Mal aliento, enfermedad en las encías, tinciones, caries, cáncer oral, erosión dental, sensibilidad, mala oclusión, bruxismo (rechinamiento dental) y muelas del juicio retenidas son diez de los principales y problemas orales.
Estos problemas, lejos de lo que suele pensarse, no solo afectan a nuestra boca, sino que son una ventana a la salud en general porque pueden mostrar signos de deficiencias nutricionales o infección generalizada.
La salud bucal es mucho más que unos dientes sanos y una sonrisa bonita. Y su cuidado va más allá del cepillado de los dientes.
Cuidados básicos que debemos tener en cuenta
La salud bucal se puede mantener siendo conscientes de los factores de riesgo y tomando medidas para prevenir problemas. Al controlarlos, no solo conseguimos tener una boca sana sino que evitamos otras afecciones como enfermedades cardíacas y respiratorias, entre otras.
1. Practicar una buena higiene bucal
Cepillarse los dientes durante dos minutos al menos dos veces al día nos ayudará a eliminar restos de comida y prevenir la caries dental y la enfermedad de las encías. Esta acción será mucho mejor si lo hacemos con movimientos circulares, no de ida y vuelta.
Es importante no descuidarnos con la lengua porque la placa también puede acumularse en ella. Es bueno usar pasta dental con fluoruro porque el flúor juega un papel decisivo en la lucha contra la caries dental.
Reemplazar el cepillo de dientes cada tres meses porque es lo que se considera que tiene un cepillo de vida media. Esto no significa que no debamos reemplazarlo antes si vemos que ya está desgastado o le faltan algunas cerdas. Un cepillo viejo y deshilachado no cumplirá con su función.
Usar hilo dental al menos una vez al día porque los limpiadores interdentales ayudan a alcanzar zonas difíciles entre los dientes a las que no llega el cepillo. La limpieza regular con hilo dental ayuda a reducir la enfermedad de las encías y el mal aliento al eliminar la placa que se forman en la línea de las encías.
2. Cuidar las encías
Muchas veces nos centramos en los dientes pero no prestamos suficiente atención a las encías. Cuando se acumula sarro en ellas, se inflaman y aparece lo que se conoce como gingivitis que, si no se trata bien, puede evolucionar a periodontitis. Debemos prestar atención al sangrado, que es una de las principales señales de alerta.
3. Cuidar la alimentación
Una dieta baja en azúcar y rica en calcio, fosfato y flúor le dará a los dientes los componentes básicos y saludables que necesitan para estar sanos. Beber mucha agua también ayudará a tener suficiente saliva para mantener a raya las bacterias y ácidos que forman caries.
Debemos limitar, en cambio, el consumo de alimentos azucarados porque las bacterias descomponen los azúcares y crean ácidos que llevan a la acumulación de éste en los dientes. Si, pese a todo, la tentación es mayor y queremos darnos algún placer de vez en cuando, debemos cepillarnos los dientes o enjuagarnos la boca inmediatamente después para que no queden residuos de bacterias.
4. Evitar el tabaco y el consumo de alcohol
No fumar nos ayudará, entre otras cosas, a prevenir el cáncer oral y otras enfermedades periodontales porque es uno de los principales factores de riesgo. La nicotina y el alquitrán de los cigarrillos no solo le dan a los dientes un tono amarillo, sino que también afectan las encías.
Los productos de tabaco para uso oral, como masticar o tabaco disoluble, están asociados también a mayor riesgo de cáncer de encía y su uso prolongado causa gingivitis, destrucción de las cavidades óseas alrededor de los dientes y pérdida de dientes.
El consumo excesivo y frecuente de alcohol también aumenta el riesgo de cáncer oral. Se estima que siete de cada diez personas con cáncer oral consumen mucho alcohol.
5. Acudir al dentista de forma periódica
La principal razón para ir al dentista con regularidad, cada seis meses aproximadamente, es la prevención. El objetivo es evitar problemas como la caries dental, la enfermedad de las encías y otros trastornos, como la mordida y la forma en la que los dientes encajan (oclusión) o muelas del juicio retenidas. No deberíamos esperar a tener síntomas para visitar al dentista.
6. Evitar el uso de piercings
La moda del piercing puede provocar cambios en el epitelio y traumatismos constantes que complican la salud bucodental.
M.Ch.