Es uno de los músicos más queridos y admirados del país. Un tipo medido, que siempre tiende la mano y que se mueve con soltura en todo tipo de géneros, aunque está claro que viene del rock. Pedro Aznar terminó el año presentando un disco nuevo, especial y muy personal.
El mundo no se hizo en dos días es un álbum doble que contiene 20 canciones. Diecinueve son del cantante y multiinstrumentista de 63 años y una es una versión en español de “All of me”, balada de John Legend que tituló “Todo de mí”.
Es un trabajo, dividido en 'Día 1' y 'Día 2', en el que el músico habla de la urgencia de cuidar el planeta, de la cosificación de la mujer, del degradado tejido social, de la falta de acción de los gobiernos ante la avasallante presencia de las corporaciones y del amor, claro. Siempre.
Claramente hay en este disco un Aznar comprometido con la realidad que lo rodea, como demuestra también en acciones como su participación en la audiencia pública para expresar su rechazo a la explotación petrolífera off shore en el Mar Argentino.
El tema que da título al disco es una especie de manifiesto. “Esto no es una guerra, es un llamado/Estamos lado a lado/Y tenemos esperanza, templanza/Una galaxia de dones/Para poner al servicio de todos/No de tu vicio de explotar, contaminar/Y dejar tierra arrasada/No le tememos a nada”, rapea el exintegrante de Serú Girán y el Pat Metheny Group.
Desde lo estilístico, esta música nueva recorre desde el rap hasta el neobarroco, pasando por el rock, el soul, el jazz y, por supuesto, diversos folklores. Hasta reggaetón tiene el disco.
El sábado 21 de enero, Pedro Aznar se presentará con su banda en el marco del festival Parador Konex, un clásico de los veranos porteños (ver recuadro). Esa fecha sirvió de excusa para robarle esta charla con elDiarioAR.
-Durante la pandemia hiciste muchos vivos gratuitos en los que compartías música y poesía. ¿Cómo surgió esa iniciativa?
-Sentí la necesidad de hacerlo porque estábamos todos pasando un momento muy difícil, muy duro, muy solitario, y sentí que como músico tenía que salir a llenar un vacío, a comunicarnos, a hacernos sentir menos solos y solas. Y, bueno, puse a disposición lo que yo tengo, que es la música, la literatura, y la puse en juego para dar un abrazo a la distancia.
-¿El disco nuevo nació en la pandemia?
-Mayormente sí. Son 20 canciones y salvo cuatro o cinco que escribí antes, alrededor de 2018, las demás sí, nacieron durante la pandemia.
-Es un disco muy diverso en lo musical y muy contundente en lo político. Como que abarca toda tu personalidad. ¿Cómo se dio esto?
-Sí, porque yo creo que este tiempo tan duro que pasamos fue un recordatorio de que la vida es breve, de que es imperativo, por lo menos para un creativo, dejar un testimonio de tu paso por la vida y de cómo ves las cosas y cómo las interpretás, que tal vez le puedan servir a otra gente o la pueden inspirar. Y por eso yo sentí una urgencia en comunicar un montón de cosas y están reflejadas en las miradas que están vertidas en estas canciones.
-¿Sos una persona optimista o tenés una actitud así positiva a pesar de, quizá, cierto pesimismo?
-Trato de operar desde un lugar de proactividad y de confianza en que si todos ponemos lo mejor de nosotros el resultado tiene que ser bueno. A pesar de que las circunstancias pueden ser adversas y de que haya reveses y haya tropiezos y de que, como dice el título del disco, el mundo no se hizo en dos días. Todo lleva trabajo, lleva esfuerzo, y muchas veces lo que vos soñás no viene ni inmediatamente ni de la manera que vos te imaginabas. El mundo es una caja de sorpresas. Y lo que podés hacer es aspirar a algo y apuntar para ese lado y tirar tu mejor shot, digamos. Pero, después, dónde va a parar la pelotita, qué se yo. En gran parte está en manos del destino.
-La canción que le da título al disco es un rap. ¿Cómo te llevás con las músicas que están haciendo las nuevas generaciones?
-Bien. Hay cosas que me gustan mucho, otras que no. Pero como en todos los estilos. Hay de todo. Hay gente súper inteligente haciendo cosas con muy buen mensaje y muy involucrada políticamente. Hay otra gente que está haciendo cosas más pasatistas. Pero como estilo me parece muy potente.
-Te respetan mucho los músicos de folklore, cosa que no pasa con todos los rockeros. ¿Por qué creés que pasa eso?
-Supongo que el cariño que me tiene el medio del folklore en general seguramente tenga que ver con mi actitud respetuosa para con el género. Siempre lo encaré desde un lugar de respeto, de cariño y de tratar de conocerlo en profundidad. Y traté también de conocer la raíz y el origen de esa música y traté de serle fiel a ese espíritu. Es música que viene de hace mucho tiempo y es una música que es tan mestiza como lo es el rock. Son músicas que nacieron de la cruza de dos o tres continentes. Y está bueno conocer los orígenes para abordarla con un mayor conocimiento de causa. Para mí el hecho de sumergirme en el mundo de la vidala y de la baguala fue muy importante para mi comprensión del folklor como un todo.
-Sos de incluir a músicos jóvenes en tu banda. Ahora están el guitarrista Sebastián Henríquez y el pianista Matías Martino, por ejemplo. ¿Cómo los llegás a conocer?
-Por estar siempre con un ojo y un oído atentos a lo nuevo y muchas veces también por recomendación de amigos. Muchas veces cuando necesito a algún músico para mi banda, le consulto a amigos, colegas que respeto mucho y, generalmente, me hacen una excelente recomendación.
-¿Qué vas a tocar en el Konex?
-Vamos a hacer un picadito de muchas cosas. Va a haber por supuesto un montón de clásicos. Tocar ahí siempre es una fiesta, así que tiene que haber espíritu de fiesta. Vamos a hacer una recorrida de muchos momentos de la discografía. Y va a haber una buena parte dedicada a El mundo no se hizo en dos días.
-Que no tuvo todavía presentación en vivo...
-No, todavía estamos en modo adelanto del disco, porque todavía no hicimos la presentación oficial, que calculo que va a ser más adelante, como para mayo.
-¿Y qué otros planes tenés para este 2023? ¿Vas a viajar a otros países de Latinoamérica?
-Sí. El 4 de marzo voy a hacer un sinfónico en Medellín. Ya hicimos dos funciones en Bogotá el año pasado, que salieron hermosas, con la Filarmónica Juvenil de Bogotá. Así que este año lo repetimos con una orquesta más grande en Medellín. Seguramente voy a andar por Chile, por México, por Perú, por Uruguay. Y, por supuesto, por Argentina también con gira de presentación del disco oficial.
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CRM