La Unión Europea está estudiando la posibilidad de importar gas de Argentina, que es un importador neto de gas, pero con previsiones de aumentar su producción nacional, según se desprende del documento que ambas partes firmaron, con el presidente Alberto Fernández a la cabeza, en el marco de un acuerdo de cooperación en materia de clima y energía limpia.
El memorando de entendimiento que ambas partes firmaron este lunes establece que el comercio de gas no debe afectar a las necesidades de consumo de Argentina ni a los objetivos de ambas partes para frenar el cambio climático.
“Los participantes se comprometen a cooperar para permitir un suministro estable de gas natural licuado (GNL) de Argentina a la Unión Europea”, dice el documento según difundió la agencia Reuters.
Al respecto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen subió a su cuenta de Twitter imágenes de la firma del documento junto al presidente Alberto Fernández y expresó: “Hoy firmamos un acuerdo de cooperación en materia de clima y energía limpia con Argentina, impulsado por Gobal Gateway (una iniciativa de la Comisión Europea lanzada a fines de 2021con el objetivo de contribuir al desarrollo de los países socios de la UE) para desarrollar industrias estratégicas allí, desde las energías renovables hasta el hidrógeno. Eso es bueno para el crecimiento y el empleo en Argentina, y bueno para nuestra seguridad del suministro”.
Argentina tiene un déficit energético, lo que significa que necesita importar combustible durante los meses en los que más consume. En 2022 perdió un déficit de 5.000 millones de dólares en su balanza energética comercial.
Pero el país, que cuenta con las segundas mayores reservas de gas no convencional del mundo, está ampliando la producción en Vaca Muerta, una formación de esquisto en la Patagonia.
Los países europeos llevan un año buscando nuevos suministros de gas, después de que Rusia, su principal proveedor, cortara el suministro tras la invasión de Ucrania.
Pero la UE también espera que su consumo de gas disminuya a finales de la década para cumplir sus objetivos de lucha contra el cambio climático.
La UE declaró que la mayor parte del suministro de gas ruso debe sustituirse por fuentes de energía limpias, no por combustibles fósiles.
Lisa Fischer, responsable de programas del grupo de reflexión sobre el clima E3G, pidió a la UE que se centre en apoyar a Argentina en el desarrollo de energías renovables y otras soluciones que no causen cambio climático.
“Para cuando el gas argentino esté disponible —y ni siquiera tienen la infraestructura de exportación completa para hacerlo (exportar el gas a Europa)— no creo que la Unión Europea siga necesitando ese gas”, dijo Fischer.
Según el borrador del documento, ambas partes colaborarán en los alrededores de las energías renovables y el combustible de hidrógeno, y se esforzarán por reducir las emisiones de metano en sus cadenas de suministro de gas.
La agenda del Presidente en Bruselas
El mandatario fue recibido por los embajadores argentinos ante la Unión Europea, Atilio Berardi Hueda, y ante Bélgica, Juan Carlos Valle Raleigh y viajó acompañado por la Primera Dama, Fabiola Yáñez; el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Santiago Cafiero; la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Cecilia Todesca Bocco; la jefa de Gabinete de la Cancillería, Luciana Tito; el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, y el diputado nacional Eduardo Valdés.
Además de la participación en la Cumbre y la firma del memorándum de entendimiento sobre energía con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, que fue al mediodía, la agenda del mandatario este lunes incluye una reunión con la presidenta de Honduras, Xiomara Castro y el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves; y con el primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotaki. Asimismo, asistirá al Diálogo sobre Venezuela, invitado por su par de Francia, Emmanuel Macron.
Así llegaba Alberto Fernández a Bélgica
Las expectativas de Europa y el bloque americano
El acuerdo comercial del bloque regional con el europeo configura uno de los temas que mayor tensión genera al interior del Mercosur, debido a sus debates internos y a las presiones de Uruguay para concretarlo y encuentra reticencia en varios países de Europa.
En los últimos días, Francia rechazó la ratificación del acuerdo tras considerarlo “demasiado exigente”, a excepción de que se incluyan cambios a nivel medioambiental.
“La UE tardó desde mitad de 2019 hasta fines de febrero de este año para enviar su documento adicional sobre ambiente; es decir que ellos se tomaron casi 4 años para escribirlo; lo presentaron acá a fines de febrero”, revelaron a la agencia Noticias Argentinas fuentes de Gobierno.
Tanto Paraguay como la Argentina y Uruguay reaccionaron ante los planteos, pero Brasil pidió un poco más de tiempo, en el marco de un cambio de Gobierno y, desde ese momento, están trabajando los textos.
“Han pasado más de cuatro meses; no es un retraso enorme y es importante que podamos revisitar este acuerdo, sin reabrirlo, pero reconsiderando cómo hacer para que las dos regiones se vean beneficiadas por el acuerdo”, remarcaron las fuentes.
Durante la pasada cumbre del Mercosur, celebrada en la provincia de Misiones, Luiz Inácio “Lula” da Silva tomó el mando de la presidencia Pro Tempore del bloque regional y adeuda aún la respuesta al “side letter” europeo en material medioambiental, según precisaron desde el Gobierno y sobre otros dos pedidos presentados por la Argentina vinculados con pymes, transición energética y ambiental y constitución de cadenas birregionales de valor, que ya cuentan con la aprobación de Paraguay y Uruguay.
“Luego de esto hay que ver con todos estos elementos cómo se consolida una posición única Mercosur, que es en lo que venimos trabajando y bastante bien”, agregaron.
Otros de los temas que se abordarán durante el intercambio entre los bloques girará en torno al debate abierto en el Mercosur respecto a la situación que atraviesa Venezuela.
El pasado 4 de julio, en Puerto Iguazú, antesala de la Cumbre CELAC - UE, los mandatarios Luis Lacalle Pou (Uruguay) y Mario Adbo Benítez (Paraguay) operaron como las voces denunciantes de la inhabilitación de la dirigente María Corina Machado a participar en las internas de la oposición venezolana, y generó un nuevo foco de rispidez entre los países miembros.
Además, reclamaron un mayor compromiso del espacio regional para alcanzar una solución democrática en Venezuela, lo que provocó la inmediata respuesta de Alberto Fernández que reiteró sus cuestionamientos a los bloqueos económicos y reafirmó la necesidad de que “Venezuela dialogue”.
“El problema de Venezuela lo tienen que resolver los venezolanos a través del diálogo entre ellos, no los países metiéndonos en cuestiones internas”, remarcó con el respaldo de Lula da Silva.
Las consecuencias de la guerra en Ucrania, luego de que Volodimir Zelenski fuera marginado de la cumbre a raíz de que Cuba, Nicaragua y Venezuela, aliados a Rusia, se pronunciaran en contra, será otro de los tópicos que del encuentro que se realiza cada ocho años y nuclea a 33 países de América Latina y el Caribe y a 27 países europeos.
Con información de agencias.
IG