“Van a poder hacer las transacciones en la moneda que ustedes quieran. Créase o no, lo estamos haciendo”, fue la única frase que Javier Milei eligió decir con un tono especial, haciendo una pausa, mirando a cámara, en los 37 minutos de lectura monótona que celebraron su primer aniversario de gestión.
Junto con el anuncio de la salida del cepo cambiario en 2025, Javier Milei volvió de donde vino y avanza hacia donde quiere llegar: una competencia de monedas que, con el refuerzo de la promesa de cerrar el Banco Central, se puede leer como transición (o no) hacia una dolarización.
Fiel a su estilo, el mandatario habló con tecnicismos que no se encuentran en ningún libro de economía como el de “inflación plantada” sobre la pesada herencia que recibió en 2019, celebró la reducción de la inflación y la baja de la brecha cambiaria entre sus principales logros en materia económica, decretó el fin de la recesión e hizo anuncios importantes para el año que viene: el avance hacia el bimonetarismo, la salida del cepo cambiario en 2025, una reducción del 90% de los impuestos, deep motosierra y tratados de libre comercio con Estados Unidos.
Después del ajuste, más ajuste
Los planes 2025 para el modelo económico profundizarán el camino hasta ahora andado. Entre los principales anuncios hechos por el presidente, se destacan
• “Para avanzar en el proceso del cierre del Banco Central que hemos prometido y que terminará con la inflación para siempre en Argentina, hemos anunciado un esquema de competencia de monedas”, leyó el presidente, que luego graficó explicando que “cada argentino va a poder comprar, vender y facturar en dólares, o en la moneda que considere; exceptuando el pago de impuestos que por ahora seguirá siendo en pesos”.
• En esta línea, prometió la “salida definitiva del cepo cambiario, una aberración que nunca debería haber ocurrido y que, con nosotros, se va a terminar el año que viene y para siempre”. Y complementó que para lograrlo, el equipo económico trabaja en una solución definitiva para el problema de los stocks del Banco Central, “que puede darse ya sea a través de un nuevo programa con el Fondo Monetario o a través de un acuerdo con privados”. Es decir, con más deuda.
• “Mi equipo está terminando en estos días una reforma impositiva estructural que reducirá en un 90% la cantidad de impuestos nacionales y le devolverá a las provincias la autonomía impositiva que nunca debieron haber perdido”, anunció. “Así, el año próximo veremos una verdadera competencia fiscal entre las provincias argentinas para ver quién atrae más inversiones”, agregó vaticinando una profundización de la desigualdad entre las provincias argentinas con más y menos espalda financiera y/o apoyo político para atraer empresas inversoras que, muchas veces, cotizan más que el PBG de una provincia.
• En el ámbito del comercio internacional, nombró su propuesta para reformar el Mercosur con el objetivo de “ aumentar la autonomía de los integrantes del organismo de cara al resto del mundo, para que cada país pueda comerciar libremente con quien quiera según les convenga”. Es decir, no como bloque. Esto incluye eliminar trabas arancelarias que dificultan el comercio dentro del bloque, reducir el arancel externo común “que nos encarece la vida a todos sin ningún beneficio en contraprestación” y la promoción de un tratado de libre comercio con Estados Unidos “como debió haber sucedido hace 19 años”.
• Milei volvió al concepto de motosierra profunda y adelantó que se va a hacer una auditoría “inclemente para avanzar con la reducción del gasto público más profunda de la historia argentina”. Para lograrlo, continuará “eliminando organismos, secretarías, subsecretarías, empresas públicas y todo estamento del estado que no debería existir” y completó que “cada atribución o tarea que no corresponda a lo que se supone que tiene que hacer el Estado Nacional será eliminada. Porque cuanto más chico el estado, más grande la Libertad”.
• Finalmente, el presidente anunció la inminente presentación del plan nuclear Argentino para la Inteligencia Artificial. Con la premisa de que “tenemos energía de sobra, tierras frías e inhóspitas de sobra, y recurso humano de calidad” son la “tormenta perfecta para atraer inversiones de altísimo grado en inteligencia artificial” que demandarán todavía más energía, el ejecutivo diseña un plan que contemple la construcción de nuevos reactores, así como la investigación en las tecnologías emergentes de reactores pequeños o modulares. El plan será presentado en los próximos días por el Demián Reidel, Jefe del Consejo de Asesores del Presidente que, una vez terminado el discurso de Milei, presentó en público el logo del proyecto a través de un tuit.
Los grandes ausentes
Medios de comunicación gráficos, radios, consultoras, analistas, think tank. Todos sintieron la necesidad de elaborar un balance de Javier Milei a un año de su gestión. Y el propio Milei, constructor de relatos y narrativas, no iba a hacer la excepción. En cadena nacional, acompañado por los sobrevivientes de su gabinete, el Presidente decretó el fin de la recesión y celebró variables económicas como la baja de la inflación, la “muerte” de la brecha cambiaria, y el superávit fiscal.
Pero tan importante como lo que decidió resaltar es lo que el presidente decidió omitir. En ningún momento de sus 37 minutos de discurso, se refirió al aumento de la pobreza, que alcanzó al 52,9% de la población en el primer semestre de 2024, 12,8 puntos porcentuales con respecto al mismo periodo del año anterior.
La palabra industria tampoco se menciona ni una vez en las 12 páginas que tiene su discurso. El IPI manufacturero que mide la actividad industrial cae desde hace 17 meses consecutivos de forma interanual a nivel general.
Jubilados fue otra palabra que brilló por su ausencia, a pesar de ser el más castigado por la política económica actual tanto en sus ingresos, por el congelamiento del bono compensatorio a las jubilaciones mínimas, como en sus gastos, por la quita de los remedios del PAMI.
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