Todos los 12 de octubre se celebra el Día de Respeto a la Diversidad Cultural, un día de reflexión histórica y diálogo intercultural respecto a los pueblos originarios en el continente americano. El nuevo nombre de la fecha cobró nuevo significado respecto a su anterior nombre, “Día de la Raza”, más acorde al valor que le asigna la Constitución Nacional y diversos tratados y declaraciones de Derechos Humanos a la diversidad étnica y cultural de todos los pueblos.
Este cambio de paradigma implicó dejar atrás la conmemoración de “la conquista” de América y el encuentro del Nuevo Mundo con el Viejo Mundo con la llegada de Cristóbal Colón, para dar paso al análisis y a la valoración de la inmensa variedad de culturas que han aportado y continúan nutriendo a la construcción de nuestra identidad. En este día, se invita a mantener un diálogo intercultural abierto poder solucionar conflictos democráticamente que puedan ocurrir entre distintas culturas que habiten un mismo territorio.
Con la propuesta del cambio de nombre por parte del Inadi en el 2007, ratificado por el decreto 1584/10 en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, se propuso dejar de festejar una fecha que celebraba el inicio de la conquista de los pueblos originarios y la explotación de sus recursos naturales, y también a dejar de pensar en un “descubrimiento”, ya que Colón no llegó a un territorio desierto, sino uno habitado por otras civilizaciones con lenguas, estructuras y creencias propias.
Antes del “Día de la Raza”, en el año 1917 por decreto del presidente Hipólito Yrigoyen, se estableció esta fecha bajo el nombre “Día de la Hispanidad”. Ese nombre tuvo también en España oficialmente desde 1958, bajo la dictadura de Francisco Franco. En 1987, la ley española 18/1987 cambió el nombre en a “Fiesta Nacional”, simbolizando “la efeméride histórica en la que España inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos”, según su Boletín Oficial.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la diversidad cultural “amplía las alternativas; alimenta diversas capacidades, valores humanos y cosmovisiones; y permite que la sabiduría del pasado nos prepare para el futuro. La diversidad cultural puede impulsar el desarrollo sostenible de los individuos, comunidades y países”.
LC