La moda ofrece una lección de anatomía y no precisamente porque la muestre literalmente a través de transparencias, prendas reducidas o patrones ajustado, sino porque propone piezas que exhiben y revelan el cuerpo hasta exponer su interior, sus vísceras, su parte más vulnerable.
En moda, desde hace años, la obsesión por el cuerpo es omnipresente y esta temporada se lleva hasta sus últimas consecuencias con prendas que muestran desde el cerebro o el esqueleto óseo hasta el aparato digestivo, incluyendo con todo tipo de detalle hasta las vísceras.
Esta tendencia, bien la conoce el artista multimedia David Szauder (Hungría, 1976) quien se ha encargado de lanzar a través de su cuenta de Instagram una colección de jerséis -con o sin capucha-, estampados con órganos como el hígado o los pulmones.
Otros modelos presentan el esqueleto humano, el aparato digestivo, el sistema circulatorio o distintas células y tejidos de la anatomía.
Un trabajo, que parece tejido a mano, pero que sin embargo se ha realizado con una serie de imágenes tratadas con inteligencia artificial que ofrecen un culto a la anatomía humana con una potente carga expresiva.
Szauder, que también es docente universitario y consultor de arte, ha presentado estas originales prendas en su cuenta de Instagram y rápidamente se han hecho virales en redes y han puesto de moda la llamada “anatomía macroscópica”.
“Esta moda crea un trampantojo fascinante”, dice a EFE Helena López del Hierro, directora del Museo del Traje de Madrid que recuerda que ya en 1938, la diseñadora italiana Elsa Schiaparelli (1890-1973) diseñó junto al artista español Salvador Dalí (1904-1989) el 'Skeleton Dress', un vestido negro a modo de esqueleto, seguramente el primer modelo que plasmaba el cuerpo humano como una especia de radiografía.
Ahora, el concepto va más allá, da un paso de gigante y revela el cuerpo humano hasta exponer partes internas y vulnerables como los intestinos, los pulmones o las arterias.
La idea de mostrar la anatomía a través de la moda no es nueva, pero cada vez es más revolucionaria. Prueba de ello son los accesorios que lanzó la pasada temporada la firma Schiaparelli en los que centró toda su atención en el pecho con collares a modo de bronquios, una creación que lució la modelo Bella Hadid en la alfombra roja de Cannes.
El interior del cuerpo humano, arterías, músculos y vísceras, han sido tratado también por el francés Jean Paul Gaultier (1952) de muy diversas formas. Desde trajes que reproducen un cuerpo sin piel hasta un tejido que dibuja un cuerpo desnudo, creaciones que utilizan ese punto erótico de mostrar y ocultar.
La diseñadora italiana Vivetta Ponti (1980) ha jugado con la idea de los pezones, mientras que la firma Balmain ha reformulado el 'naked dress' (vestido desnudo) y el creador Jonathan Anderson, para Loewe, también ha trabajado la interacción entre moda y cuerpo humano con vestidos arquitectónicos.
Una tendencia que, en muy poco tiempo, se ha instalado en camisetas y sudaderas de algodón de todos los colores que se prodigan con autoridad sobre todo en redes sociales y escaparates de firmas online y que lucen coloridas estampaciones recreando el interior del cuerpo humano.
Por Carmen Martín, para la agencia EFE.
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