogió cierto malestar en la estructura de las fuerzas porque la ministra no sería clara en sus objetivos a la hora de reprimir una manifestación. Ese nerviosismo, indicaron las fuentes, se traslada en las modulaciones entre los oficiales en calle y el centro de operaciones, que la ministra trasladó de la sede de la Federal al edificio de su propio ministerio. Tampoco hubo inteligencia previa que anticipe el caos que se vió en las calles.

“Bullrich quiere tapar todo y no se puede, tiene que confiar en quienes están en la calle”, apuntó una voz que conoce la cartera de Seguridad desde adentro. Si bien hay distintas fuerzas federales actuando, y también la Policía de la Ciudad, este tipo de operativos sobre un “objetivo nacional” -como se considera al Congreso y la Casa Rosada- tienen en el vértice a la Policía Federal.

Marcha por jubilados y el homenaje a Grillo

Del lado de los manifestantes la expectativa está en qué masividad se logrará en las calles para hacer sentir el reclamo contra el ajuste y frenar el operativo antipiquete. En las últimas manifestaciones muy convocantes el Gobierno dejó hacer, como la ya mencionada marcha universitaria o la que veló por los derechos LGBTQI+.

Fuentes de las organizaciones sindicales y sociales contactadas por elDiarioAR apuntaron que la convocatoria es directamente a la plaza frente al Congreso, sin definición de recorridos de las columnas. Tampoco está previsto un acto formal o lectura de documento. Tanto desde las CTA, como en la UTEP y el Polo Obrero plantearon que su intención es acompañar a los jubilados.

Además de la centralidad de los adultos mayores, habrá una presencia especial de los reporteros gráficos en solidaridad con Pablo Grillo, quien sigue internado luego del impacto de una granada de gas lacrimógeno que disparó un gendarme.

A las 15 los fotógrafos nucleados en Argra saldrán desde Venezuela 1433, junto a los sindicatos de prensa Spreba y Fatpren, y acompañados por organismos de Derechos Humanos. La caminata terminará frente al Congreso para manifestarse puntualmente en Yrigoyen y Solís, el lugar donde el miércoles pasado estaba Grillo tomando imágenes de la represión.

MC/DTC