El 4 de enero es el Día Mundial del Braille, instituido por la Organización de las Naciones Unidas para concientizar sobre la importancia del braille como sistema de lectoescritura y medio de comunicación para la plena realización de los Derechos Humanos para las personas ciegas y con deficiencia visual, así como para destacar el multilingüismo.
Esta efeméride nos recuerda que, según la Organización Mundial de la Salud, hay unos 36 millones de personas con ceguera en el mundo, y 216 millones sufren discapacidad visual moderada o grave. Estas personas tienen más posibilidades de vivir en la pobreza, de tener un peor estilo de vida y más dificultades para acceder a la educación y al empleo.
La fecha elegida coincide con el nacimiento del creador del sistema de escritura y de lectura táctil, el sacerdote y pedagogo Louis Braille, un 4 de enero de 1809 en Francia. Braille se quedó ciego por un accidente en su niñez mientras jugaba en el taller de su padre. Más tarde, se basó en el sistema inventado por el militar Charles Barbier de la Serre, y reinventó este lenguaje basándose primero en una matriz de 8 puntos y luego en 6.
¿Qué es el braille?
El braille es un sistema alfabético en relieve ideado para representar las letras, los signos de puntuación, los números, la grafía científica, los símbolos matemáticos y la música.
Su alfabeto consiste en celdas de seis puntos en relieve, organizados como una matriz de tres filas por dos columnas, que convencionalmente se numeran desde arriba hacia abajo y de izquierda a derecha. La presencia o ausencia de puntos permite la codificación de los símbolos. Mediante estos seis puntos, se obtienen 64 combinaciones diferentes.
Además, existen signos diferenciadores especiales, para convertir a una letra en mayúscula, bastardilla, número o nota musical. Este sistema de escritura es principalmente usado por personas ciegas o con deficiencia visual para leer libros y publicaciones, y es considerado un medio de comunicación.
LC