“Se armó una reunión con todo, se generó el link de Zoom, se envió y a la media hora cancelaron”. Así resumen en el Ministerio de Transporte la fallida reunión del miércoles pasado con el vicepresidente para Latinoamérica de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Peter Cerdá. Es que, del mismo modo que la Cámara de Líneas Aéreas en Argentina (JURCA), la organización exige reunirse con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, que es quien firmó la decisión administrativa 643/2021, que dispuso un cupo diario de 600 ingresos del exterior con el objetivo de retrasar la llegada al país de la variante Delta.
Según las líneas aéreas, que vía Jurca publicaron ayer una solicitada en los diarios Clarín y La Nación, la medida podría hacer que la demora de muchos pasajeros para retornar a sus hogares se extienda hasta cinco meses, motivo por el que quieren discutirla directamente con quien tiene la capacidad de modificarla.
Por otro lado, en el ministerio de Transporte señalan que el responsable y quien toma las decisiones del mercado aéreo es el ministro de esa cartera, Alexis Guerrera, “con quien las aerolíneas se tienen que juntar primariamente”. Por eso la reunión virtual agendada para el miércoles pasado iba a ser encabezada por él.
Según fuentes de la Jefatura de Gabinete, el sector de línea aéreas fue convocado “en menos de 24 horas” desde que pidió la reunión y además de Guerrera se definió que participarían del encuentro la responsable de Migraciones, Florencia Carignano; la responsable de la Admnistración Nacional de Aviación Civil (Anac), Paola Tamburelli y autoridades del Ministerio de Salud. “Cafiero tenía un viaje a Entre Ríos y no podía participar”, argumentaron. En el entorno del jefe de Gabinete creen que la decisión de rechazar esa reunión “habla por sí sola”. “Evidentemente no tienen vocación por dialogar”, apuntaron.
Consultados por este medio, en IATA señalaron que siguen “esperando respuesta del jefe de Gabinete al pedido de reunión con él”, del mismo modo que Jurca. “La decisión administrativa la firmó Cafiero, está por encima del Ministerio de Transporte. Por lo que sabemos, Transporte está atado de manos. Ellos nos pueden tomar una decisión distinta a la que haya hecho el jefe de Gabinete”, argumentan.
El domingo Jurca —que agrupa a más del 90% de las aerolíneas nacionales y extranjeras que operan desde y hacia la Argentina— publicó una solicitada en la que aseguró que el cupo de 600 ingresos diarios “representa un tope promedio de dos vuelos diarios en todo el país, que equivale al 2% de lo que la industria transportaba prepandemia”.
“Las autoridades han declarado que los pasajeros deben comunicarse con las líneas aéreas para la reprogramación de sus vuelos. Sin embargo, el gobierno argentino no ha autorizado ninguna operación aérea para fecha posterior al 12 de julio”, indica el texto. “En consecuencia, ninguna compañía puede brindar una solución de viaje cierta a sus clientes con el agravamiento de que si el actual cupo máximo de 600 pasajeros diarios fuera prorrogado, y en función de la cantidad de pasajeros que se encuentran pendientes de retorno, la demora de muchos pasajeros para retornar a sus hogares podría extenderse en hasta 5 meses”.
En el Gobierno la decisión de las aerolíneas de rechazar la reunión cayó mal y hasta el viernes se había decidido no volver a convocarlas. Sin embargo, la publicación de la solicitada y la resonancia del diagnóstico del sector obligó a revisar la posición. Por estas horas el Gobierno asegura que la invitación a dialogar con Transporte y “todas las autoridades involucradas en el proceso” está abierta; el que no se apunta todavía es Cafiero.
La decisión administrativa vence el próximo viernes 9 de julio y podría prorrogarse tal como rige actualmente o con modificaciones. El miércoles pasado, Carignano no descartó que pueda “flexibilizarse” el cupo de ingreso al país por vía aérea, a partir de los esquemas de control que serán implementados en las provincias.
DT