A cinco años del crimen

La muerte de Fernando Báez Sosa, un recuerdo obligado en una Villa Gesell de temporada de verano

Este sábado 18 de enero se cumplen cinco años del crimen de Fernando Báez Sosa, el joven de 18 años que murió tras un ataque en patota a la salida de un boliche en Villa Gesell. Por el asesinato, fueron condenados los ocho rugbiers involucrados en el hecho.

La brutal muerte, que quedó registrada en varios videos de cámaras de seguridad, generó conmoción en todo el país y, tras un largo proceso legal, la Justicia les dio prisión perpetua a cinco de los jóvenes acusados de homicidio y sentenció a 15 años a los tres que fueron señalados como actores secundarios. 

Desde que ocurrió el crimen, el grupo de chicos oriundos de Zárate optó por mantener un pacto de silencio como estrategia de la defensa. Sin embargo, tras conocerse las condenas, Máximo Thomsen, el principal señalado por la querella, y Matías Benicelli decidieron romper el acuerdo y cambiar de abogado. 

Frente al boliche Le Brique donde ocurrió el crimen, en plena temporada de verano , se levantó un santuario donde hay una foto de Fernando y un cartel con su nombre, cartas, flores y rosarios para que su muerte no se olvide, y a pocos pasos unas placas pegadas sobre la pared de los locales que rezan: “En este lugar fue asesinado Fernando Báez Sosa... El pueblo de Villa Gesell acompaña a su familia y solicita Justicia”.

Hoy, cinco años después, la gente transita por esa cuadra en pleno centro de Villa Gesell, muchos están de vacaciones, pasan, miran el árbol del santuario, algunos se hacen la señal de la cruz, porque al lado de ese árbol, en esa vereda, mataron al joven de 18 años. Pero enseguida levantan la vista.

Enfrente está el boliche, de donde salió Fernando aquella noche, y también los acusados, lugar al que habían asistido para pasar un buen momento con amigos y todo terminó en tragedia. Ese lugar sigue igual que cinco años atrás, está abandonado, sin pintar. A su alrededor muchos restaurantes, kioscos, peluquería, locales de ropa. Desentona en esa escenografía, es como una mancha negra de una hermosa ciudad balnearia.

La estrategia de los rugbiers para reducir las condenas

El abogado Hugo Tomei fue el encargado de representar a los ocho acusados durante el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, optando por una estrategia en conjunto. Sin embargo, en marzo de 2024, Thomsen y Benicelli rompieron el pacto y cambiaron de defensor, a su vez que mostraron un perfil de arrepentimiento por lo ocurrido aquella noche del 18 de enero de 2020. 

Thomsen, condenado a perpetua, brindó una entrevista televisiva donde aseguró que “rezaba todos los días por Fernando” y que sentía culpa por lo sucedido. No obstante, negó ser quien le dio la patada mortal: “Yo no fui. Fue Ciro Pertossi. Siempre dijeron que esa persona había sido yo y yo claramente no fui”.  

El objetivo de la defensa es poder reducir la pena tanto de quienes recibieron prisión perpetua, a los cuales se les eliminó el agravante de alevosía, como para aquellos condenados a 15 años.

Francisco Oneto, actual representante de Thomsen, explicó que al momento se encuentran a la espera del dictamen del procurador general y de la dirección de la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires, con respecto a su apelación. “Si no hace lugar a lo que planteamos, que no sé cuándo se conocerá la resolución, iré a la Corte Suprema de la Nación”, remarcó el letrado, en diálogo con TN. 

En esta misma línea se mantuvo el representante legal de Benicelli: “Yo creo que la Corte va a saber escindir las responsabilidades, porque hay tres chicos que patearon hasta matar y a esos se les encontró sangre de Báez Sosa en sus zapatillas”.

Para la defensa, no hubo premeditación, por lo que la Cámara de Casación anuló el carácter de alevosía. “Supongo que la Corte también sacará ese agravante, pero solo de los tres homicidas. Sobre los otros, no creo que haya ni participación secundaria”, sostuvo. 

En abril de 2024, Benicelli escribió una carta desde la cárcel en la que aseguró: “Yo no maté a Fernando. Nunca fui parte de un pelotón de fusilamiento que, a patadas, sesgó la vida de Fernando, ni fui uno de los que salían a buscar peleas por Zárate con otros grupos para jactarme de esas supuestas hazañas”.

La estrategia de la querella

El marzo de 2024 salió el fallo de Casación, a partir del cual, tanto la defensa como la querella, presentaron un recurso extraordinario. Este se elevó a la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires. 

Una vez que el organismo dé a conocer su resolución, las partes tendrán la posibilidad de presentar un último recurso de apelación frente a la Corte Suprema de la Nación.

Por parte de la defensa de Graciela y Silvino, padres de Fernando, el abogado Facundo Améndola aclaró que ellos apelaron, por un lado, la quita del agravante de alevosía, y por el otro, solicitaron prisión perpetua a los tres jóvenes que recibieron 15 años de cárcel, al considerarlos “coautores”.

El video de la mamá de Fernando

NB