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Feria del Libro 2023: cómo es ‘Una música’ de Hernán Ronsino, la novela que ganó el Premio de la Crítica

El escritor Hernán Ronsino resultó ganador del Premio de la Crítica organizado por la Feria del Libro de Buenos Aires por su novela Una música (Eterna Cadencia, 2022), que fue elegida por un grupo de periodistas y escritores designados por la Fundación El Libro en una distinción que todos los años busca el reconocimiento de un autor y su creación literaria.

Ronsino, que nació en la localidad bonaerense de Chivilcoy en 1975, es escritor, sociólogo y docente de la Universidad de Buenos Aires. Es autor de las novelas La descomposición (2007), Glaxo (2009), Lumbre (2013) y Cameron (2018) y del ensayo Notas de campo (2017). 

Traducido a numerosos idiomas, en 2020 Ronsino recibió el destacado Premio Anna Seghers que se entrega cada año en Berlín a un autor latinoamericano. En 2021, además, le otorgaron el Premio Municipal de Literatura de la ciudad de Buenos Aires. 

Además de la distinción de la Fundación El Libro, de la que participaron más de veinte periodistas, académicos y cronistas culturales de distintos medios argentinos, entre los que se encuentra elDiarioAR, el escritor recibirá un premio por 150 mil pesos, según informó la entidad organizadora de la feria. 

Fue el propio director del evento, Ezequiel Martínez, quien apenas concluyó la votación llamó ante el jurado al escritor, que recibió la noticia con mucha emoción y sorpresa.

El acto de premiación se realizará el sábado 6 de mayo a las 20.30 en la sala Adolfo Bioy Casares, Pabellón Blanco de La Rural.

Cómo es Una música

“Para dejar de tocar haciendo fuerza, lo mejor es improvisar, me decía Anita Labaronie. Durante un largo tiempo confundí el sentido de la palabra improvisar. Pensaba que improvisar era algo menor y algo, además, cercano a mentir. Improvisar es, a veces, el mejor camino para decir lo genuino. Por eso mismo no tiene nada que ver con la mentira, decía Anita Labaronie. Mentir es engañar. Yo, en cambio, Cuesta, improviso un destino; es decir, intento hacer lo mismo que vos hacés ahora; vos respirás sin darte cuenta de que respirás. De eso se trata, le digo, de aproximarse a esa sencillez”, señala el protagonista de Una música, que es músico profesional, pero no por voluntad sino por una suerte de imposición paterna. Es, a partir justamente de la muerte de su padre, que Juan Sebastián Lebonté –un nombre ampuloso que a medida que avanza la historia se irá borrando– comienza una serie de fugas que se narran en la novela. La primera: cuando parte sin aviso de la ciudad europea en la que estaba de gira y deja colgado al público y a su representante que lo esperaban para un show. 

Pero el escape continúa: de regreso a la Argentina, el pianista, que se entera de que el único legado que le dejó su padre es un supuesto campo (el “campito”, lo llaman) en el Gran Buenos Aires, huye de su familia y de sus amigos para internarse en ese terreno extraño. Ya no es la Pampa en mayúscula, sino un espacio que se cae del mapa. Un lugar que, a medida que se va desintegrando, regurgita y saca a flote muchos secretos, además de una serie de personajes que, como el protagonista, eligieron vivir en algún tipo de margen.

En Una música está la música y está, también el ruido de una fábrica, el rumor del tránsito de los trenes, el zumbido de las motos del Conurbano, el sonido de los pájaros y de una naturaleza agobiada. Hay dobles, también, personas y escenas que se multiplican o se reversionan.

Con una prosa que centellea entre la descripción perceptiva y una sintaxis sobria, ahí donde parece que hay algo a un costado, se abre un universo plagado, como dice el propio protagonista de Una música, de “tramas menores”. La música que está en lo que rodea, en eso que se asoma como puro borde, en lo más sonoro y en lo más secreto, en una forma de la literatura encantadora.

Un detalle increíble, para un texto en el que hasta el último elemento parece cuajar hacia el final, incluso en las duplicaciones que se multiplican en la historia o quizá por ellas, es que el autor, según contó en varias entrevistas, tuvo una versión casi lista de la novela que transcurría en un barrio porteño y no en el Conurbano. Pero en un momento sintió que algo no le cerraba y decidió reescribirla entera otra vez, para situarla en un territorio que le quedaba mejor a la narración.

AL