El Tribunal Supremo (TS) de Estados Unidos celebró este martes una audiencia sobre la mifepristona, una sustancia empleada en las píldoras abortivas, y los jueces se inclinaron en su mayoría hacia no restringir su uso, en el caso sobre el aborto más importante que ha tenido el máximo tribunal desde que anuló la sentencia ‘Roe vs Wade’ en 2022.
Pese a que el TS cuenta con una mayoría conservadora y fue el órgano que eliminó hace casi dos años la protección constitucional del aborto, hoy mostró sus reticencias a creer que la asociación médica antiabortista Alianza para la Medicina Hipocrática haya demostrado que sufrió el tipo de daño que le da derecho a demandar.
Durante las casi dos horas que duraron los argumentos orales, el Gobierno y la compañía farmacéutica GenBioPro enfatizaron en su seguridad y rechazaron así los argumentos de Erin Hawley, abogada de la Alianza para la Medicina Hipocrática, de que la sustancia es peligrosa.
Una visión rechazada por múltiples estudios que han demostrado que la sustancia, utilizada en la mayoría de los abortos en Estados Unidos, es segura.
Los jueces -cuya decisión se conocerá a finales de junio o principios de julio- están examinando si fueron legales los cambios de normativa llevados a cabo en 2016 y 2021 por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) que hicieron que el medicamento estuviera disponible por correo y que fuera recetado por un proveedor de salud que no tiene que ser un médico.
El juez Samuel Alito, que fue precisamente quien redactó la decisión de 2022 que anuló 'Roe vs Wade', fue uno de los que mostró hoy su descontento con el argumento de la administración de Joe Biden de que los médicos no tienen el derecho legal o la “legitimidad” para demandar.
“¿Hay alguien que pueda demandar y obtener un fallo judicial sobre si lo que hizo la FDA fue legal? Tal vez lo que hicieron fue perfectamente legal. ¿Pero no debería alguien poder impugnar eso en los tribunales?”, preguntó el conservador.
Pero fueron más quienes expresaron dudas. El también conservador Neil M. Gorsuch describió este caso como “un excelente ejemplo de cómo convertir lo que podría ser una pequeña demanda en una asamblea legislativa” en un caso “a nivel nacional sobre la aprobación de la FDA”.
¿Por qué es tan relevante este caso?
Han pasado casi dos años desde que el Tribunal Supremo eliminara la doctrina ‘Roe vs Wade’ que había protegido el aborto a nivel nacional durante décadas. Desde entonces, dos decenas de estados han restringido o prohibido el aborto y por ello el ‘teleaborto’ ha sido la solución para millones de mujeres en el país.
Una decisión judicial que restrinja la mifepristona afectaría a los proveedores de servicios en todos los estados, incluidos aquellos donde el aborto sigue siendo legal. También dificultaría el mencionado procedimiento, por el que las mujeres reciben las píldoras abortivas por correo y son atendidas por doctores de manera telemática. Y podría poner en duda la capacidad de la FDA para aprobar y distribuir otros medicamentos.
Este caso se inició en noviembre de 2022, después de que un grupo de médicos y organizaciones médicas antiaborto demandaran a la FDA.
La coalición presentó la impugnación en Amarillo (Texas) y el juez Matthew J. Kacsmaryk, designado por Trump y abiertamente opuesto al aborto, emitió un fallo preliminar invalidando la aprobación del medicamento y retirando la píldora del mercado.
En agosto de 2023, tres jueces del Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito de EE.UU., uno de los tribunales de apelaciones más conservadores del país, determinó que la mifepristona debería seguir siendo legal, pero impuso importantes restricciones de acceso, que ahora están en el aire, a la espera de la decisión del Supremo.
¿Qué es la mifepristona?
La mifepristona es uno de los dos medicamentos utilizados en un aborto con medicamentos y se combina con el misoprostol para interrumpir un embarazo.
Bloquea la progesterona, hormona necesaria para que continúe el embarazo, mientras que el misoprostol provoca contracciones uterinas, lo que hace que el cuerpo expulse el feto.
Numerosos estudios apuntan que la combinación de estas píldoras provoca un aborto completo en más del 99 % de las pacientes.
La organización Planned Parenthood recordó este martes en un comunicado que la mifepristona es “segura y eficaz, con o sin visita a un centro de salud” y que ha sido utilizada por más de cinco millones de personas en Estados Unidos desde hace más de 23 años.
En opinión de Alexis McGill Johnson, presidenta y directora general de la organización, este caso es una muestra de que “quienes se oponen al aborto siguen empeñados” en controlar los cuerpos de las mujeres “prohibiendo el aborto en todo el país”.
Manifestantes protestan contra la restricción de la píldora abortiva en EEUU
La audiencia celebrada este martes en el Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre el uso de la píldora abortiva atrajo a las cercanías de la corte a cientos de manifestantes en favor del fármaco, quienes reclamaron el derecho de las personas a decidir sobre sus propios cuerpos.
“Urgimos a los jueces a que rechacen este caso porque está políticamente motivado y pone en peligro la salud reproductiva de las personas gestantes del país”, sentenció a EFE la directora senior de alianzas estratégicas de Planned Parenthood, Angela Cobián.
En la audiencia, cita clave en la guerra que los conservadores han declarado a la píldora abortiva, los jueces escucharon los argumentos de las partes implicadas en el conflicto que tiene su origen en la decisión de 2016 de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés), que flexibilizó las normas para obtener la mifepristona.
La asociación médica antiabortista Alianza para la Medicina Hipocrática denunció que la pastilla se pueda recetar de forma telemática y ser enviada por correo, más allá de dispensarse en farmacias físicas, y una corte de apelaciones le dio la razón.
En este sentido, Cobián alertó que los grupos antiaborto, aparte de tratar de prohibir dicho procedimiento en todos los estados del país, ponen en riesgo la credibilidad de los procedimientos que utiliza la FDA que, según ella, “están basados en la ciencia y en la evidencia”.
Convocadas por Planned Parenthood -una organización que ofrece servicios de salud reproductiva- y otras asociaciones en coalición como American Civil Liberties Union, las personas reunidas en las puertas del alto tribunal en Washington portaban carteles en los que se podía leer “prohibiciones fuera de nuestros cuerpos” o “el aborto es asistencia sanitaria”.
Además, las organizaciones convocantes apuntaron que el acceso a dicha píldora se ha convertido en la única vía para abortar en algunos estados del país desde que el Tribunal Supremo anulase en junio de 2022 el fallo ‘Roe contra Wade’, que había protegido el aborto a nivel federal desde 1973.
La mifepristona fue autorizada para su uso en Estados Unidos en 2000 y Charlotte Odiase, una estudiante de la Universidad Estatal Morgan de Baltimore (Maryland) de 19 años, aseguró que, aunque se prohíba, “los abortos no van a desaparecer”, así que “es mejor que existan formas seguras de hacerlo”.
“No podemos dejar de luchar porque el retroceso que estamos viviendo en los derechos reproductivos es preocupante”, añadió Reagan Wade, estudiante de la misma universidad de 23 años.
Un temor compartido por Debby Marval, de 68 años, quien reconoció a las puertas del Supremo estar “aterrorizada” por lo que pueda suceder con este caso y, sobre todo, en las próximas elecciones presidenciales de noviembre.
También a las puertas del TS acudieron varios miembros del grupo de defensa legal cristiano conservador Alliance Defending Freedom (ADF), que tiene como prioridades ilegalizar el aborto, restringir los derechos de la comunidad LGTBIQ+ y expandir las prácticas cristianas en las escuelas públicas y en el gobierno.
Separados de la convocatoria en favor de la píldora por una valla, los grupos antiabortistas -con menor presencia que sus opositores- mostraron carteles en contra de la FDA y con frases como “el aborto químico perjudica a las mujeres”.
Uno de los argumentos principales de los que se oponen a dicho medicamento es que la pastilla no es segura y que ha habido víctimas por su culpa, por lo que piden a la FDA que priorice “la salud y el bienestar de las mujeres”. Una visión que no sustentan numerosos estudios, que defienden la seguridad de la píldora.
Pese a su mayoría conservadora, el TS se mostró este martes contrario a la restricción de la sustancia, aunque no comunicará su decisión hasta finales de junio o comienzos de julio.
En pleno año electoral, el aborto se ha convertido en uno de los principales puntos de fricción entre demócratas y republicanos.
EFE
IG