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Julieta Izcurdia
Sobre este blog
Algo en común: derechos, igualdad y democracia es una columna semanal en la que el Equipo ELA (Equipo Latinoamericano de Justicia y Género) ofrece una mirada feminista sobre los temas de la agenda de género en Argentina.
En un contexto complejo que parece cuestionar muchas de los acuerdos que fuimos construyendo en las últimas décadas, en esta entrega semanal se analiza lo que nos une, las convicciones que compartimos, los anhelos que sostenemos mirando el futuro. Con el aporte de las investigaciones de ELA en temas como las violencias, los cuidados, los derechos sexuales y reproductivos y la participación social y política de las mujeres, se ofrece un retrato de un estado de situación y se explora la realidad del país y de la región buscando recuperar aquello que nos une. No son “temas de mujeres”, son temas de la sociedad que atraviesan a las mujeres y diversidades. Algo en común propone recordar(nos) que sin igualdad no hay democracia y no hay democracia sin mujeres.
ELA es una organización de la sociedad civil apartidaria y feminista, creada en 2003 y que trabaja para alcanzar una sociedad más justa y equitativa, promoviendo los derechos humanos de las mujeres y la igualdad de género a través del derecho y las políticas públicas. www.ela.org.ar
El domingo se festejó un nuevo Día de la Madre y las cuentas de redes sociales se llenaron de posteos que buscaron poner en valor todo lo que las madres hicieron y hacen por sus hijos, el tiempo dedicado, las comidas preparadas, el “estar siempre”, el acompañamiento constante, el haberlos “bancado en todas”, ser no sólo buenas madres sino también grandes abuelas. En definitiva, poner en palabras el agradecimiento hacia ese amor y esos cuidados brindados durante años y años de vida.
También se pudieron ver muchos posteos que hacían referencia a la necesidad de valorar y reconocer que los cuidados requieren de mucho tiempo, esfuerzo físico y mental, y que, en muchos casos, pueden generar estrés, agobio, malestar. Sobre todo cuando esa enorme tarea recae sobre las familias y, más aún, si no se distribuye equitativamente. Porque, a pesar de todos los cambios y progresos, el cuidado sigue teniendo, aún hoy, cara de mujer.
¿No podríamos cambiar algunas cosas para cuidar con más disfrute y menos estrés? Es cierto que es parte de la tarea, muchas veces, pero también sucede porque no hay suficientes servicios, apoyos o tiempo para cuidar. Aunque siempre pensamos que es algo privado, en realidad, cuidar es una responsabilidad que debería ser compartida entre las familias, las instituciones, las empresas y la comunidad.
Julieta Izcurdia
Agustina Ciancio
Julieta Izcurdia
Mora Straschnoy
Delfina Schenone Sienra
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