Rafael Correa (1963, Guayaquil) habla con elDiario.es sobre la causa abierta en la Audiencia Nacional relacionada con el supuesto espionaje al que fue sometido por la empresa española UC Global, encargada de su seguridad.
Los tribunales españoles investigan las labores de información realizadas por la firma española, que presuntamente terminaban en agencias extranjeras –el juez Pedraz apunta a la CIA– y, también, en el Gobierno de Lenín Moreno, rival político de Correa, como muestran los documentos publicados por elDiario.es.
Este domingo se celebra la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Ecuador en las que Luisa González, la candidata del partido de Rafael Correa, la Revolución Ciudadana, se mide con Daniel Noboa, del Movimiento ADN, apoyado por los expresidentes Lenín Moreno y Guillermo Lasso.
Videos, virus troyanos de sus hijas, informes de reuniones en inglés, fotos... ¿No se dieron cuenta nunca de que estaba pasando esto por parte de quien estaba encargado de protegerlos?
Así es. Así es.
¿Nunca sospecharon nada?
Es normal que los guardias reporten a su jefe: “El presidente salió de la ciudad, salió con la familia de vacaciones...”. Porque es un equipo... Pero estar espiándonos, es decir, con quién me reuní, mandando fotos y eso... Jamás, no.
Hacían informes de las reuniones.
Jamás, jamás... De eso nos enteramos solo después, cuando estalló el escándalo. Y lo peor es que estaban espiando a mis hijas.
Pusieron software espía en los teléfonos celulares de sus hijas.
¿Y eso para qué lo hacen? Para ver si mis hijas daban algún mal paso, droga, alguna cosa, y chantajear. Y esa es mi mayor riqueza, que no han podido encontrar nada. Pero, ¿para qué espiar a niñas que eran menores de edad en ese momento? Para ver si encontraban algo mal y con eso me extorsionaban y me controlaban.
¿Con esa información buscaban vulnerabilidades?
Claro, esa es la idea.
Y hacían también informes en inglés.
Todo eso lo sé ahora; no lo sabía en ese momento, se ha demostrado en España. Y David Morales, el dueño de esta empresa, dice que hacía informes en inglés para practicar el idioma. En verdad era para informar a la CIA, que lo había cooptado cuando estuvo en Las Vegas y dio servicio a Sheldon Adelson. Además, se reunía con Lenín Moreno y le pasaba la información.
Es otra de tantas ridiculeces que sacaron al inicio del gobierno, una cámara de vigilancia de seguridad contra ladrones sin audio y sin manejo. O sea, no tiene IP, no tiene protocolo de internet. Fue clausurada, la teníamos apagada. La descubren un día, dice que la manejaba desde Bélgica y lo denunciaron. Y nunca ha tenido fin ese juicio. ¿Por qué? Porque saben que era una ridiculez, para no hacerlo quedar en ridículo. Ya saben que todo fue una cantinflada más, pero no lo concluyen para no beneficiarme y hacer quedar mal este ridículo.
Morales dice en un momento que todo lo que tienen se lo pueden ofrecer a la presidencia de Ecuador. Y parece que que la presidencia de Ecuador lo acepta, pero podían hacer lo contrario. Podían decir: “Oye esto, esto no puede ser, no se puede espiar a un expresidente, no se puede hacer este seguimiento”. Pero parece que entran en el juego, ¿no?
El mundo no conoce lo que hemos tenido que pasar con la traición de Moreno; la persecución para impedir que yo regrese algún día a mi país, porque sabe que le ganamos todas las elecciones. Me quitaron la seguridad presidencial, me robaron el partido político, me quitaron mi seguro de vida que está en una empresa pública, me condenaron ocho años, antes de inscribirme como candidato, por influjo psíquico en un caso fraguado. Como no tienen pruebas, posteriormente hacen una ley para quitarnos la pensión vitalicia a los presidentes acusados de corrupción, y me quitaron la pensión vitalicia. Entonces, que acepten que una empresa nos espíe es un detalle relevante. Es capaz de todo, no tiene límite.
Eso es lo que está pasando en este momento en Ecuador. Íbamos a ganar en la primera vuelta y asesinan a un candidato, y nos culpan. Eso nos impide ganar en una sola vuelta, porque nos acusaron del crimen. Entonces, ya en esta segunda vuelta vamos a ganar.
Pero meten presos varios sicarios por el crimen de Villavicencio, los agarran y a uno lo matan ese día. Y en vez de llevarle a una clínica malherido, lo llevan a la Fiscalía, y se desangra y muere ahí. Hace unos cuatro días, matan a siete sicarios y dejan solo vivo uno. Y resulta que ese uno ha declarado que somos nosotros los autores intelectuales del crimen. ¿Quién puede creer una patraña así? Muestra hasta dónde son capaces de llegar. La indagación previa tenía que acabar hace un mes, pero les dieron un mes para que acabe justo en la semana de las elecciones y culparnos. Ya lo habíamos denunciado, pero no creímos que se iban a atrever a hacerlo con tanto descaro. De ocho sicarios asesinan a siete y el que sobrevive confiesa que nosotros somos los autores intelectuales. Eso es lo que tenemos que enfrentar y el mundo indiferente no se entera.
El candidato asesinado, Fernando Villavicencio, dijo que había recibido amenazas del cártel de Sinaloa.
En este momento en Ecuador funcionan varias mafias, y tal vez siempre ha habido crimen organizado, como lo hay en Europa. Se envía la droga, pero la gran diferencia es que ha infiltrado al Estado. Eso no ocurría antes. El Gobierno está embarrado, está enterrado en mafia. El cuñado del presidente, el mejor amigo del cuñado del presidente, era el nexo con la mafia albanesa. Y lo asesinaron. La cantidad de asesinatos que ha habido por esto es impresionante. Asesinaron a Villavicencio, que conocía de estos juegos, del gobierno. Tuvo que salir un periodista, el que denunció el caso por amenazas de muerte. Y los dos oficiales que investigaban este caso, que se llama El gran padrino, han tenido que exiliarse porque los amenazaron de muerte y el gobierno les ordenó parar la investigación. Y ahí está involucrada también la fiscal del Estado.
Entonces, sí, probablemente a Villavicencio lo mata no sé si el cártel de Sinaloa o la mafia albanesa pero, claramente, hay participación del Estado. Mira, cuando lo asesinan, hay unas omisiones de seguridad imperdonables, estaba bajo resguardo policial, y claramente tiene que haber participación de la policía para matar a siete de ocho sicarios en las cárceles. Se requiere de participación policial. ¿Y quién tiene esa capacidad? Porque, además, están en diferentes cárceles.
Matar siete al mismo tiempo, ¿no es algo increíble?
Cuando ustedes se enteran del espionaje, ¿cómo vivieron sus hijas haber sido grabadas?
Es horrible, es horrible, porque además te sientes culpable. ¿Para qué metí a mi familia en esto? Gracias a Dios me apoyan siempre, pero ha sido muy duro para ellos, muy duro en lo personal. A mi familia nunca le ha gustado la publicidad, la pérdida de privacidad. Hay gente que le encanta salir en fotos, tener 30 guardias, carros blindados... Pero mi familia detesta esto, y por eso cuando acabaron el colegio, mis hijas, que gracias a Dios son muy buenas alumnas y estudiaban en el Liceo Francés de Ecuador porque mi esposa es belga, se ganaron becas del gobierno francés y enseguida se fueron del país, porque ya no aguantaban más. Y las espiaron incluso en Francia. Ha sido muy duro.
Este domingo se celebra en Ecuador la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. ¿Cuál es ahora su situación?
Yo estoy condenado a ocho años de prisión, es difícil de creer, por influjo psíquico: instigación al crimen organizado por medio de influjo psíquico. Pero ya todo eso se le derrumbó con el asilo político concedido en Bélgica, porque se está reconociendo que soy un perseguido político. Y hay informes del Relator de Independencia Judicial de la ONU denunciando cómo se tomaron el sistema de justicia, cómo pusieron jueces a dedo cuya permanencia en el cargo dependía de la sentencia. En nuestro caso, de tres tribunales con tres jueces cada uno, nueve jueces en total, siete de ellos eran puestos a dedo y, si no nos condenaban, los botaban. Eso no lo digo yo, está más que comprobado, y lo dice el relator de Naciones Unidas. No una, no dos, cuatro veces.
Aquí no hay independencia judicial, no puede haber jueces puestos a dedo como en el nazismo, ad hoc para juzgar a un expresidente y a un gobierno. Y la ratificación del puesto depende de si lo condenan o no. Eso lo dice el relator de Naciones Unidas.
¿Cree que podrá volver alguna vez a Ecuador y hacer vida en Ecuador, presentarse a las elecciones?
A mí me prohibieron la reelección de forma retroactiva en 2018. Todo el espectro político está contra nosotros, porque las políticas de nuestros países se caracterizan por el reparto. Nosotros gobernamos para el bien común de todos, y se unen contra nosotros para evitar que yo me pueda postular. Pero a vicepresidente yo me puedo postular. Por eso se mueren de miedo y hacen lo posible para que no regrese.
Yo tengo la certeza de que la victoria final será nuestra, que tendremos que regresar, pero el tiempo perdido no lo recupera nadie. El daño que han hecho es inmenso, pero yo creo que casi seguramente el 2024, principios de 2024, el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas tiene que acoger ese dictamen y derrumba todos los casos.
Y también está pendiente de declarar ante la Audiencia Nacional por el espionaje contra usted.
Quien tomó este caso, como un toro por los cuernos, fue Baltasar Garzón, porque estaba indignado, porque, claro, salía él. Fue algo increíble, porque Garzón fue al aeropuerto, nos tomaron fotos de aeropuerto, vamos a la casa de Garzón con uno de estos tipos Y como progresistas de izquierda, se lo invitó a comer con nosotros. Yo me pego una ducha porque venía de un viaje transatlántico, y de todo informó. Todo. Hasta qué comida; hasta que me pegué la ducha. Los corruptos siempre fueron ellos, pero tienen el poder, y es lo que prevalece, no es la razón, no es la verdad, sino el poder.
Todo esto del espionaje se sabe porque hubo gente que se rebeló contra eso y dijo no, nosotros no vamos a destapar. ¿Y denunciaron el caso, no?
Gracias a eso se sabe, gracias a esta gente Si no, esto hubiera seguido, habría seguido. Sí, sí.
Entre los documentos hay un informe sobre Pablo Iglesias, por ejemplo.
De cuando me reuní con él, sí.
Uno de los principales problemas ha sido la indiferencia del mundo. En Ecuador ha habido un golpe de Estado en el año 2018. Se tomaron el Estado, cambiaron como 150 torres de control y pusieron a lo peor. Destrozaron al país. Hoy lloramos lágrimas de sangre. El país está deshecho, pero tú miras los informes de los embajadores europeos y todo está bien, porque a las empresas europeas les bien. Algo tiene que cambiar.