Un círculo de cien empresarios argentinos viene financiando el plan dolarizador de Emilio Ocampo, que este miércoles se sumó al escueto equipo económico de Javier Milei. Entre sus integrantes figuran Alec Oxenford, creador de dos unicornios de clasificados online que después vendió, Letgo y OLX, también fundador de DeRemate y actual CEO del fondo Alpha Capital, residente en Río de Janeiro; Gonzalo Tanoira, integrante de la familia Bemberg, presidente de la citrícola San Miguel y director de la bodega Peñaflor, exjefe de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE); y Eduardo Bastitta, el fundador y CEO de Plaza Logística, que le armó, por ejemplo, el centro de distribución a Mercado Libre en La Matanza; que ahora está montando una Silicon Valley en Colonia del Sacramento y que el domingo estaba festejando en el búnker libertario del Hotel Libertador.
Hasta el pasado fin de semana pocos hombres de negocios nacionales se interesaban por sus ideas, pero después de la victoria en las primarias comenzaron a recibir mensajes de ellos, desesperados por conocer de qué se trata un proyecto del que en principio desconfían. También esta semana comenzaron los contactos con Wall Street.
El martes aterrizó en Estados Unidos Juan Nápoli, el presidente del Banco de Valores y asesor financiero de River que el domingo celebraba en el escenario con Milei porque es candidato a senador por la Capital. En Nueva York están preocupados porque ven a Milei precario en su razonamiento y su abordaje y falto de experiencia de gestión y de equipo económico.
Bastitta, de 42 años, que estudió economía de la empresa en la Universidad Di Tella, comenzó a obsesionarse al inicio del gobierno de Mauricio Macri por cómo la Argentina podía emprender una reforma monetaria profunda que permitiera al país un “crecimiento sostenido, con reducción de la pobreza, sin mercados monopólicos y con bancos que funcionen como tales”, contaba a sus amigos.
En ese momento pensaba que la solución debía pasar por el peso y la indexación de contratos o por una unidad monetaria con Brasil. Pero en la medida en que la inflación empeoró fue convenciéndose de que la salida sólo vendría por la adopción del dólar. Es así que hace dos años junto con Tanoira, Oxenford y otros cuatro hombres de negocios comenzaron a financiar estudios para caminar hacia allí.
Aunque ya Milei hablaba de dolarizar, ellos prefirieron apoyar a Ocampo, profesor de finanzas e historia económica de la ultraortodoxa Universidad del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (Ucema), que trabajó entre 1990 y 2005 en Nueva York y Londres para los bancos Chase Manhattan, Salomon Brothers, Citigroup y Morgan Stanley.
Exportadores hartos de que el Banco Central se quedara con sus dólares al tipo de cambio oficial, le pagaron a Ocampo para que investigara las experiencias dolarizadoras de Ecuador, El Salvador, Panamá o Zimbabwe o la adopción del euro en Europa, con la idea de ofrecerlo al candidato presidencial que quisiera apropiarse de la receta. Ocampo escribió en 2022 un libro, 'Dolarización. Una solución para la Argentina', junto a Nicolás Cachanosky, sobrino del economista ultraortodoxo y mediático Roberto Cachanosky, acérrimo enemigo de Milei y de su idea de abolir el peso.
Ante la críticas que Milei recibía sobre la inconsistencia de su plan dolarizador por la falta de divisas para canjearlas por los pesos circulantes, en los últimos meses el candidato libertario comenzó a citar como modelo el pensamiento de Ocampo.
Qué propone Ocampo, la flamante incorporación de La Libertad Avanza
El profesor de la Ucema propone crear un fideicomiso de estabilización monetaria con los activos del Banco Central, desde el oro hasta los títulos de deuda con el Tesoro, otros bonos en manos de organismos estatales; las empresas públicas, incluida una de las pocas que gana dinero y vale cada vez más, YPF; las acciones de las que la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) dispone en grandes compañías (como el Banco Macro, Telecom, Grupo Financiero Galicia, la siderúrgica Ternium, del grupo Techint, o Transportadora Gas del Sur, TGS, de Pampa Energía), un porcentaje de las retenciones que no se quiten al inicio del gobierno o una porción de lo recaudado con concesiones como las licencias del 5G.
La idea es que todos esos activos actúen de garantía del fideicomiso en el que invertirían bancos internacionales. Estas entidades apostarían al negocio de que la estabilidad de precios vía dolarización traiga crecimiento económico y revalorización de esas garantías. Por ejemplo, que los títulos públicos que hoy cotizan a un tercio de su valor se aprecien.
De lunes a miércoles los mercados no le creyeron a Milei y los bonos cayeron. Deberá convencerlos. El objetivo es juntar US$30.000 millones, el 5% de los 632.000 millones del PBI. “Si no se consiguen esas garantías, la dolarización no se hace. Y si el tipo de cambio es explosivo, $ 2.000 como decían algunos, tampoco se hace, tiene que hacerse a un tipo de cambio de mercado”, aclaran Bastitta en un intento por llevar tranquilidad. El proceso puede demorar hasta dos años, según admitió Milei esta semana. Ya no se habla de aplicarlo de inmediato.
“Es muy caro salir de esta inflación con moneda propia, es brutalmente recesivo y lleva mucho tiempo, no dan la economía, la situación social ni los tiempos políticos”, comenta Bastitta. “Sin crecimiento, en dos años perdés las elecciones legislativas. Con crecimiento, en dos años podés tener un poder político sin precedentes. Con recesión, una reforma laboral sale mal. Con crecimiento podés implementar esa y otras reformas. En el mediano plazo tendrías una explosión del crédito, del 8% del PBI actual al 30%, que te permitiría crecer. Y a largo plazo podés ofrecer a la gente, sin obligarla como en Zimbabwe, una moneda nacional o una regional. O sea, la dolarización es reversible. Es una falacia que no se puede salir”, expone Bastitta.
Cuando se le pregunta por el caso de Ecuador, que desde que dolarizó en el año 2000 ya entró en default dos veces y va camino de la tercera, mientras el narco azota sus calles y mata políticos, el CEO de Plaza Logística responde: “Es verdad que Ecuador tuvo déficit fiscal 17 de los últimos 20 años y se endeudó, pero prohibieron la dinámica perversa de imprimir moneda. Puede defaultear, pero el Estado se hace cargo de sus propios problemas y el sector privado no se mosquea”. Pero la pobreza supera a la de la Argentina, según el 'Panorama Social 2022' de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
El equipo que ya suena
Ocampo podría ir al Banco Central, antes de que desaparezca cuando se instaure el dólar, según razonan los empresarios dolarizadores y los amigos de Milei. Lo que no saben es quién iría de ministro de Economía. Domingo Cavallo, ídolo del candidato de La Libertad Avanza pese al ruinoso final de su gestión en 2001, es quien ha promovido a varios de los economistas que lo rodean: Diana Mondino, directora de Loma Negra y Bodegas Bianchi, para la Cancillería; el ex ministro de Economía de Carlos Menem Roque Fernández y su ex secretario de Política Económica Carlos Rodríguez. Todo un regreso al pasado de los 90 que tampoco funcionó, como el presente peronista o como el pretérito reciente de Macri, que hace el doble juego entre Milei y Patricia Bullrich.
Otro cavallista que entraría al plantel libertario como ministro del Interior sería Guillermo Francos, que fue sciolista y ahora es representante argentino ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por designación de Alberto Fernández. Toda la casta de Cavallo, el ex ministro de Economía de Menem y de Fernando de la Rúa, primero autor del uno a uno con el dólar que terminó con la dramática hiperinflación a costa de un ajuste brutal del gasto público, la privatización de empresas y el salto del desempleo; y después, líder del epílogo de la peor crisis institucional, política, económica y social de la Argentina de las últimas décadas: la de 2001.
El lunes, el celular de Milei —cada vez más patilludo como Menem en la elección de 1989— estaba estallado de mensajes de empresarios que quieren juntarse con él para entender qué hará, cómo y con qué equipo.
Algunos prometen inversiones, aunque por ahora suenan a humo. Aunque descreen de momento de la dolarización, están desbordados de entusiasmo porque la mayoría de la población ha votado a favor de candidatos que prometen talar el gasto público, bajar impuestos, liberar el cepo, flexibilizar la legislación laboral y venderle al sector privado negocios que hoy controla el Estado, como el aéreo, el correo o el tren.
“Ojalá se dé”, escribió en X (Twitter) el dueño de Mercado Libre, Marcos Galperin, residente en Montevideo. Oxenford también usó la red de Elon Musk para celebrar: “La elección es histórica. Con votos de centro y de derecha, 58%, es el voto más derechista desde 1916 (Rosendo Fraga dixit). Y es también la peor elección presidencial para el peronismo desde 1946, cuando reemplazó al modelo liberal. ¿Se viene la revancha liberal? ¿Una nueva era?”. En la calle, la gente de a pie se abalanza para saludarlo a Milei al grito de “¡vamos la libertad, carajo!” o “¡Vos sos la salvación!”.
El líder de La Libertad Avanza está envalentonado y no calla sus ideas, provoca, como cuando anunció esta semana que cerrará el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) o cuando calificó a la Cámara Argentina de la Construcción como “cámara de la corrupción”. Quiere terminar con la obra pública, privatizarla. Celebran en su entorno que en el diario Clarín aparezca una foto de carne en dólares, después de la devaluación que aplicó este lunes Sergio Massa. No descartan llegar a los comicios del 22 de octubre al borde de la hiperinflación. Les conviene para terminar con su rival peronista, que no renuncia al Ministerio de Economía. Milei comienza a tejer buenos vínculos con el grupo de Héctor Magnetto y los Noble Herrera. Habrá que ver cómo se recompone la relación con La Nación, de los Saguier, cuyo canal en la campaña de las primarias se dedicó a criticarlo.
Cuando era empleado de Eduardo Eurnekian, Milei sabía armas equipos. Uno de los que quizá se incorpore a sus filas es su amigo y promotor Miguel Boggiano, CEO de Carta Financiera, que este domingo votó y se fue por negocios a Perú. Espera que en la medida en que el mercado entienda el plan dolarizador, las acciones y los bonos comencien a recuperar el bajón inicial del lunes y martes.
“Las dudas se disiparán, quizá empiecen a ver que puede ganar en primera vuelta, porque muchos que votaron a Bullrich y a [Horacio Rodríguez] Larreta me dicen que lo van a votar, en capital se va a dar un vuelco enorme. Que el peronismo haya perdido como nunca perdió es un plus”, opina Boggiano.
El “es todo o es nada” de Bullrich le complica a ella la captación del voto moderado en la primera vuelta. Hay dirigentes de Juntos por el Cambio que admiten que en un balotaje entre Milei y Massa se debatirían entre el peronista y el voto en blanco, mientras dudan de la capacidad de Mondino u Ocampo. Otros prefieren al libertario. “Pero Massa tiene un problema grave: Milei y Bullrich dicen que van a levantar el cepo apenas asuman y entonces nadie va a liquidar ahora exportaciones, no van a entrar dólares”, opina Boggiano, aunque esta semana, con la suba del dólar oficial de $300 a $365, el Central compró US$600 millones. Mientras, el blue saltó hasta establizarse en $760.
“Los que dicen que la dolarización va a llevar el dólar a $2.000 son malintencionados, vagos que no leyeron a Ocampo, que no entienden que no vas a dolarizar sino en un año. Si levantás el cepo y tenés credibilidad, tenés incentivo a exportar. Quizá se puede volver a tomar deuda. Si no tomás deuda, vas a defaultear los plazos fijos, tipo Plan Bonex de 1989, tenés que cortar la bola de Leliq (Letras de Liquidez, que es deuda del Central colocada a bancos)”, admite Boggiano.
No por nada Massa advirtió este miércoles sobre un Plan Bonex, es decir, la imposición de un bono a los depositantes, como en el inicio del gobierno de Menem, supuesto que los empresarios dolarizadores de Milei niegan. “Milei va a en serio. El 10 de diciembre no va a bailar Gilda como Macri en la Casa Rosada, se viene sangre, sudor y lágrimas”, concluye Boggiano.
Por lo pronto, este viernes el candidato libertario se reunirá por Zoom con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en compañía de Roque Fernández, Carlos Rodríguez y el operador bursátil Darío Epstein, director de Research for Traders. “En el FMI están preocupados porque a Massa no se lo bancan más, porque les miente, preferían a Juntos por el Cambio, ven insostenibles las propuestas de Milei, por la dolarización, por la falta de gestión, de equipo económico sólido, porque su programa se basa en un ancla fiscal muy fuerte, porque dice que no le venderá más a China porque es comunista, ¿pero a quién le venderá soja y carne?”, comentan fuentes de diálogo frecuente con el Fondo.
Mientras, Massa viajará la semana próxima a Washington para asegurarse que le giren US$7.500 millones, no sólo para repagar la deuda que dejó Macri sino para reforzar las reservas. En diálogo con TN, contó que el FMI quería subir el dólar oficial 100%, pero él negoció 22%, prometió dejarlo así hasta las urnas, celebró que algunas empresas como Danone moderaran las remarcaciones inmediatas a la devaluación del lunes y prometió compensar a los trabajadores con suma fija, extra de asignaciones por hijo y refuerzo de jubolaciones. Habrá que ver si le alcanza para abroquelar al peronismo y erigirse como alternativa a Milei.
AR/JJD