Uno. “A la depresión es mejor confundirla”, le dice Ulises a su hermano Federico en el cortometraje Shakti, de Martín Rejtman (lo subieron por estos días a Mubi, abajo les cuento más). Con la intención de levantarle el ánimo caído –acaba de morir su abuela y casi en simultáneo Federico se separa de su novia– le propone hacer todo tipo de actividades. Lo lleva a participar con él en un coro, por ejemplo, y también a bailar. Pero Ulises parece no conformarse. No termina de entender el comportamiento de su hermano o prefiere leer la situación (bastante nítida, por otra parte: un duelo doble) a su modo. En ese reino de los puntos ciegos que son siempre las obras de Rejtman –si algo se cifra en lo rejtmaniano es ahí, en una sucesión infinita y perfecta de horas de no ver–, el colmo: Ulises obliga a Federico a operarse la vista. Lo hace para que deje de usar lentes y se transforme mágicamente en otra persona. Una que, tal vez en su fantasía, mira al mundo de frente, una que no precisa intermediaciones, una que no esconde los ojos.
Dos. “Tenía que hacerles entender a mis jefes que necesitaba dedicar cuatro días a mirar a un pájaro a los ojos. No hay otra forma de hacer esto”, le dice el proteccionista de aves Andrés Capdevielle al periodista Nicolás Baintrub en la crónica Coronada (salió hace poquito por Vinilo Editora, abajo también les cuento más). A lo largo de todo el texto, Baintrub irá, casi como un detective, tras los pasos de este hombre que se propone una tarea insólita y extrema: rehabilitar a las águilas coronadas, una especie en peligro de extinción de la que quedan menos de mil ejemplares en lugares recónditos de la Argentina. Otro choque de puntos ciegos: el del tipo que dedica su vida a una batalla que sabe de antemano que está perdida y el del retratista que, con gran elegancia y a priori sin imponerse una brújula, decide acompañarlo en ese viaje.
Tres. Un viaje onírico, musical y desopilante se puede ver en la obra de teatro Paraguay (sí, como podrán intuir a esta altura, abajo les cuento más). Dos chicas paraguayas proyectan irse de su país para llegar a Estados Unidos, una tierra ideal en los planes, soñada, repleta de posibilidades para ellas y para las mujeres en general. El punto ciego, otra vez, es el punto de partida: ¿qué ven en ese país, más allá del café en vasos de cartón con sus nombres garabateados, de los trotecitos en ralenti que conocen de memoria por las películas, de una promesa de libertad? ¿Quiénes imaginan ser en ese lugar al que llegan a tientas? ¿Por qué están tan firmes en el anhelo, tan seguras en su decisión? ¿Por qué no pueden pensar en algún movimiento imprevisto hasta que todo lo inesperado se les viene encima?
Cuatro. “Lo inesperado es muy importante para mí. En uno de mis cuentos (Escapada), una mujer que tiene un matrimonio complicado decide dejar a su marido, alentada por una mujer muy sensata mayor que ella. Y entonces, cuando intenta irse, advierte que no puede hacerlo. Lo más razonable es irse, sus motivos son muchos, pero no puede. ¿Cómo puede ser? Yo escribo ese tipo de cosas, porque soy yo la que no sabe ‘cómo puede ser’. Por eso tengo que prestarle atención: allí hay algo que merece mi atención”, dijo Alice Munro en una de las entrevistas que circularon internacionalmente cuando ganó en 2013 el Premio Nobel de Literatura. La escritora, una de mis favoritas, murió hace unos días y se multiplicaron los homenajes (abajo, también, hay más).
Esta entrega de Mil lianas está atravesada por la pregunta de Alice Munro. Ese cómo puede ser que siempre es más fácil de advertir en los demás y tan elusivo ante los ojos propios cuando se trata de nosotros mismos. Pasen, es por acá.
1. Shakti, de Martín Rejtman. El cineasta argentino más minimalista, el de los diálogos secos y perfectos, el de la comedia sin estridencias, el de los objetos absurdos y el de los intercambios todavía más absurdos de esos objetos, condensa en este cortometraje de 19 minutos buena parte de su universo y de sus obsesiones.
Estrenado en 2019 en el Festival de Cine de Berlín y subido recientemente a la plataforma Mubi, que por suerte tiene gran parte de su obra disponible para ver online, Shakti cuenta la historia mínima de Federico, un veinteañero que decide separarse de su novia. Cuando él está por plantearle que es hora de tomar caminos distintos, ella le gana de mano y se lo dice primero. Todo esto ocurre el mismo día en que Federico se entera de la muerte de su abuela. Impactado por la liviandad con la que su ahora ex aborda la separación y descolocado ante ese agujero que deja siempre un duelo, pasa las horas de tristeza entre sus sesiones de psicoanálisis, los consejos disparatados de su hermano y los platos de comida judía que se multiplican ante sus ojos en el encuentro familiar por Pesaj.
Como en toda película de Rejtman, no faltan los diálogos desorbitados, las escenas en una pista de baile, la aparición de Susana Pampín (en esta oportunidad interpreta a la psicoanalista de Federico) y una Buenos Aires que, entre sus departamentos de otro tiempo y sus enredos de clase media, intenta mantenerse a flote en el desconcierto.
Breve y perspicaz, Shakti es un exponente más de la agudeza de Rejtman y de la vitalidad alucinante de sus creaciones.
El cortometraje Shakti, de Martín Rejtman, se puede ver en la plataforma Mubi.
2. Coronada, de Nicolás Baintrub. Un hombre se obsesiona y otro lo sigue detrás con atención, con ganas de saber más. Como les comentaba arriba, Coronada (Vinilo Editora, 2024), de Nicolás Baintrub, es un libro breve que tiene como protagonista al proteccionista de aves Andrés Capdevielle y a las águilas coronadas, un particular tipo de animal en extinción que, según los expertos, porta una genética única originada en tiempos jurásicos. “Son dinosaurios vivos que pueden dejar de existir para siempre. En todo el mundo quedan menos de mil águilas coronadas”, explica el autor.
Con sutileza y genuino interés por un asunto que a priori parece algo lejano (¿qué mueve a este hombre de 52 años a dedicarse a una tarea tan exhaustiva y tan específica?, ¿por qué tanto despliegue físico y mental por este tipo de aves peligrosas e inusuales?), Baintrub va tras los pasos de Capdevielle, que tiene como centro de operaciones el ex zoológico de Buenos Aires y que también se mueve por todo el país. Experto en cetrería, es decir, en una técnica milenaria para rehabilitar a estos animales heridos enseñándoles a cazar nuevamente para poder restituirlos a la naturaleza, Capdevielle se planta como un enigma para el cronista.
Con escenas magnéticas por las descripciones de los movimientos sutiles del proteccionista, de las propias aves en recuperación o de los crueles efectos del accionar de los humanos que deriva en pérdidas de estos ejemplares, Baintrub observa a Capdevielle sin juzgarlo, descubriendo capas de una personalidad singular dedicada obsesivamente a una misión tan imposible como fascinante. Con una escritura diáfana que da cuenta de una mirada inquisidora y compasiva a la vez, el autor consigue entonces un retrato cercano, conciso y profundo.
Nicolás Baintrub nació en Buenos Aires, en 1991. Es periodista y licenciado en Psicología. Colaboró con crónicas y perfiles en medios como Anfibia, La Agenda y Página/12. Su artículo Un cuerpo dormido no es un cuerpo muerto fue elegido entre los tres mejores de habla hispana en el True Story Award 2023.
El libro Coronada, de Nicolás Baintrub, salió por Vinilo Editora.
3. Paraguay, de Lucía Maciel y Paula Grinszpan. “Siento la belleza de la libertad, siento que estoy lejos del Paraguay”, canta el elenco de esta obra, nacida en el teatro independiente y trasladada ahora a una sala de la calle Corrientes. Paraguay es una comedia que cuenta el periplo delirante de Yanina (Olivia Daiez) y Natalia (Manuela Martínez), dos jóvenes que dejan su país para ir a vivir el supuesto sueño americano a los Estados Unidos. La palabra “libertad” se repite, se subraya, se vuelve mantra y también arma de doble filo en el anhelo de las protagonistas que, arrastradas por las ganas de cambiar sus vidas, deberán sortear todo tipo de escollos para llegar a destino y también cuando finalmente lo logren.
Será en ese camino que, entre canciones cómicas y situaciones hilarantes, se cruzarán con distintas versiones de la autoridad, encarnadas por el actor Mariano Saborido. Sobresaliente en la piel de una especie de agente policial de frontera en Chile y todavía más cuando le pone el cuerpo a Liliana, la mujer que recluta a las jóvenes para trabajar en tierras estadounidenses, Saborido da muestras de todo su histrionismo y también de un talento vocal increíble para entonar los distintos temas musicales que recorren la obra. Lo hace acompañado por la guitarra y los coros de Migue Canevari.
A partir de una creación colectiva, con canciones propias y clásicos del repertorio latinoamericano reversionados por el grupo, las actrices y dramaturgas Paula Grinszpan y Lucía Maciel proponen una obra hilarante que, con cariño por sus protagonistas y con inteligencia, indaga en el deseo hasta sus confines más absurdos.
Paraguay se presenta en el Teatro Astros de Buenos Aires. Más información sobre funciones y horarios, en este enlace.
4. Alice Munro, in memoriam. Como señalaba al comienzo, un asunto que siempre rodea a la escritora canadiense Alice Munro, que murió la semana pasada a los 92 años, es lo inesperado. Maestra del cuento extenso, sus historias están atravesadas por tironeos fortuitos, por temblores de la intimidad, por movimientos leves que llegan para torcer la inercia aparentemente cómoda de la rutina.
Munro nació en 1931, en Wingham, Ontario, y vivió en una granja en el oeste de esa provincia en tiempos de dificultades económicas y en un ambiente puritano que quedó reflejado en buena parte de su obra. Por acá armé un pequeño repaso por su vida y por sus libros más destacados y también por las palabras elogiosas que le dedicaron muchísimos escritores y escritoras con admiración.
La nota Alice Munro: cuatro caminos a una autora fascinante y la escritura según sus propias palabras se puede leer en este enlace.
Banda sonora. Para seguir con el tono del comienzo, a este rincón musical se suman esta semana canciones alrededor de los ojos y de la mirada. De todo, como siempre: de Manu Chao en francés a Taylor Swift; de Mercedes Sosa a John Lennon. También una selección de Hora de no ver, de Suárez.
Hay bonus tracks: como me encantó la obra de teatro Paraguay y vi que dos de las canciones que canta el elenco están en Spotify, también las agregué a nuestra lista compartida. (Recordatorio: no acepten imitaciones, la banda sonora de Mil lianas se escucha siempre por acá).
¡Hasta la próxima!
Mil lianas también se puede leer como newsletter. Para recibirlo por correo electrónico cada viernes pueden suscribirse por acá.