Desde Suramericana Visión, espacio creado y liderado por el exministro de Economía en la primera parte del gobierno de Alberto Fernández, Martín Guzmán, con el que el exfuncionario asegura buscar “contribuir a una sociedad del conocimiento para la América del Sur y que parte de ello, además de trabajos técnicos y acciones sociales, puede incluir diálogos con referentes para el continente”, inauguró un ciclo de intercambios de opiniones con líderes regionales. En esta ocasión, estuvo acompañado por el expresidente de Ecuador entre 2007 y 2017, Rafael Correa, en una conversación que está disponible en YouTube y Spotify, con la política, la economía, la dolarización, la región, el mundo y el fútbol como temas centrales de la charla.
Sobre la dolarización y el debate generado en los últimos meses sobre la conveniencia o no de aplicarla en la Argentina, Correa señaló que la convertibilidad de los años menemistas y la dolarización, “ni siquiera son primas, son hermanas y hermanas gemelas, ambas son un tipo de cambio fijo extremo”, dijo de acuerdo a su experiencia en Ecuador. Y agregó: “A veces el remedio es más caro que la enfermedad y para curarse el dolor de cabeza uno se corta la cabeza. O se olvida que cualquier medicina, por utilizar términos médicos, tiene efectos secundarios y que los efectos secundarios pueden ser mucho más serios que el problema primario que está tratando esa medicina. Y eso precisamente es la dolarización”.
Estos son los principales conceptos de la charla entre Guzmán y Correa
RC: A nosotros nos fue bastante bien en nuestro gobierno, crecimos más que el promedio de América Latina, pero el mundo debe tenerlo claro. No fue gracias a la dolarización, sino a pesar de la dolarización.
RC: La dolarización y un tipo de cambio de fijo extremos en general, como la convertibilidad, controla la inflación y nada más. Pero hay el problema del desempleo, hay el problema de la industrialización y a todo eso afecta la dolarización, no es que te resuelva un desequilibrio, en este caso monetario o inflacionario, pero te genera otro: combatir el desempleo o la desindustrialización, que es básica para el desarrollo, que debe ser nuestra meta en el largo plazo.
RC: Ecuador eliminó la moneda nacional, pero la dolarización ecuatoriana se implementó siguiendo el ejemplo de la convertibilidad argentina. El poder económico controlaba el poder político.
MG: Una definición que me parece muy importante es el hecho de que la dolarización implica precios altos. Aquí se está discutiendo en Argentina, y no es que técnicamente no sea posible, sino que ocurriría algún tipo de cambio totalmente absurdo, lo que implica que no solamente no va a haber pesos, sino que tampoco va a haber dólares, no va a haber nada, no va a haber trabajo.
MG: El efecto secundario de la dolarización es muy grave: el desempleo, la desindustrialización y la reprimarización de la economía.
EL ESTADO Y SU ROL PARA EL DESARROLLO
RC: La riqueza de las naciones en el siglo XXI ya no son los recursos naturales como en el siglo XIX, ni siquiera el capital físico, la industria. Es el ser humano. La sociedad del conocimiento. Generar conocimiento y un ser humano capaz de utilizar ese conocimiento y de innovar. Entonces tenemos que invertir muchísimo en educación, en universidad e investigación. Y en eso América Latina está a la cola del mundo, sobre todo en universidades y en inversión en investigación. Y para eso se requiere esfuerzo conjunto, porque eso es carísimo.
RC: Son experimentos que cuestan mucho, cuestiones sistemáticas, y lo tenemos que hacer coordinando entre países. Ese es uno de los objetivos, por ejemplo, de UNASUR.
RC: El Estado somos nosotros. Es la representación institucionalizada de la sociedad.
MG: La economía es una ciencia política. Toda la economía funciona en un marco de relaciones de poder. Eso es lo primero. Yo creo que dentro de 100 años los libros de economía van a ser bastante diferentes. El reconocimiento de que la economía es una ciencia política y funciona en un marco de poder es central para entender cómo hacemos política económica.
MG: Yo en el caso de Argentina soy muy optimista sobre el futuro que puede construir el país, y algo que vale mucho es nuestro sistema de universidades públicas.
MG: En el mundo de hoy el conocimiento es absolutamente central para la capacidad, la ventaja comparativa, como lo llamamos los economistas, de una nación. En el siglo XIX los factores no se movían, el trabajo no se movía, el capital físico no se movía. Hoy se mueve todo de un lado a otro del mundo. Lo que no se puede mover es la capacidad de generar conocimiento y aplicarlo en una economía, y tampoco se puede mover la infraestructura pública, algo que yo resalto mucho en tu presencia en Ecuador. Eso está en un lugar determinado y te genera abundancia en algo que te hace más productivo, y ahí los Estados juegan un rol absolutamente central.
MG: Hay un espacio donde veo mucha posibilidad de agregar el valor para el continente, que empieza por la integración energética. ¿Por qué no puede ser nuestro continente un mercado energético común? Donde la electricidad vaya de cualquier punto del sur de la Argentina, cualquier punto de Ecuador, de Brasil, lo mismo con el gas. Que esto permitiría escalar los niveles de producción, bajar los costos de producción y bien regulado, el Estado haciendo su trabajo, bajar los precios.
MG: La a energía es un consumo clave en la producción, generar más industrialización. Esto por supuesto que requiere de financiamiento y muchas veces el problema que tiene la región, además de la falta de coordinación, es el financiamiento y también requiere de capacidades técnicas que necesitamos desarrollar nosotros mismos.
RC: La productividad es un componente necesario pero no suficiente para la competitividad. Para la competitividad es necesaria la relación colectiva, significa infraestructura, energía, seguridad, etc. Y para eso el rol del Estado es fundamental. Es lo que se llama también eficiencia productiva y la eficiencia asignativa. El mercado tiene ventajas teóricas y empíricas, se ha demostrado, sobre la eficiencia productiva.
MG: El mercado por sí solo no va a resolver el problema del desarrollo, el privado va a hacer lo que el mundo lo haga.
LA EXPERIENCIA DE ECUADOR EN LA RECOMPRA DE BONOS
MG: Fue muy positiva en Ecuador la experiencia de una recompra de bonos que el mercado los valuaba muy por debajo de la promesa que hicieron esos bonos, lo que los economistas llamamos el valor nominal de esos bonos. Y esto implicó, de hecho, un desendeudamiento, una baja del nivel de deuda de Ecuador.
RC: Esa deuda que venía de los años 80 se había pagado tres veces y que eran primero bonos Brady, después bonos Global, pero refinanciaban eso, pero ya estaba pagada. Además, los tenedores de ese momento, no es que si valía 100 el bono lo habían comprado a 100, lo habían comprado a 30. Y el que lo vendía a 100 ya había recuperado su inversión, porque un bono de 100 al 8%, ponle 12, 15 años, más que ganó por ese capital que prestó.
RC: Nosotros negociamos deuda cuando estábamos en un gran momento y podíamos aguantar la remetida y nos fue muy bien. Entonces dijimos, no pagamos y empezamos a comprar deuda por medio de una banca de inversión y pudimos retirar cerca de 3 mil millones de dólares en deuda. A 33 centavos sobre el dólar.
MG: Para que esto se entienda, si un sector público compra deuda a 33 centavos sobre el dólar, con un dólar compra 3 dólares de deuda, entonces está bajando la deuda en 2 dólares, o sea se está desendeudando. La tercera parte de la deuda. El Estado es parte del mercado, ¿qué problema hay? Si puede comprar deuda.
MG: O sea que el punto aquí a dejar en claro es que comprar deuda que tiene un descuento muy grande en el mercado, es desendeudarse. Con un dólar compra 3, baja la deuda en 2. Para salir a vender deuda, si el Estado tiene bonos propios y cotizan a 33 centavos y los sale a vender, ¿eso qué significa? Estás perdiendo. Y está haciendo exactamente lo contrario, se está endeudando. Y se están endeudando unas tasas de interés muy altas. Este me parece que es un tema muy importante entender en el contexto de nuestras dinámicas.
MG: Ecuador llevó adelante una operación que desendeudó a Ecuador. Hay que tener mucho cuidado con el costo que implica a un pueblo salir a vender bonos cuando su precio es muy bajo.
RC: Obviamente estás perdiendo. Claro, pagas 3 veces más. Hoy vendes a 23 centavos algo por lo que prometes pagar un dólar entre ahora y el próximo año. Es complicado, si vendes un momento de precios bajos y tú eres el que posee esos bonos, estás perdiendo, es un absurdo. Tienes que vender cuando están los precios altos. Es equivalente a endeudarse por esas intereses altísimas. Desde el punto de vista del Estado, si tienes dólares, si tienes bonos, no los puedes vender cuando el precio está bajísimo.
LA POLÍTICA, LAS COALICIONES Y LA ECONOMÍA EN ESTE CONTEXTO
MG: En lo político, la región en la última década ha habido una situación de estancamiento, en algunos casos crisis, como pasó en Argentina entre el 2018 y después vino el COVID, 2020, 2021 una recuperación y ahora se ve hacia dónde va el país, pero en esta situación económica hay un evidente problema de representación, una situación de fragmentación política, en donde se necesitan de coaliciones en Argentina, Chile, Colombia, mismo Brasil hay más gobiernos de coaliciones, más necesidad de estas coaliciones para ganar elecciones. Y esto es algo que es bastante nuevo en la región, no es tan sencillo.
RC: Yo creo que se requieren proyectos hegemónicos. Eso significa no necesariamente dominantes, dominantes en el buen sentido, con aceptación general, que todos se adhieran y todos empujen en el mismo sentido. Porque América Latina es un completo vaivén, y eso nos pasa en estos momentos con gobiernos progresistas, que además nunca se logra un apoyo popular suficiente como para mayoría contundente en la Asamblea y sacar el país una dirección, y hay que negociar, y el país se inmoviliza.
MG: Con las restricciones de financiamiento que tenemos en Argentina, restricciones de lo que podemos hacer desde el Estado, qué espacio hay para las políticas públicas y la mayor necesidad de priorizar. A mí me pasaba, por ejemplo, que yo decía que quiero destinar muchos más recursos a la infraestructura pública, a la inversión en conocimiento, pero no tengo en financiamiento, entonces necesito bajar de otro lado. Y que quería bajar los subsidios a esto, al consumo de la energía que muchas veces beneficia a los sectores más ricos de la población. Y no era para nada sencillo dar eso.
MG: Cuando uno está en el gobierno, la tarea es seguir construyendo el poder de hacer lo que se quiera hacer. Y obviamente que hay realidades muy distintas en los distintos países de la región, hay diferentes idiosincrasias. Lo que sí veo es que es muy difícil construir liderazgos en donde digan, bueno, esto es lo que tenemos. No es por ahí la más maravilla del mundo, porque tenemos una situación mucho menos holgada, mucho más dura que antes, y te toca priorizar cómo se libera cuando las restricciones son mucho más fuertes que antes, y en donde las decisiones son más difíciles.
RC: No hay fórmula mágica, ¿cómo es que Messi juega tan bien? Es extraterrestre. Maradona juega tan bien, y hacía jugar también, porque esa era la capacidad de Maradona, hacía jugar a los demás, extraordinariamente también. Ya son dones, no talentos. Entonces se necesita también talento para gobernar, porque los problemas políticos son muy claros. Muchas veces los costos son concentrados y el beneficio difuso. Nadie se percata del beneficio. Algo está mejor, pero los que recibieron el costo sí se percatan y te odian, y empiezan a boicotearte. Entonces son problemas políticos.
MG: En el año 2021, en el 2022, en el contexto de la guerra, que cambió los retornos de los commodities y que generó una renta extraordinaria, simplemente porque cambiaron los precios de los commodities que los países exportan. Esto en Argentina impactó y presentamos un proyecto de ley que se llama Proyecto de Ley de Renta Inesperada. Era una renta inesperada, hay que gravarla y sacarla y dársela al pueblo. Ni siquiera se trató en el Congreso.
El video con la charla completa
IG