Esta semana los trabajadores y trabajadoras en relación de dependencia cobran la segunda cuota del Salario Anual Complementario (SAC), el aguinaldo. Si bien es posible que en un contexto de pérdida acumulada del poder adquisitivo muchos lo destinen a saldar deudas o hacer gastos postergados, quienes no tengan la necesidad de usar los pesos de manera inmediata disponen de algunas opciones para invertirlo y hacerlo “rendir”.
Según lo establecido en la Ley de Contrato de Trabajo, la segunda cuota del aguinaldo se debe depositar hasta el 18 de diciembre inclusive (una semana antes del inicio de las Fiestas). Este año la fecha límite es el 16 de diciembre, dado que es viernes y luego termina el período hábil para que los bancos puedan hacer el depósito.
El monto equivale al 50% de la mayor remuneración mensual percibida en el último semestre. Incluye el sueldo básico, horas extra y cualquier otro concepto adicional que sea “remunerativo”. Si la relación laboral comenzó hace menos de seis meses, se cobra un proporcional.
A continuación, algunas opciones de inversión:
Dólares
Los dólares son un refugio histórico de valor para los argentinos, pero actualmente el acceso en el mercado oficial de cambio está muy restringido. Para quienes estén habilitados a comprar hasta US$200 mensuales para atesoramiento, es una opción conveniente. Este lunes la cotización es de $177,5 por dólar, 57% por debajo del valor del blue.
Para Vanesa Di Trolio, gerente de Desarrollos de Negocios de Reba, “la mejor herramienta contra la inflación y el contexto actual de Argentina es tratar de preservar el valor comprando dólar MEP”.
El dólar MEP o dólar bolsa es un tipo de dólar legal que, a diferencia del dólar ahorro, surge de la compra de bonos en pesos en el mercado local y su venta en dólares en el mercado internacional. Se puede adquirir sin tope máximo, pero es necesario no haber comprado los US$200 de tope del dólar solidario en los últimos noventa días.
Plazo fijo
El plazo fijo permite saber de antemano cuánto se va a ganar de acuerdo con el monto que se invierte. Está la opción del plazo fijo tradicional o del plazo fijo UVA, que incorpora la inflación.
El plazo fijo tradicional ofrece una tasa nominal anual (TNA) se ubica en el 75%. Mientras tanto, la tasa efectiva anual (TEA) --que surge de reinvertir mensualmente el capital y los rendimientos que se van generando-- llega al 107, 5%. El plazo fijo UVA se contrata por un mínimo de 90 días y genera una rentabilidad superior a la inflación debido al índice UVA. Es decir, tiene al menos garantizada que se mantendrá a tiro respecto de la suba de precios.
“Hacia adelante, una buena inversión es el plazo fijo que ajusta por UVA, Cedears o Dolar Linked. Es decir, instrumentos que se muevan por el tipo de cambio oficial ya que su corrección está por encima de la inflación del período. En este mes la velocidad del crawling peg es un ajuste del 7 % mensual”, apunta Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market.
Invertir en la bolsa
Aunque “la bolsa” suene como un universo muy sofisticado, se puede invertir en algunos instrumentos de manera muy sencilla. El primer paso es abrir una cuenta comitente en alguna ALyC (Agente de Liquidación y Compensación) autorizada por la Comisión Nacional de Valores.
Es central considerar el plazo en el que se quiere llevar a cabo la inversión y el nivel de riesgo que uno está dispuesto a asumir. De eso dependerá la posible ganancia, pero también la posible pérdida que se genere, conceptos que son inversamente proporcionales.
Las entidades financieras o las consultoras de inversiones suelen ofrecer sus propias “carteras” para invertir, un menú de recetas conformada por distintos instrumentos. Algunos, por ejemplo, son instrumentos de renta fija (lo que significa que se sabe la ganancia que generarán al momento de empezar la inversión) y otros de renta variable. En este último grupo se incluyen los instrumentos “CER” (que ajustan por la inflación y funcionan como una cobertura frente a la suba de precios) y los “dólar linked” (atados al tipo de cambio).
El director de Nash Inversiones, por ejemplo, Manuel Carpintero, explica que su “cartera conservadora tiene un componente más grande de renta fija (principalmente bonos corporativos que rinden 10% en dólares)”, mientras que “la cartera agresiva se posiciona mayormente en CEDEARs de Estados Unidos y la moderada es un mix balanceado 50/50 entre renta fija y variable”.
“Para los inversores que quieren potenciar su inversión con un objetivo de ahorro a más de un año y con una tolerancia de mayor riesgo, sugerimos tener CEDEARs de grandes empresas de Estados Unidos”, apunta Maximiliano Donzelli, Head of Research en IOL invertironline. “Los CEDEARs son activos financieros con operatoria local, que representan acciones ordinarias de empresas que cotizan en el exterior. Se negocian tanto en pesos como en dólares, aunque vale destacar que actualmente el mayor volumen de operaciones se da en pesos”
Consumo
En la Argentina opera el extraño concepto de “consumir ahorrando”, que es un oxímoron en los libros de economía: o se consume o se ahorra.
“En este contexto de inflación acelerándose tenés un boom de gastos que desde el punto de vista económico son ‘consumos’, pero que para la clase media pueden ser, no sé si una forma de ahorro pero sí un consumo no inmediato: ropa, electrodomésticos. Incluso alimentos que se pueden almacenar: café, aceite, vino, shampoo”, explica Marina Dal Poggetto, directora de EcoGo.
Si se presume que ciertos bienes aumentarán por encima de los propios ingresos, es conveniente adelantar la compra. Más si se pueden financiar con cuotas a tasas razonables. Según Di Pace, si se pagan los regalos navideños con el programa Ahora 30, resulta una tasa real negativa del 48% contra la inflación estimada del período. Es decir: paga con tarjeta de crédito y se termina de pagar después de la Navidad de 2024.
MT