Querés a tu gato o perro y sabes que ser peludo es parte de su encanto, pero cuando un felino o un compañero perruno entra en tu vida, hay que prepararse porque todo se cubre de pelos. Tus remeras, tus sweaters y tus pantalones, sin hablar del sillón, que parece atraparlo como nada. ¿Cuál es la mejor forma de eliminar el pelo de tu gato o de tu perro de la ropa, la alfombra, el sillón y todos esos materiales y tejidos que parecen atraerlos? ¿Hay algún método efectivo, además de la aspiradora?
Pelo de perros y gatos: más que estética
Aun así, el pelo de los perros y los gatos es mucho más que un mero complemento estético: su espesor depende tanto de la estación como de la temperatura. Por eso, lo habitual es que el pelaje resulte más denso en climas más fríos, ya que les proporciona un aislante. Al contrario, en temperaturas más cálidas, el pelo los protege de la exposición solar; y en los gatos, cuando se acicalan, la evaporación de la saliva incluso colabora a mantenerlos frescos.
A pesar de la mala reputación perruna, un estudio asegura que los hombres barbudos acarrean más bacterias y gérmenes en su barba que los perros en su pelo. Aun así, hace un tiempo ya te contamos cómo bañar a tu perro y también por qué no debes bañar a tu gato.
En cualquier caso, aquí nos preguntamos cómo retirarlos de nuestra ropa y de los muebles. Mientras que nadie invente un tejido capaz de repeler los pelos de tu minino o de tu querido camarada perruno, estos son los trucos más sensatos para mantenerlos bajo control.
Limpiar los pelos de gatos y perros: usá la goma
La goma, también llamada caucho flexible, es el enemigo natural del pelo. Este es el motivo por el que muchas peluquerías utilizan escobas de goma, en lugar de los más habituales cepillos multiusos (de cerdas blandas), para limpiar sus suelos: resultan seguramente la forma más sencilla y económica de barrer el pelo, tanto humano como de tu perro o gato.
Y el mismo material nos sirve para limpiar un mueble o un sofá cubierto de pelos de tu amigo: todo lo que necesitás es un guante de goma, como el que usamos para limpiar los platos. La goma hace que los pelos se hagan una pequeña bola, unos manojos peludos que podés tirar directamente a la basura.
También sirven los guantes de goma que se venden para cepillar a tu amigo; el razonamiento es el mismo: pasa el guante por las superficies de tela o la tapicería, y sacá los pelos que queden atrapados.
Aspiradora para eliminar los pelos de tu gatito
Pasar una aspiradora con frecuencia debería resultar suficiente para mantener los pelos que caen al suelo y evitar que se esparzan por toda la casa. Y si te gustan las alfombras, la necesitás. No hace falta una aspiradora especial para el pelo de animales, pero si tus amigos resultan especialmente peludos, sí conviene evitar los modelos con bolsa.
Cuando la aspiradora incluye “características para mascotas”, normalmente significa que añaden accesorios útiles, como un cepillo más pequeño para atrapar el pelo de la tapicería, o rodillos que evitan que se enrede (o al menos, que no se enrede tanto); así como algún filtro específico, o una combinación de los anteriores. Todos estos accesorios pueden resultar útiles.
Pero un robot aspirador, puesto que trabaja de forma automática, y permite programarlo para limpiar la casa a diario, incluso varias veces al día, puede resultar la forma menos laboriosa de evitar que se acumule el pelo.
Aun así: sin la apropiada adaptación (es decir, exposición en edades tempranas a un estímulo), los gatos, y también algunos perros, pueden tener mucho miedo al ruido de la aspiradora. Si el caso de tu gatito, un experto o experta en comportamiento felino acreditada puede ayudar a tu amigo a superar, sin traumas, este temor.
Opciones más baratas: mopa y trapos de microfibra
No tenés por qué enchufar la aspiradora; una buena mopa también sirve. Normalmente, funcionan mejor las de microfibra, que actúan casi como un imán para el pelo de perros y gatos, además de que pueden lavarse y duran una eternidad.
Otra ventaja: puesto que pesa poco, la mopa resulta más manejable y se adentra bien bajo el sillón o la cama, huecos más inaccesibles donde el pelo suele instalarse, y a veces complicados de alcanzar con la aspiradora.
Los paños de microfibra también son una ayuda para limpiar el pelo de los muebles. Y para la ropa sirve la goma, pero también resultan muy útiles los rodillos de papel con pegamento: basta con deslizar la superficie adhesiva sobre las prendas para que recoja los pelos.
Pero aceptémoslo: incluso con la aspiradora más potente, siempre quedará algún pelo de tu amigo perruno o de tu gatita rondando la casa. O incrustado en tu sweater favorito. No olvides los cepillados (sí, es posible cepillar a tu gato y que le guste; y también a tu perro). Sobre todo, paciencia y cariño: los amores peludos son así. Y, por eso, entre otras cosas, los queremos tanto.
E.S.M.