La crisis habitacional en la Argentina se encuentra en una situación acuciante: 4 millones de hogares no cuentan con una vivienda adecuada y más de un tercio de este grupo necesitan directamente una casa nueva, dada las malas condiciones de la que habitan. Las situaciones precarias se dan en su mayor parte en los 5.687 barrios populares que existen actualmente según el Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap), con 8 de cada 10 barrios en AMBA expuestos a factores de riesgo.
A pesar de estas profundas dificultades en las condiciones estructurales de las viviendas, otro problema también urgente es el de la tenencia de la propiedad: de los más de 2 millones de hogares que alquilan su vivienda y que no son propietarios, el 32% dedica mensualmente más de la mitad de su salario al alquiler y un 63% del total debe dinero a un tercero.
Estos datos se desprenden de un informe conjunto presentado este último miércoles entre las organizaciones Cippec, Techo y Acij como un “diagnóstico de situación” sobre el acceso al hábitat y a la vivienda. El informe presenta un paneo de todos los grandes números de cómo está la situación de la vivienda en Argentina hoy, a 40 años de la vuelta a la democracia, y luego presenta cinco fuertes recomendaciones de política pública. Aseguran que es necesario poner estos temas en agenda y perspectiva sobre todo en este contexto de recambio de autoridades nacionales y provinciales.
Vulnerabilidad
“La RAE establece que una vivienda es un lugar cerrado y cubierto construido para ser habitado. Sin embargo, una vivienda adecuada tiene que tener, entre otras cosas, acceso a servicios, materiales de calidad, pisos, techos, seguridad de la tenencia, espacios suficientes para las personas que habitan el lugar. En Argentina, 1 de cada 3 hogares, más de 4 millones de hogares a nivel país, no cumplen con cumplen con estas condiciones”, sostuvo en la presentación Maria Victoria Boix, directora del programa Ciudades de Cippec.
De estos 4 millones, un tercio son directamente “inhabitables” y las casi 3 millones restantes necesitan de una reforma edilicia, de un mejoramiento en los materiales de la construcción o del acceso a un servicio básico: a pesar del aumento que reflejó el Censo 2022 en la cantidad de hogares con desagüe a la red pública (un 62% del total de hogares para este último año) y con agua que proviene de la red (un 85% del total), la cantidad de familias en situación vulnerable continúa siendo alarmante.
La gran mayoría de estas viviendas se encuentra dentro de los 5.687 barrios populares que existen en la Argentina, según el registro del ReNaBap. Allí viven más de 5 millones de personas, de las cuales el 90% no tiene acceso al agua, el 66% no tiene acceso a la energía eléctrica, el 97% no tiene acceso a la red cloacal y el 99% no tiene acceso al gas natural. Además, el 85% de los barrios populares en AMBA se encuentran expuestos a otros factores de riesgo adicionales, como inundaciones, residuos, cercanía a vías de ferrocarril, etc.
Alquiler
“Actualmente hay más de 2 millones de hogares que alquilan la propiedad. Es un montón de gente que el Estado tiene que tener en cuenta sí o sí”, sostiene Fernando Bercovich, sociólogo del programa Derecho a la Ciudad de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ). “Si se continúa haciendo política para obtener la ‘vivienda propia’, no vamos a llegar a ningún lado. Cada vez más personas van a nacer inquilinas y seguramente, toda su vida serán inquilinas, por lo que se necesitan reformas urgentes en esta materia”.
Los cambios sociales de los últimos años hicieron que las familias sean cada vez más chicas, lo que genera más demanda de inmuebles en el mercado. Sin embargo, como el acceso al crédito en Argentina es muy bajo (este representa solamente un 0,59% del PBI total del país, mientras que en Paraguay este es del 4% del total del PBI y en Chile, del 25%), esta demanda se traduce en general en una mayor presión sobre los alquileres y no sobre la compra de propiedades.
Ante una alta demanda de viviendas para alquiler, los precios suben y se alejan del salario real. De las más de 2 millones de familias que alquilan, un 32% dedican más de la mitad de sus ingresos al alquiler: es decir, les queda solamente la mitad o menos de su salario para alimentos, salud, educación, y esparcimiento.
Otro dato alarmante es que el 63% de quienes alquilan en el AMBA le deben dinero a una persona o entidad, según la Encuesta Inquilina 2023, lo que hace que cumplir con el alquiler les sea muy dificil.
Además, como muestra el informe, existe un bajo cumplimiento de la ley de alquileres: el 77% de quienes alquilan asume aumentos por fuera de la ley de alquileres. Los altos precios de los alquileres están relacionados con la baja oferta de los inmuebles para el alquiler: en Argentina, hay 30 mil unidades enteras ofertadas en Airbnb, lo que demuestra el creciente aumento de vivienda ociosa y destinada al alquiler turístico; esto impacta de manera casi directa en la oferta de unidades.