Este mes no sólo aumentó la tarifa del colectivo en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) sino que el Gobierno anunció que reducirá el mes próximo el subsidio para el transporte de la ciudad y la provincia de Buenos Aires, lo que provocó las quejas de sus gobernantes, Jorge Macri y Axel Kicillof. En concreto, se eliminará la subvención de la Red SUBE, que es la que descuenta el 50% del segundo viaje de una combinación de transportes (ya sean colectivos, trenes o subtes) en el mismo trayecto en un lapso de hasta dos horas y el 75% del tercero, pero sólo en los casos en que sean líneas que transitan únicamente por uno de esos dos distritos. Se mantendrá la rebaja de la Red SUBE para aquellos vehículos que cruzan jurisdicciones, no sólo en el AMBA sino en todo el país. La medida, de todos modos, impacta en la población tanto como el aumento del boleto en sí.
La Secretaría de Transporte de la Nación aclaró este martes que “el sistema de Boleto Integrado conocido como Red SUBE continuará funcionando en los transportes de pasajeros de jurisdicción nacional”. Su titular, Franco Mogetta, señaló que “la ciudad autónoma de Buenos Aires (CABA) deberá asumir las responsabilidades y los costos de las 31 líneas de colectivos que circulan dentro de su territorio”. “De esta manera, desde septiembre, el Estado Nacional dejará de gastar cerca de $7.000 millones por mes”, añadió Transporte.
“Las 31 líneas de colectivos que circulan exclusivamente dentro de CABA son: 4, 6, 7, 12, 23, 25, 26, 34, 39, 42, 44, 47, 50, 61, 62, 64, 65, 68, 76, 84, 90, 99, 102, 106, 107, 108, 109, 115, 118, 132, 151. En este sentido, de esas 31 líneas que solamente circulan dentro de CABA, el Estado Nacional también dejará de solventar Red SUBE, que representa un gasto mensual estimado en $1.500 millones, en el caso de que la jurisdicción quiera seguir implementando el programa”, deslizó Transporte, aunque los empresarios del sector desestiman que Macri ponga subsidios de su presupuesto.
“En las líneas de colectivos que sólo circulan en la provincia de Buenos Aires, la misma provincia ya asumía los gastos de las compensaciones del sistema, por lo que la única modificación que se producirá es que el Estado Nacional dejará de solventar el programa Red SUBE en esas líneas provinciales y/o municipales, ahorrando alrededor de $6.500 millones”, agregó la cartera de Mogetta, que responde al ministro de Economía, Luis Caputo.
“El Estado Nacional seguirá asumiendo los costos de las compensaciones en subsidios ya que son servicios que se encuentran bajo su jurisdicción y también el programa Red SUBE”, continuó la secretaría. “Se trata de 103 líneas del AMBA y 10 líneas en el interior del país, pero que todas son de jurisdicción nacional, por lo tanto seguirán siendo administradas por el gobierno nacional. Entonces, los 113 servicios de jurisdicción nacional de todo el país quedarán compuestos por las siguientes líneas dentro del Área Metropolitana de Buenos Aires: 1, 2, 8, 9, 10, 15, 17, 19, 20, 21, 22, 24, 28, 29, 31, 32, 33, 37, 41, 45, 46, 49, 51, 53, 55, 56, 57, 59, 60, 63, 67, 70, 71, 74, 75, 78, 79, 80, 85, 86, 87, 88, 91, 92, 93, 95, 96, 97, 98, 100, 101, 103, 105, 110, 111, 113, 114, 117, 119, 123, 124, 126, 127, 128, 129, 130, 133, 134, 135, 136, 140, 143, 145, 146, 148, 150, 152, 153, 154, 158, 159, 160, 161, 163, 164, 166, 168, 169, 172, 174, 176, 177, 178, 179, 180, 181, 182, 184, 185, 188, 193, 194, 195.”
La Secretaría de Transporte aclaró que “la Tarifa Social se seguirá solventando por parte del Estado Nacional en todas las jurisdicciones del país, al representar una herramienta central que permite el descuento del 55% en el valor de la tarifa a los sectores más vulnerables y que, precisamente, logra que el subsidio vaya dirigido directamente a la demanda (el usuario) y no a la oferta”. “Esto impacta positivamente en 5,3 millones de beneficiarios, a través de una asistencia económica del Estado Nacional de $25.000 millones por mes. Estas medidas del Gobierno Nacional permitirán el ordenamiento de la distribución de los subsidios, equiparando el Área Metropolitana de Buenos Aires con el resto del país, y asistiendo económicamente a quienes más lo necesitan”, finalizó la cartera de Mogetta, un peronista cordobés que había sido secretario de Trabajo y de Transporte del gobierno de Juan Schiaretti.
El incremento tarifario, sin embargo, impacta en la vida cotidiana de la población. “Es imposible acomodarse”, lamenta Aldana Cerruti, vecina de Lomas de Zamora. “Cada vez cuesta más porque los sueldos no aumentan y encima los choferes te cobran lo que quieren. Tenés los choferes copados, que para ayudarte te cobran el mínimo, y tenés los otros que por más que hagas 10 cuadras te cobran la tercera tarifa y te arruinan”, relata Aldana.
Y eso que en el AMBA se paga el segundo boleto mínimo más bajo del país, $371, sólo por encima de los 300 de La Rioja. Pinamar es el distrito con el colectivo más caro, a $1.591. En Córdoba, Rosario y Mar del Plata cuesta $940. En Tucumán, 690 y en Mendoza 550.
Raúl Frizan, jubilado de Plottier, Gran Neuquén, donde el boleto cuesta $859, advierte que no sólo en el AMBA se usa mucho el transporte público por las combinaciones para llegar al trabajo desde el conurbano a la capital. “En el interior el pasaje no sólo es más caro, si no que por las características de horario cortado, los empleados que no se desempeñen en el servicio público o bancario, viajan en colectivo un mínimo de cuatro veces al día, a los que se suman los docentes con dos escuelas o del nivel secundario. ”Un ahijado mío, profesor de educación física en cuatro colegios públicos, compró una moto para ir de uno al otro, el costo de los pasajes le absorbía casi el 60% de su sueldo. La hija de una vecina optó por no regresar a Plottier a almorzar, lleva una vianda. Es notable cómo ha incrementado el número de personas que se pueden ver, movilizándose en bicicleta o caminando muy a pesar del frio. También se observan más motos circulando. De hecho el número de pasajeros en las líneas de colectivos ha caído un 18% comparado con 2023“, cuenta Raúl.
AR/DTC