El 9 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Adopción, una fecha establecida para promover y visibilizar los beneficios y desafíos de adoptar y crear conciencia sobre la situación de miles de niños y niñas que esperan una familia. A nivel global, organizaciones e iniciativas en diversos países apoyan esta causa con el fin de asegurar que cada niño tenga la oportunidad de crecer en un ambiente seguro y amoroso.
El símbolo característico de esta celebración es la “smiley hand” o mano sonriente, un dibujo de una carita feliz en la palma que representa el apoyo y la unión de quienes promueven la adopción. Durante el día, muchas personas y familias comparten fotos mostrando este símbolo en sus redes sociales, enviando un mensaje de amor, esperanza y empatía hacia todos aquellos que desean encontrar una familia.
La adopción permite no solo que los niños y niñas encuentren un hogar y el cariño que necesitan, sino que también ofrece a los adoptantes la oportunidad de formar una familia. Sin embargo, el proceso de adopción sigue siendo largo y, en muchos países, requiere de un compromiso profundo y una preparación adecuada por parte de quienes aspiran a adoptar.
La fecha también permite reflexionar sobre los desafíos asociados con la adopción, desde el proceso legal hasta la adaptación y los aspectos emocionales involucrados para los menores y las familias adoptivas. En muchos casos, se requieren redes de apoyo y acompañamiento para ayudar a integrar a los niños y adolescentes en su nuevo entorno, así como para proporcionarles una base sólida para su desarrollo.
Para muchos adoptantes y organizaciones, el Día Mundial de la Adopción representa una oportunidad para abogar por políticas que faciliten los procesos de adopción, asegurando que estos se lleven a cabo con el mejor interés del niño en mente. Es un día para dar visibilidad a historias de éxito, destacar los beneficios de la adopción y recordar que todos los niños merecen crecer en un ambiente seguro y rodeado de amor.
NB