El Sudeste Asiático vive en las últimas semanas una ola de calor sin precedentes que llevó las temperaturas a máximos nunca antes alcanzados en una región muy vulnerable a la crisis climática, mientras el fenómeno El Niño amenaza con más calor y sequías en los próximos meses.
Varios países de la región batieron máximos históricos de temperatura varias veces: Vietnam superó su récord dos días seguidos el pasado fin de semana y fijó el nuevo máximo en 44,2 grados, casi un grado más que los 43,3 alcanzados en 2019.
La vecina Laos alcanzó también su máximo en la ciudad de Luang Prabang con 43,5 grados, 1,5 grados por encima del anterior registro de 2019, mientras que Tailandia vivió el domingo con la temperatura media más elevada de su historia.
“Prácticamente todas las estaciones de Laos registraron el día más caluroso de la historia”, advirtió el domingo en Twitter el historiador del clima Maximilano Herrera, que recopila las temperaturas extremas en el planeta.
UNA DURACIÓN NUNCA VISTA
Aunque siempre se han producido olas de calor, lo excepcional de las últimas semanas ha sido el largo tiempo sin que el termómetro diera tregua, casi dos meses de temperaturas extremas en algunas zonas del sudeste de Asia, según Herrera, que calificó de “absolutamente increíble” el calor persistente en Tailandia y Laos en las últimas siete semanas.
“Uno de los acontecimientos más brutales nunca vistos está ocurriendo ahora en el Sudeste Asiático: se están pulverizando récords por cientos por Tailandia, Laos y Vietnam”, escribió Herrera en Twitter el pasado fin de semana.
El mes de abril suele ser el más caluroso en buena parte del Sudeste Asiático, justo antes del comienzo de la temporada de lluvias, pero rara vez se superan los 40 grados debido a la humedad ambiental, que hace que el aire sea más resistente al calentamiento o al enfriamiento.
PROBLEMAS DE SALUD
Las autoridades de varios países han advertido a la población de que minimicen sus salidas para evitar golpes de calor que pueden resultar fatales: en Malasia al menos tres niños de entre 1 y 12 años han muerto en las últimas semanas por golpes de calor, según el diario New Straits Times.
Las altas temperaturas se asocian con mayor incidencia de afecciones cardiovasculares, de riñón, y respiratorias, por lo que la incidencia real no se conocerá hasta pasados unos meses, cuando se pueda observar si se ha producido un aumento inusual en el número de muertes.
La persistencia del calor extremo amenaza con dañar la salud de la población en una zona del mundo en la que todavía existen enormes bolsas de pobreza, con personas que viven hacinadas en habitaciones exiguas mal ventiladas y donde pagar el aire acondicionado y las facturas eléctricas que genera es una quimera para millones de personas.
CRISIS CLIMÁTICA Y EL NIÑO
Este episodio concuerda con lo advertido por la comunidad científica mundial acerca de la crisis climática que acecha al planeta y que tiene al Sudeste Asiático como uno de sus lugares más vulnerables por las altas temperaturas, el riesgo de sequía y también por el aumento del nivel del mar.
A la crisis climática es probable que se sume este año el fenómeno climatológico El Niño, que supone un calentamiento de la superficie del Océano Pacífico tropical central y oriental y que provoca aumentos de las temperaturas globales.
La ONU ha advertido de que está aumentando la probabilidad de que El Niño tenga lugar a partir del segundo semestre del año, lo que podría agravar la situación y provocar un aumento de las temperaturas el próximo año.
EFE.
IG