El 'Perseverance' logró pisar el suelo de Marte. Tras más de seis meses y 204 millones de kilómetros de travesía por el espacio, el vehículo enviado por la NASA consiguió superar las dificultades que implicaba atravesar la atmósfera marciana reduciendo la velocidad lo suficiente y tocaó tierra. Era el momento más crítico de la misión: siete minutos en los que la aeronave tenía que pasar de una velocidad máxima de 19.300 km/hora a posarse suavemente, a unos 2km/hora, sobre la superficie del planeta rojo.
Esta maniobra, conocida como EDL (Entry, Descent and Landing -Entrada, descenso y aterrizaje-) tenía una gran complejidad: Al entrar en la atmósfera marciana, la cápsula ha llegado a su velocidad máxima. Unos propulsores de guiado lo han equilibrado y asegurado su orientación para tocar tierra en el lugar esperado. A 57 kilómetros de la superficie, el escudo térmico de la nave alcanza una temperatura de 1.500ºC. Es entonces cuando la atmósfera se hace gradualmente más densa y la velocidad disminuye.Tras reajustar la orientación con un mecanismo de cargas, llegados ya a unos 12 kilómetros del planeta, se ha desplegado el paracaídas, reduciéndose considerablemente su velocidad. A escaso minuto y medio de tocar tierra, han entrado en funcionamiento los instrumentos del TRN, un nuevo sistema que, a través de inteligencia artificial, calcula cuál es el sitio idóneo para posarse. Después le ha tocado el turno a una grúa en la que está acoplada el rover. Tras separarse de la cápsula, a unos 2 kilómetros de la superficie, la grúa -skycrane- y el rover descienden en caída libre. Es entonces cuando se han activado cuatro pares de cohetes que han estabilizado la caída y dirigido a la nave al lugar seleccionado por el TRN. A 20 metros, el skycrane ha descendido al rover mediante unos cables. Y el Perserverance ha tocado tierra marciana. Unas pequeñas cargas pirotécnicas colocadas en los cables han separado la grúa del rover. El skycrane ya ha cumplido su función y, tras iniciar un vuelo inclinado para no poner en peligro al vehículo, se ha estrellado lejos. Todo ha salido como estaba previsto.
A 204 millones de kilómetros y 11 minutos de distancia a la velocidad de la luz
Toda esta compleja coreografía técnica se ha realizado de forma automática. La enorme distancia que separa Marte de la Tierra hacía imposible que los ingenieros de la NASA controlasen el aterrizaje en directo. Aunque las comunicaciones viajan a la velocidad de la luz, la señal enviada desde el planeta rojo tarda 11 minutos y 21 segundos en llegar a nosotros. Esto implica que las imágenes que hemos visto “en directo” han sucedido, en realidad, más de diez minutos atrás. Por ello, los ingenieros de la agencia espacial han automatizado el proceso, ajustando una serie de parámetros horas antes de tocar tierra.
Se trata del vehículo más grande y sofisticado que se ha enviado jamás a aterrizar en otro planeta. 'Perseverance' despegó el 30 de julio de 2020 con el objetivo de encontrar pruebas de antigua vida microbiana en el planeta vecino, especialmente en rocas conocidas por su capacidad de preservar restos biológicos durante mucho tiempo. También busca explorar un entorno novedoso y tomar muestras de él. Recogerá fragmentos del suelo con la intención de traerlos de vuelta a la Tierra en misiones futuras y analizará la geología, el clima y las condiciones de habitabilidad del planeta para preparar el camino a exploraciones futuras.
Este 'rover' tiene el tamaño de un coche y pesa una tonelada. Mide aproximadamente 3 metros de largo, 2,7 metros de ancho y 2,2 metros de alto. Está equipado con siete instrumentos para recopilar información. Dos de ellos han contado con participación española en su desarrollo. Uno es MEDA (Analizador de Dinámicas Ambientales de Marte), una estación que permitirá medir en cualquier momento qué tiempo hace en el planeta rojo. Es una herramienta que captará imágenes del cielo y medirá el viento, la radiación solar, la presión atmosférica, la humedad relativa, la temperatura y la radiación infrarroja y ultravioleta. El otro instrumento al que ha contribuido la ciencia española es SuperCam, que examinará las rocas y minerales de Marte mediante cinco técnicas diferentes. Permtirá profundizar en el conocimiento geológico de la superficie marciana.
Tres viajes a Marte en un mes
'Perseverance' no ha sido el único en llegar a Marte en este mes. El 9 de febrero lo hizo Hope, una sonda enviada por Emiratos Árabes Unidos que orbitará alrededor del planeta para estudiar sus cambios meteorológicos a lo largo de un año marciano. Y al día siguiente llegó Tianwen-1, que, al igual que su compañero árabe, orbitará en torno al planeta pero, además de ello, dejará caer a partir de mayo un 'aterrizador' con un 'rover' que explorará la región de Utopia Planitia, en cuyo subsuelo hay agua helada. Los tres han entrado en Marte en fechas cercanas porque despegaron en julio pasado aprovechando una 'ventana de lanzamiento', un momento en que la distancia entre la Tierra y su vecino es menor, que ocurre cada 26 meses.
El vehículo de la NASA buscaba aterrizar en Jezero, un cráter de unos 50 kilómetros de diámetro situado en la zona ecuatorial del planeta rojo. ¿Qué tiene de especial esa zona? Que hace millones de años había en ella un lago en el que desembocaba un río, según sospechan los expertos. Ese río transportaba compuestos arcillosos que suelen atrapar la materia orgánica, y por eso su desembocadura es un buen sitio en el que buscar restos de vida.
El coste de la misión se estima en unos 2.700 millones de dólares: 2.200 del desarrollo de la nave, 243 del lanzamiento y 300 para las operaciones que se desarrollarán en los dos años durante los cuales el 'rover' estará activo, como mínimo.
Con información de la Agencia Sinc