Quienes eligen al nuevo Papa marcan la orientación de la Iglesia católica –y todo lo que arrastra en la geopolítica global–. La composición de ese cuerpo electoral, quién los eligió, de dónde vienen o cuál es su biografía, determinan de alguna manera la elección papal.
En el cónclave que elegirá al nuevo Papa que sucederá a Francisco votan exclusivamente los cardenales electores: son los miembros del colegio cardenalicio que no hayan cumplido 80 años cuando acontece la sede vacante. En principio existe el número límite de 120 electores, pero ese tope puede sobrepasarse –como ocurre en esta ocasión– si el Papa nombró más cardenales electores porque él es quien dicta la cifra en última instancia. El cónclave del que surgió Francisco tuvo 115 electores, ahora son 135 (el número total de cardenales está en 252). En el siguiente gráfico podés consultar su origen, sus nombres, su edad y quién los ha nombrado.
Los electores son cardenales que, como todos, fueron nombrados por el Papa gobernante en su momento. Esa es una de las palancas políticas que puede articular un pontífice al marcar la línea del colegio mediante sus nombramientos.
Aun así, las elecciones anteriores se mantienen en el tiempo incluso desaparecido el pontífice que los eligió: en este sentido, todavía permanecen cinco electores que fueron nombrados cardenales por Juan Pablo II, quien murió en 2005, y otros 22 herencia de Benedicto XVI.
A pesar de tener solo 76 años, el que fuera número tres del Vaticano, Angelo Becciu, está desprovisto de derechos cardenalicios desde 2020 tras el escándalo del desvío de dinero destinado a los pobres para la especulación inmobiliaria. Los tribunales vaticanos lo condenaron a cinco años de cárcel que fueron recurridos.
El 80% del cuerpo electoral fue nombrado por Francisco, que equilibró mucho la balanza, anteriormente muy descompensada hacia la representación europea. Así, Bergoglio nombró 148 cardenales de los que 108 tienen derecho a votar en 2025. La “universalización” de cardenales que llevó a cabo incrementó el peso de los electores de Latinoamérica, Asia o África. De hecho, Francisco fue el pontífice que más cardenales no europeos creó.
Esto provocó que, cuando se cierren las puertas de la capilla sixtina a la voz de extra omnes (todos afuera), nunca se haya convocado un cónclave tan diverso en cuanto a procedencia de sus cardenales. Quizá sea una de las herencias más evidentes de un Papa que, como el mismo Francisco se presentaba, vino “del fin del mundo”, al hacer referencia a su origen argentino. A pesar de todas estas realidades, Europa se mantiene como primera potencia con 53 electores.
Además, si se mira por por países, Italia es el estado que contará con más cardenales electores con 17 purpurados. 15 de ellos fueron nombrados por Bergoglio. Hay que tener en cuenta que de los 266 papas, el 80% fueron italianos. Desde 1523 a 1978 todos fueron italianos. Sin embargo, desde ese año ningún italiano terminó como Papa. Sigue en la lista de países EEUU, con 10 cardenales y Brasil con otros siete votantes.
Aunque durante estas jornadas, como ocurre casi siempre al abrirse la sucesión papal, se escuchará mucho hablar de conseguir un Papa para una iglesia que se adapte a los nuevos tiempos, lo cierto es que el colegio cardenalicio es un organismo de edad avanzada. La edad media está en los 77,5 años.