Diseño

Chrysler Halcyon, un concept car que nadie esperaba

Qué es:

Es un sedan deportivo conceptual –de silueta y dimensiones similares a las de un Porsche Taycan– que anticipa el “futuro eléctrico” de Chrysler a nivel estético y tecnológico. Se lo presenta como un modelo cercano a lo que será la versión de producción, que llegaría “en algún momento de 2025”.

Está basado sobre la nueva plataforma STLA EV Large del Grupo Stellantis, anunciada el mes pasado, y reservada para los productos deportivos y de alta gama del conglomerado, como los futuros Dodge Charger, Jeep Wagoneer o Maserati Quattroporte.

Que hay de nuevo

Es un formato bastante sorpresivo para lo que se esperaba de la marca Chrysler, que venía fabricando minivans y había anticipando un rumbo hacia los SUV, según los últimos concept cars que había presentado (como el Airflow). El estilo del Halcyon es muy limpio y la silueta –con un perfil de gota– parece estar totalmente regida por objetivos aerodinámicos. Hay un interesante diseño en la trompa que, desde una toma muy baja, canaliza el flujo de aire por encima del habitáculo, que recuerda a la carlinga de un avión de caza por su forma de burbuja vidriada. Otro detalle llamativo es que no hay faros tradicionales, sino una delgada barra lumínica tanto en el frente como atrás.

Una característica muy típica de los concept cars (imposible de llevar a producción) es la estrambótica apertura de puertas y techo, para facilitar el ingreso a un interior de solo 4 butacas, muy minimalista en su diseño. De hecho tiene pedales y volante retráctiles, ya que el auto “podría funcionar en forma autónoma”.

Por el lado tecnológico promete una arquitectura eléctrica de 800 volts y nuevas baterías de litio-azufe que permitirían una “carga inductiva mientras se maneja”.

Opinión

El Halcyon representa un cambio de rumbo bastante drástico para una marca a la que al Grupo Stellantis le está costando encontrarle su “lugar en el mundo”. Podría considerarse un sucesor eléctrico del sedán 300 (que aún se vende pero tiene los días contados), pero aquel conserva una identidad “americana” bien definida, y este luce un diseño futurista pero bastante genérico. Además, si hay algo que el mercado estadounidense (prácticamente el único donde Chrysler participa) ha dejado claro, es que hay cada vez menos interés por los sedanes y que todo gira alrededor de los SUV y las pickups. Por eso resulta raro que Chrysler –que otrora sí tuvo un rol como fabricante de autos de alta gama, pero actualmente su caballito de batalla es una minivan familiar– se vaya a embarcar en un nicho en el que tendrá que competir con Porsche, Audi, Tesla y nuevas startups como Lucid.

Parece demasiado ambicioso (¿voluntarista?) volver a posicionar a Chrysler en ese lugar, pero en todo caso el camino elegido con el Halcyon por la CEO Christine Feuell sería poner la vara bien alta, para que luego ese halo derrame sobre otros modelos de buen margen pero más volumen. 

RT