El Gobierno oficializó la suba en las retenciones a las exportaciones de aceite y la harina de soja. Con un decreto. modificó así el actual esquema de retenciones a partir de la quita del diferencial a los productos industrializados dentro del complejo sojero.
De esta manera, el aceite y la harina de soja pasarán de tributar 31% al 33% en concepto de derechos de exportación, lo que implica una suba de dos puntos en la alícuota, hasta, por lo menos, el 31 de diciembre de este año. El domingo último, el Gobierno había dispuesto la suspensión de las exportaciones de los dos derivados de la soja, lo que fue interpretado como la antesala de la suba en las retenciones.
Otro decreto dispuso además la creación de un “fondo de estabilización” para para mantener bajo el precio de la harina de trigo en el mercado interno, anunciado la noche del viernes por el presidente Alberto Fernández en lo que dio en llamar la “guerra contra la inflación”. Se trata del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino, destinado a estabilizar el costo de la tonelada de trigo que compran los molinos argentinos. Será financiado con el aporte de la suba a las retenciones.
El Gobierno busca reducir el impacto local de la fuerte suba del precio internacional del trigo, disparado por la guerra entre Rusia y Ucrania, países que concentran casi el 29 por ciento de las exportaciones mundiales del cereal. El aumento del precio de los alimentos acelera además la inflación en la Argentina, que anotó en febrero una suba de 4,7% y acumula un 52,3% en los últimos 12 meses. Durante el gobierno de Alberto Fernández la inflación acumula más de un 120%.
La creación de un fondo para controlar el precio de la harina y el pan fue la única medida que dio a conocer el Presidente en su mensaje del viernes. Fernández postergó otros anuncios destinados a controlar la inflación. Se esperaba, con todo, que este sábado el ministro de Agricultura Julián Domínguez diera a conocer el aumento en la retenciones a los derivados de la soja.
“Momento bisagra”
“Estamos en un momento bisagra de la historia argentina y mundial. Me doy cuenta que hoy se suman nuevas tensiones a viejos desafíos que no supimos o pudimos encarar de los cuales la inflación es un fenómeno histórico en la Argentina, casi una maldición con la que muchos y muchas hemos crecido”, planteó el Presidente en su mensaje de anoche.
“La batalla es contra los especuladores y los codiciosos” por lo el Gobierno, dijo, no va a dejar de “controlar y fiscalizar precios” e incluso “aplicar la ley de abastecimiento” si lo considera necesario. “Sería absurdo cargar en la guerra la culpa de nuestra inflación. Pero la verdad es que está incidiendo negativamente y causando mayores problemas”, dijo Fernández. “La inflación es un serio problema para los argentinos y argentinas y la guerra lo agrava”.
El incremento de los precios del trigo “haría que aumenten los costos de producción del pan, de los fideos, de la harina que millones de argentinos y argentinos” consumen, detalló el Presidente al señalar que, ante esta suba y la de otras materias primas, su objetivo es “proteger a los argentinos de este fenómeno inesperado y que ojalá sea transitorio”. “He decidido constituir un fondo de estabilización con el objetivo de evitar el traslado de esta suba del precio internacional al precio que pagan los argentinos y argentinas”, anunció Fernández.
“La nueva coyuntura internacional impone la toma de medidas urgentes que coadyuven a la estabilización de los precios internos de productos esenciales para la alimentación de los argentinos y las argentinas, así como mantener un volumen adecuado a las necesidades de abastecimiento del mercado interno, fomentando una mayor producción de estos bienes en la cadena que va desde el productor primario y la productora primaria hasta los consumidores y las consumidoras finales”, se destaca en los considerandos de la medida.
Así, dice el decreto, se propicia la creación de un Fondo Fiduciario Público “que tenga por objeto garantizar un patrimonio de afectación específica que contribuya a mitigar el alza del precio de la tonelada de trigo que requiere la cadena de molienda argentina, considerando los valores, anteriores al conflicto, de las mercaderías involucradas”.
Con información de Télam