Cristina buscó ordenar al peronismo en la previa de una jornada caliente en el Congreso y la calle

Cristina Fernández de Kirchner ensayó una demostración de fuerza en la previa de una jornada caliente, en la que el peronismo tendrá dos frentes que atender: el Congreso, donde el oficialismo cree que podrá validar en la Cámara de Diputados el DNU para contraer nueva deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI); y la calle, donde se organiza una nueva movilización en defensa a los jubilados, a la que este miércoles se sumarán La Cámpora, gremios docentes y organizaciones ligadas al PJ.
Las distintas tribus coinciden en el diagnóstico de que el Gobierno atraviesa el momento más complejo desde la asunción de Javier Milei, pero también son conscientes de las serias dificultades que tienen para capitalizar esa crisis, por la ausencia de liderazgos indiscutidos e iniciativa de la oposición. Con ese telón de fondo, Cristina buscó ponerse al frente y ordenar la tropa para contener las posibles fugas: busca que el grueso del peronismo rechace este miércoles en diputados al DNU que autoriza al Gobierno a tomar más deuda.
La Presidenta del PJ fue contundente al señalar la irregularidad de que el endeudamiento con el FMI se defina a través de un DNU, donde a Javier Milei le alcanzaría con que una sóla Cámara lo apruebe para mantenerlo vigente.
Mientras en la Rosada deslizan que tienen los votos para darle luz verde al DNU, será una jornada sensible al estar marcada por una nueva marcha en defensa de los jubilados, luego de la represión ordenada por Patricia Bullrich la semana pasada, en un megaoperativo que estuvo cargado de irregularidades.
Después de los incidentes, Bullrich se encargó de apuntar contra el peronismo bonaerense y acusó a los intendentes Fernando Espinoza (La Matanza) y Federico Otermín (Lomas de Zamora) de haber mandado barras a las inmediaciones del Congreso. Si bien ambos respondieron, como contó elDiarioAR cada uno lo hizo de forma individual, lo que da cuenta de la atomización del peronismo bonaerense, con dirigentes escindidos entre sus lealtades a Cristina Kircher o Axel Kicillof.
El debate estancado
Además de bajar un mensaje contundente para que sus diputados rechacen el DNU, Cristina buscó ponerse al frente de la maniobra opositora. En línea con el mensaje sobre la importancia de salir del “derrotismo” que hizo Sergio Massa unos días atrás, buscó mostrar al PJ ordenado detrás de su figura, como la única oposición partidaria capaz de pararse frente a Milei. Lo hizo en un momento en el que, lejos de resolver su discusión con Kicillof, el debate se estancó y no hay definiciones sobre el calendario electoral bonaerense.
La incertidumbre sobre la posibilidad de que Kicillof anticipe la elección paralizó también el debate sobre la suspensión de las PASO. El gobernador pidió celeridad a la Legislatura, pero su propio bloque hizo oídos sordos y, tanto La Cámpora como el massismo, dilatan la discusión a la espera de negociar con él la fecha electoral.
En ese contexto, el libertario Agustín Romo sorprendió con su pedido para convocar a una sesión especial este jueves a las 11 para suspender las PASO. El PRO bonaerense también publicó un comunicado en el que se posicionó a favor, aunque reina la incertidumbre sobre qué harán el kirchnerismo y el Frente Renovador, que está a favor de suspender las PASO pero que negocia en tándem con Cristina. “En la sesión pedida por los libertarios primero deberán alcanzar los 47 legisladores para el quórum y después necesitarán mayoría simple para votar uno de los cuatro proyectos dentro del paquete, que incluye al del massismo pero es difícil que ellos avancen si no tienen una resolución interna antes”, dijo a elDiarioAR un legislador bonaerense del PJ.
En rigor, el proyecto de Rubén Eslaiman (Frente Renovador) fue el primero presentado para suspenderlas. La postura del massismo está clara, pero también condicionada por su alianza con el kirchnerismo y la estrategia subyacente de presionar a Kicillof para, antes de votar, tener una certeza sobre el calendario electoral.
En el PJ Nacional y también en el massismo comparten la mirada de que, si se anticipan las elecciones, la campaña se provincializaría y eso licuaría el discurso de un peronismo unido y potente para enfrentar a Milei, además de que la Rosada pondría el foco en algunos problemas concretos de la Provincia, como la inseguridad.
Esta misma semana se conoció la foto de Javier y Karina Milei con los armadores Sebastián Pareja y Lule Menem y las sugestivas presencias de Diego Santilli y Cristian Ritondo, que desde hace tiempo coquetean con un salto a LLA. Mientras en el axelismo responden que “hay que evaluar cuánto arrastran del PRO y qué hacen los radicales”, algunos dirigentes kirchneristas consideran que la imagen es contundente: su análisis es que la oposición se unirá para vencerlos en la Provincia, lo que potencia la necesidad de que el peronismo vaya unido.
LA/DTC
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