Desde que fue investido como Papa 10 años atrás, cada uno de los gestos de Francisco ha sido interpretado en la Argentina en clave política. Con sus invitaciones más recientes al Vaticano parece alimentar las críticas al Gobierno –que hizo explícitas una semana atrás, cuando se refirió a los niveles de pobreza que existen por “malas políticas”– y a la gestión económica actual, a cargo de Sergio Massa.
El exministro de Economía Martín Guzmán y el exsecretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Béliz se encuentran por estas horas en el Vaticano, donde participarán hoy y mañana de un seminario. Son dos figuras que fueron eyectadas del Frente de Todos el año pasado y que, mientras estuvieron al mando de sus carteras mantuvieron una relación fluida y encuentros repetidos con el sumo pontífice.
Como condimento adicional, el seminario tiene como sponsor a Enel, la empresa italiana controlante de la distribuidora eléctrica Edesur, que ya anunció que pondrá en venta todos sus activos en la Argentina con una fuerte crítica al país.
Ambos exfuncionarios del Gobierno de Alberto Fernández, son miembros de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales del Vaticano y serán parte del seminario “La economía fraterna del desarrollo integral y sustentable”. Según detalla el programa, está organizado por la institución de la Santa Sede “en colaboración con Enel Italia, la red de las Naciones Unidas para Soluciones de Desarrollo Sustentable y el Centro para el Desarrollo Sustentable de la Universidad de Columbia”.
Guzmán tiene previsto exponer este jueves sobre “Gestión y Prevención de Crisis Financieras”, mientras que Béliz centrará su charla en el tema “Innovaciones Democráticas y Financieras para una Ecología Integral”. El evento de esta semana, del que también participarán otros miembros de la Academia y ejecutivos de la empresa energética, será el primero de tres encuentros similares organizados por las instituciones.
La semana pasada, en un reportaje con AP, Francisco señaló: “En el año 55, cuando terminé mi escuela secundaria, el nivel de pobreza era del 5%, hoy la pobreza está en el 52%. ¿Qué pasó? Mala administración, malas políticas”. Y sumó: “Argentina en este momento, y no hago política, leo los datos, tiene un nivel de inflación impresionante”.
El Gobierno se vio obligado a contestar, tarea que quedó a cargo de la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti. “Cuando dice que la política hizo que la economía estuviera como está, todos sabemos que es producto de los 4 años del macrismo que estamos todavía remontando”, dijo en conferencia de prensa.
Los funcionarios actuales también respondieron a las críticas de Enel, patrocinante del seminario, que a mediados de enero anunció que se desprenderá de todos todos sus activos en la Argentina, que incluyen Edesur, las centrales térmicas Costanera y Dock Sud, la concesión de la hidroeléctrica El Chocón, líneas de transmisión y de transporte de energía eléctrica, como parte de un plan de venta de activos a nivel mundial por 21.000 millones de euros.
En un seminario en Estados Unidos el CEO de la empresa, Francesco Starace, argumentó que la Argentina “tienen la regulación más bizarra del mundo”, lo que vuelve muy difícil operar en el país. “Lo bizarro es pretender tarifas del primer mundo ofreciendo servicios del tercer mundo”, le replicó el interventor del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), Walter Martello, en una audiencia pública para definir la suba del precio de distribución eléctrica.
Durante su paso por el Ministerio de Economía, Guzmán tuvo como una de sus principales batallas la actualización de las tarifas de los servicios públicos y, por tanto, la mejora de la situación de las energéticas. Una batalla que lo enfrentó al ala del Gobierno que responde a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y que, según él mismo admitió, obstaculizó su plan de acción y lo vació de poder para gestionar.
DT con información de Télam