SUEÑO

Manual de instrucciones del cannabidiol para dormir mejor: dosis, eficacia y precauciones

Darío Pescador

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El cannabis o cáñamo es una planta conocida desde hace milenios por la humanidad. El primer uso registrado del cannabis medicinal se remonta al año 2737 a.C. en China y desde entonces se ha empleado en el tratamiento del reumatismo, la epilepsia, el asma, las quemaduras cutáneas, el dolor, el tratamiento de enfermedades de transmisión sexual, las dificultades durante el parto, la hemorragia posparto y la actividad gastrointestinal, además de sus usos recreativos.

Como todos los organismos vivos, la planta del cannabis es compleja y contiene multitud de compuestos, pero los más interesantes son los llamados canabinoides, un grupo de compuestos químicos que se encuentran en la planta de cannabis. Incluyen más de 100 compuestos diferentes, siendo los más conocidos el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD). 

Lo más interesante es que las células del cerebro disponen de receptores específicos para los canabinoides, sobre todo porque también los producen. Las investigaciones han demostrado que el sistema endocannabinoide (SCE), que incluye los receptores cannabinoides y los endocannabinoides que los activan, desempeña un papel en una amplia gama de procesos fisiológicos, como la sensación de dolor, el estado de ánimo, el apetito y la función inmunitaria, así como en la progresión de los déficits de aprendizaje y memoria relacionados con la edad. 

El THC o tetrahidrocannabinol es el principal componente psicoactivo de la marihuana y es el motivo por el que la marihuana se consume de forma recreativa. Entre sus efectos están distorsiones de la memoria, alteraciones de las percepciones por vista, el oído y el tacto, aumento del apetito y alteración del estado de ánimo, relajación o euforia. A pesar de los efectos beneficiosos, también puede haber daños, especialmente en adolescentes

Pero hay otro canabinoide aún más interesante: el CBD.

Los beneficios del CBD

El cannabidiol o CBD es el otro canabinoide famoso de la planta de cannabis y ha sido objeto de numerosas investigaciones en los últimos años. Aunque todavía queda mucho por aprender sobre los posibles beneficios del CBD para la salud.

En concreto, el CBD parece ser un agente antiinflamatorio y analgésico, similar en sus funciones a la aspirina. Esto significa que podría ser útil para tratar a personas que sufren dolores inflamatorios como artritis o dolores de cabeza y corporales.

El CBD también tiene potencial para su uso en la terapia contra el cáncer, aunque no ha sido aprobado para este fin en muchos países. En primer lugar, hay pruebas de que puede matar directamente las células cancerosas, mejorando la capacidad de las terapias tradicionales como la quimioterapia para tratar la enfermedad. Hay que tener precaución, ya que esto no quiere decir que el CBD vaya a sustituir a esas terapias tradicionales.

En segundo lugar, debido a su capacidad para reducir el dolor y tal vez la ansiedad, la adición de CBD a un plan de tratamiento puede reducir los efectos secundarios y aumentar la calidad de vida de las personas con cáncer.

El CBD para conciliar el sueño

El insomnio es un trastorno del sueño que afecta a muchas personas y algunos estudios han sugerido que el CBD puede ser una opción de tratamiento potencial. Una revisión estudios publicada en 2022 encontró que el uso a corto plazo de dosis medias a altas de CBD puede mejorar el insomnio, aunque si se combina con THC (es decir, fumar marihuana, por ejemplo) puede resultar en una disminución del sueño profundo o de ondas lentas. 

Por otro lado, un estudio publicado en 2022 examinó los efectos de la suplementación nocturna con 150 mg de CBD durante dos semanas en personas con insomnio primario. Aunque los resultados preliminares mostraron una reducción de la gravedad del insomnio tanto en el grupo de tratamiento como en el de placebo, el CBD no superó al placebo en esta prueba.

El CBD es un inductor del sueño, reduce la percepción del dolor, la carga de estrés y la tensión muscular, y todo esto facilita una mejor entrada en el sueño

Otro estudio observacional de 2022 investigó los efectos de un compuesto natural que contenía melatonina y extractos de cannabis (incluidos 2,5 mg de CBD) sobre los trastornos del sueño en 20 pacientes. Los investigadores descubrieron que el compuesto reducía las alteraciones del estado de ánimo, el dolor y la ansiedad, y mejoraba la percepción general de la salud; todo lo cual contribuye a mejorar la calidad del sueño.

Según José Antonio Sánchez, director del centro médico especializado en los tratamientos con CBD Medcan, con más de 20 años de experiencia en materia: “El CBD es un inductor del sueño, mejora el estado de ánimo y reduce la percepción del dolor, reduce la carga de estrés y la tensión muscular, y todo esto facilita una mejor entrada en el sueño”. Sánchez también corrobora el éxito de los tratamientos: “Nosotros registramos un 87% de mejora en casos de insomnio, sobre todo si se compatibiliza con el uso de melatonina, siempre bajo control médico”. 

El problema del CBD como suplemento

Aunque estos estudios sugieren que el CBD puede tener potencial como tratamiento para el insomnio, se necesita más investigación para comprender plenamente sus efectos sobre el sueño y determinar las dosis y formulaciones óptimas. Además, es importante hablar con un profesional sanitario antes de utilizar el CBD para el insomnio, ya que puede interactuar con ciertos medicamentos o tener otros posibles efectos secundarios.

“En España el CBD ha pasado a ser legal como suplemento o cosmético, pero sin clarificación sobre su uso. Lo venden como inocuo y no lo es, en países es un medicamento”, aclara José Antonio Sánchez. “Puede tener interacciones con otros medicamentos y en estos casos puede haber hepatotoxicidad. En tratamientos de dolor o quimioterapia se pueden reducir las dosis de analgésicos, pero también puede haber interacciones”.

La falta de regulación del CBD como medicamento puede poner en riesgo a determinadas personas con patologías previas. “Debe tenerse en cuenta que las personas no tengan patologías de tipo coronario, porque el CBD es un depresor del sistema nervioso y puede causar arritmias en dosis altas”, explica Sánchez.

Se necesita más investigación para comprender plenamente los efectos del CBD sobre el sueño y determinar las dosis y formulaciones óptimas

La dosis adecuada, la dosis mínima, la dosis cero

La principal preocupación sobre la comercialización del CBD en la comunidad científica es la falta de información sobre la mejor forma de CBD y su dosis. El CBD se comercializa habitualmente como aceite con una concentración de entre el 5% y el 25%, pero también se vende como crema o loción tópica, como gominolas, cápsulas o tintura.

En un estudio de 2018 se describen los resultados de un análisis de muestras comerciales de CBD en los Países Bajos. Prácticamente ninguna de las 21 muestras contenía la cantidad anunciada de CBD en la etiqueta, 13 tenían poco o nada de CBD y muchas contenían niveles significativos de THC, que se suponía que no debía estar presente.

Hay que empezar a tomar la dosis mínima posible y, sobre todo, hacerlo bajo control médico

No existe una dosis estándar establecida de CBD para el tratamiento del insomnio, ya que la investigación aún está en curso. Sin embargo, algunos estudios han utilizado dosis que oscilan entre 150 mg y 300 mg de CBD al día para un uso a corto plazo. Pero esa dosis óptima puede variar en función de factores como el metabolismo, la gravedad de los síntomas del insomnio o el peso. 

Para José Antonio Sánchez, “como ocurre con todos los medicamentos, el mejor es el que no se toma”, afirma. “Hay que empezar a tomar la dosis mínima posible y, sobre todo, hacerlo bajo control médico”. 

*Darío Pescador es editor y director de la revista Quo y autor del libro Tu mejor yo publicado por Oberon.