Este jueves será la primera de las cuatro audiencias del juicio que deberá determinar si el ex cura Carlos Eduardo José es condenado por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por su condición de sacerdote. Esa es la acusación que recayó sobre él luego de que Mailín Gobbo lo denunciara por abusar de ella entre 1999 y 2008, cuando tenía entre 12 y 21 años y él era el apoderado legal y el párroco del Instituto San José Obrero, el colegio religioso al que ella asistió en Caseros.
Héctor Silveira, el abogado que representa a Gobbo en el juicio, confirmó a elDiarioAR que el ex sacerdote cumple prisión preventiva desde hace tres años y medio en un penal del partido de San Martín y que, por el delito que se le imputa, podrían condenarlo a entre ocho y veinte años de cárcel efectiva. Según el letrado, haber tenido a Mailín en guarda como representante legal del colegio y haberle provocado un daño grave a su salud son también agravantes de la acusación.
Gobbo denunció los abusos de los que fue víctima durante casi una década en 2017, y también lo hizo Jazmín Detez, otra alumna del instituto de Caseros. Fue ante la UFI N° 14 de los Tribunales de Caseros, y la difusión de esos casos impulsó a otras dos estudiantes del San José Obrero. Cecilia Burgos y Karen Maydana llevaron a la Justicia sus denuncias por los abusos sexuales del ex cura, cometidos en todos los casos cuando eran menores de edad.
Sin embargo, según explicó Silveira, por cuestiones procesales las denuncias de Burgos, Maydana y Detez fueron consideradas prescriptas. Las tres denunciantes han llevado sus casos a la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires para que se contemple la modificación en los plazos de la prescripción de los delitos contra la integridad sexual de menores de edad que estableció la ley 27.206, sancionada en 2015 por el Congreso.
Antes de recurrir a la Justicia ordinaria, Gobbo había iniciado en 2009 una denuncia eclesiástica ante el Arzobispado de San Martín. Según su defensa, esa dependencia de la Iglesia tomó una decisión habitual ante los casos de denuncias por abuso sexual que recaen sobre sacerdotes: silenciar el caso y trasladar a Carlos Eduardo José, es decir, encubrirlo. Sólo cuando la denuncia fue ante la Justicia civil, el entonces cura pidió la dispensa del sacerdocio, algo que fue confirmado desde el Vaticano: dese ese momento ya no pudo ejercer el ministerio sacerdotal.
Gobbo fue alumna del colegio de Caseros en el que se desempeñaba el ex sacerdote hasta 2° año de la secundaria. Sin embargo, José siguió presente en su vida -y en su casa- por ser amigo de la familia. Cuando la joven presentó su denuncia judicial en 2017, el ex cura permaneció prófugo una semana: es por eso que se le otorgó prisión preventiva.
El juicio por los hechos denunciados por Gobbo tendrá audiencias este jueves, el viernes 5, el jueves 11 y el viernes 12. “Será hasta que las velas no ardan, porque hay más de 40 testigos por parte de la querella y otra cantidad similar por parte de la defensa”, describió el abogado de la denunciante. Tras las audiencias, el tribunal deberá definir su veredicto, aunque la fecha para eso no está determinada aún.
BJ