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Bachillerato Mocha Celis: la educación como respuesta amorosa

26 de julio de 2024 23:59 h

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“La educación es una aliada para responder con ternura frente a tanta violencia”. La definición es de Manu Mireles, educadora y responsable del área de comunicación de la Asociación Civil que contiene al Bachillerato Popular Travesti, Trans y No Binarie Mocha Celis, una escuela secundaria que integra a las personas travestis, trans y no binarias en la educación formal.

Creado en 2011, fue la primera escuela travesti-trans en el mundo. Hoy tiene 300 estudiantes y es un espacio de referencia en la región. Les egresades reciben el título de Perito Auxiliar en Desarrollo de las Comunidades que les permite ingresar a cualquier universidad del país. Articulado con la Asociación Civil Mocha Celis brindan programas de inserción sociolaboral. Muches egresades se encuentran trabajando en dependencias del estado y empresas privadas. 

“La Mocha es una carta de amor para nuestra comunidad”, asegura Manu cuando me recibe en el espacio que estudiantes y profesores llaman simplemente “el Bachi”, un apodo cariñoso para un espacio de inclusión. Manu cuenta que la Mocha está abierto a todos los colectivos: pueden asistir afrodescendientes, personas con discapacidad, indígenas, migrantes y madres solteras. La Asociación Mocha Celis, además, ha acompañado al fortalecimiento y la formación de varios espacios en Argentina y en otros países. Como parte de este proceso de armar redes y fomentar el diálogo creó un Foro Latinoamericano de Educación Travesti Trans. “La Mocha es una institución viva donde la política se parece más a un jardín: tenés que regarlo, tenés que cuidarlo, hay nuevas hierbas que crecen, hay flores, pasan cosas”, dice Manu.

La razón de ser

Para entender el contexto en el que se crea el Bachillerato hay que repasar los datos duros: más del 60% de la población trans no pudo terminar sus estudios secundarios, el 95% jamás accedió a un empleo en blanco y la esperanza de vida es menos de 40 años, según las estadísticas de 2023.

Hasta acá la presentación formal, pero la Mocha es mucho más que un centro educativo; es, sobre todo, un hogar y un refugio. Con la asunción del nuevo gobierno y los discursos de odio que habilita, se han incrementado en forma exponencial las agresiones al colectivo trans.

Manu cree que no es casual que Milei los haya elegido como enemigos: “Estamos hablando de disputar el sentido de la democracia y de la política; ocupar espacios de poder, no estamos hablando de qué pronombres usamos”. Marca el antecedente de la Ley de Cupo e Inclusión Laboral Travesti Trans Diana Sacayan y Lohana Berkins: “Fue en base a las estadísticas producidas por personas travesti trans y con el consenso de más de 360 organizaciones a nivel federal, es decir que nuestra comunidad ha dado probablemente uno de los mayores ejemplos de democracia en la constitución de leyes y políticas públicas de Argentina”.

Por los pasillos caminan estudiantes, docentes y no docentes, se saludan siempre con un beso, se cuentan un secreto o una noticia a veces no tan buena. Las aulas de esta escuela están llenas pizarrones borroneados, de estudiantes concentrades sobre sus carpetas y cuadernos, de profes motivades y motivadores, pero la Mocha es sobre todo un espacio de amor, de escucha y de cuidado donde la atención –probablemente una de las formas más puras de amor– y el gesto cariñoso son el antídoto contra la brutalidad que les devuelve la calle por ser quienes quieren ser. Por ser quienes son.

ME/MA

“La educación es una aliada para responder con ternura frente a tanta violencia”. La definición es de Manu Mireles, educadora y responsable del área de comunicación de la Asociación Civil que contiene al Bachillerato Popular Travesti, Trans y No Binarie Mocha Celis, una escuela secundaria que integra a las personas travestis, trans y no binarias en la educación formal.

Creado en 2011, fue la primera escuela travesti-trans en el mundo. Hoy tiene 300 estudiantes y es un espacio de referencia en la región. Les egresades reciben el título de Perito Auxiliar en Desarrollo de las Comunidades que les permite ingresar a cualquier universidad del país. Articulado con la Asociación Civil Mocha Celis brindan programas de inserción sociolaboral. Muches egresades se encuentran trabajando en dependencias del estado y empresas privadas.