Con 37 votos a favor y 29 en contra, el Senado de la Nación aprobó este jueves la reforma a la Ley de Alquileres. Pero al introducir modificaciones al proyecto sancionado a fines de agosto en Diputados, la iniciativa tendrá que volver otra vez a la Cámara de origen para una segunda revisión.
¿Qué podrán hacer los diputados con la reforma aprobada en el Senado? El reglamento establece que sólo puede aceptar las modificaciones que introdujeron en la Cámara Alta o insistir en la sanción original, es decir, no pueden hacer más cambios.
Los dos puntos centrales de las modificaciones hechas por los senadores son la duración de los contratos y el mecanismo para actualizar el precio de los alquileres. El proyecto aprobado por los Diputados establecía el libre acuerdo entre las partes, con contratos de dos años de duración, -tal como ocurría antes de la actual ley que entró en vigencia en 2020-. Y fijaba que propietarios e inquilinos podían acordar actualizar el alquiler en base al índice de precios al consumidor (IPC), el índice de precios mayoristas (IPM) y el índice de salarios (IS), elaborados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) o una combinación de ellos.
Los senadores, en cambio, establecieron que los contratos duren tres años y los alquileres se ajusten cada seis meses de acuerdo al indice Casa Propia, que es el que usa el Banco Nación y el Gobierno nacional para los Procrear. Este coeficiente utiliza la medición del menor índice entre el Coeficiente de Variación Salarial (CVS) y el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER).
Por esa razó, el proyecto fue aprobado por el bloque del Frente de Todos y los senadores peronistas de Unidad Federal y rechazado por Juntos por el Cambio que buscaba aprobar la iniciativa tal cual fue enviada desde Diputados. Las asociaciones de inquilinos habían expresado su rechazo al proyecto aprobado por la Cámara Baja.
El presidente de la Comisión de Legislación General de la Cámara alta, el oficialista pampeano Daniel Bensusán, reconoció que “el dictamen que vino de Diputados no era del agrado de casi ninguna de las partes”. Y agregó que “el dictamen que presentamos desde el Frente de Todos fue elaborado con responsabilidad y dar ciertas herramientas para solucionar este problema que viven numerosas familias”.
De Juntos por el Cambio, Martín Lousteau, sostuvo que “está claro que en una relación contractual el más débil es el que no tiene la propiedad”, y advirtió que las modificaciones del oficialismo “por cuidar al más débil, se lo perjudica”. Para el senador radical, en un contexto inflacionario, “no te renuevan el alquiler o te lo renuevan a un valor al que no se puede acceder”.
Estos son los principales cambios introducidos por los senadores
- Se mantiene los contratos por un mínimo de tres años y no de dos.
- Todos los contratos deberán realizarse en moneda nacional.
- Los alquileres se ajustarán por el índice de Casa Propia.
- Los ajustes del precio del alquiler será semestral y no anual ni cuatrimestral.
- Para los propietarios, “los ingresos provenientes de locación de hasta dos inmuebles estarán exentos del pago del Monotributo”
- Para ambas partes, se agregó un nuevo artículo que establece que “podrán deducir del Impuesto a las Ganancias la suma equivalente al diez por ciento del monto anual del contrato de locación”.
- También estableció que eliminación de pagos anticipados por períodos más extensos, ítem aprobado inicialmente en Diputados. El dictamen mayoritario en el Senado rechaza esa posibilidad para los propietarios.
El déficit habitacional es un problema urgente en Argentina, y sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires. De acuerdo a un informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), el 67% de los departamentos en alquiler en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) están valuados en dólares. Esta no es la única dificultad que enfrentan quienes buscan una vivienda disponible para arrendar: hoy en día, el salario mínimo no alcanza a cubrir la totalidad del alquiler. En tanto de los más de 2 millones de hogares que alquilan su vivienda y que no son propietarios, el 32% dedica mensualmente más de la mitad de su salario al alquiler, según un informe de las organizaciones Cippec, Techo y Acij.
Con información de agencias