A pesar de la flexibilización de las restricciones sobre las actividades y la circulación de las personas, en el tercer trimestre del año la crisis que tiene como protagonista central a la pandemia de Covid-19 continuó impactando sobre la dinámica del mercado de trabajo. La tasa de desocupación marcó 11,7% en el tercer trimestre de 2020, lo que muestra una suba de dos puntos porcentuales respecto del mismo período de 2019.
El informe publicado hoy por el Indec en base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) muestra que las medidas de contención de los despidos instrumentadas por el Gobierno, entre las que se cuenta la prohibición de despidos y la doble indemnización, no fueron suficientes para evitar la pérdida de puestos de trabajo. De todos modos, si se compara el número de desocupados contra el trimestre inmediatamente anterior, la situación mejoró: el desempleo bajo 1,4 puntos de los 13,1% que marcó en el período abril-junio.
“Da la sensación de estar en un punto intermedio entre el piso del segundo trimestre y el promedio de los últimos años. Algo esperable, por otra parte; como si los datos estuvieran en camino hacia la situación pre Covid, aunque todavía lejos”, comentó a elDiarioAR Luis Campos, coordinador del Observatorio de Derecho Social de la CTA Autónoma.
Si se desagrega por género, se advierte que la tasa de desocupación es más alta para las mujeres (13,1%) que para los varones (11,7%). Si además se discrimina por edad, se revela que la tasa de desocupación más alta la tienen las mujeres de entre 14 y 29 años: es del 23,1%.
Desde el punto de vista geográfico, el informe del Indec revela que la mayor tasa de desocupación se encuentra en el Gran Buenos Aires, donde el porcentaje llega a 13,8%. Lo sigue la región pampeana, con 11,2% y el índice de ocupación más bajo lo registra la Patagonia, con 6,5%. Si se desagrega por aglomerados urbanos, se identifica que los partidos del Gran Buenos Aires —lo que excluye a la capital— tiene el peor indicador (14,8%), seguidos de Gran Córdoba (14,3%), Concordia y Mar del Plata (ambas 13,1%) y Río Cuarto (12,2%).
La tasa de desocupación más alta la tienen las mujeres de entre 14 y 29 años, del 23,1%
Por otra parte, la tasa de actividad, que mide la población económicamente activa (PEA) —personas ocupadas o personas que, sin tener ocupación, la buscan activamente y están disponibles para trabajar— mostró una baja de casi 5 puntos respecto del mismo momento del año anterior y alcanzó 42,3% en el tercer trimestre del año. En el segundo trimestre la tasa de actividad había sido menor aún, del 38,4%.
En las poblaciones específicas por sexo y edad se destaca que la tasa de actividad de los varones fue de 64,5%, significativamente mayor a la de las mujeres, que se ubicó en 45,4%. Esta brecha se incrementó levemente en el caso de las personas mayores a 29 años: llegó a 85,6% y 61,8%, respectivamente.
La tasa de empleo, por otra parte, se ubicó en 37,4%, lo que muestra una caída de 5,2 puntos en la comparación interanual. Según el informe, la recuperación de la población ocupada respecto del trimestre anterior fue mayor para los trabajadores por cuenta propia –que en el tercer trimestre representaron el 25%– y para los asalariados sin descuento jubilatorio. La proporción de asalariados sin descuento jubilatorio con relación al total de asalariados se ubicó 6,3 puntos por debajo de igual trimestre de 2019, aunque subió 4,9 comparada con el período anterior.
“Bajó la desocupación y con creación de empleo, pero hubo una suba tremenda en la subocupación”, opinó la economista Victoria Giarrizzo. “Volvieron los asalariados sin jubilación, cuentapropistas y changarines/as. En otras palabras: fuerte crecimiento en los trabajadores pobres. Será de los mayores desafíos de la pos cuarentena”, añadió.
De acuerdo con la rama de actividad de la ocupación principal, la recuperación fue mayor en los sectores que más cayeron en el segundo trimestre de 2020, destacándose los rubros hoteles y restaurantes y construcción. Este último caso, sin embargo, se encuentra entre las actividades de mayor reducción del empleo con respecto a 2019, junto con servicio doméstico y otros servicios comunitarios, sociales y personales.
En cuanto a la intensidad de la ocupación, se observó un importante aumento de los subocupados, quienes trabajan menos de 35 horas semanales y están dispuestos a trabajar más horas. Su participación en el total de los ocupados pasó de 11% en el segundo trimestre a 15,2% en el tercero, contra 14,1% en el mismo período de 2019. Si se suma a los desocupados aquellos que tiene algún empleo pero que demandan más, el porcentaje de personas de la población económicamente activa con problemas de trabajo asciende a 26,5%.
DT