Al menos 78 muertos en aguas griegas tras hundirse un pesquero en el que viajaban cientos de migrantes

Helena Smith

The Guardian —
14 de junio de 2023 10:30 h

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Al menos 78 personas perdieron la vida este miércoles tras hundirse un pesquero con cientos de migrantes a bordo en las costas griegas, en el Mar Jónico, según las autoridades italianas. Más allá de los cuerpos recuperados, se teme que haya decenas de desaparecidos en el naufragio de migrantes más mortífero ocurrido frente a Grecia en lo que va de año.

Las víctimas, casi todas ellas hombres procedentes de Afganistán y Pakistán, se ahogaron cuando el barco en el que viajaban zozobró frente al sur del Peloponeso. El barco, que se cree que transportaba a varios cientos de personas, partió del este de Libia hacia Italia. No estaba claro si se trataba de un arrastrero de pesca o de un buque de carga.

“Hubo un aumento dramático en el recuento de muertes, que aumenta por hora”, afirmó un funcionario. “Abundan las especulaciones de que había hasta 600 personas a bordo, pero eso no fue confirmado. El barco está bajo el agua. Se hundió”. Esta fuente confirma que alrededor de 104 pasajeros habían sido rescatados hasta el miércoles por la tarde.

En Kalamata, la ciudad del Peloponeso, donde se llevaban a los muertos y heridos se produjeron imágenes sin precedentes, según la emisora pública de Grecia, ERT. Embarcaciones de guardacostas, una fragata de la marina, aviones de transporte militar, un helicóptero de la fuerza aérea y una serie de embarcaciones privadas participaron en la búsqueda de supervivientes. En un principio, los esfuerzos de rescate se vieron obstaculizados por fuertes vientos.

Las autoridades griegas y los funcionarios de la agencia fronteriza de la UE (Frontex) fueron alertados sobre el barco siniestrado el martes por la noche. Un helicóptero pilotado por agentes de Frontex, que intensificaron la vigilancia en esta zona, había visto por primera vez el barco en aguas internacionales a unas 50 millas (unos 80 kilómetros) al suroeste de la ciudad de Pylos, en el sur de Grecia.

Para evadir el aumento de la vigilancia en las costas, las redes de tráfico ofrecen rutas cada vez más peligrosas, navegando cada vez más en zonas marítimas internacionales con el objetivo de dejar a las personas a bordo en Italia en lugar de Grecia, fuertemente custodiada. 

“Estamos viendo un número creciente de personas que navegan en mar abierto, que son aguas más peligrosas porque son propensas a un clima más tormentoso”, ha dicho Natassa Strachimi, abogada de Refugee Support Aegean, una ONG que brinda asistencia legal a los solicitantes de asilo. “Y los viajes están tomando mucho más tiempo porque el destino es Italia”.

En otro episodio ocurrido este miércoles, se estaba llevando a cabo una operación de rescate frente a la costa de Creta después de que un yate que transportaba a más de 80 migrantes fuera remolcado a un puerto en la parte sur de la isla.

Criticada política fronteriza

Grecia ha sido criticada por expulsar por la fuerza a los posibles solicitantes de asilo en contra de la legislación internacional. Su anterior gobierno de centroderecha, que se enfrenta a la reelección en las urnas a finales de este mes, negó las devoluciones y calificó su política migratoria de “dura pero justa”.

Un video publicado el mes pasado mostró a los refugiados que habían llegado a la isla de Lesbos siendo colocados a la fuerza en un barco de la guardia costera griega antes de ser dejados a la deriva y recogidos por la guardia costera turca.

Kyriakos Mitsotakis, primer ministro del país hasta mayo, y el principal líder izquierdista de la oposición, Alexis Tsipras, anunciaron que suspenderían sus campañas electorales a medida que se hiciera evidente la magnitud de la tragedia.

Datos de la ONU alertan de que cerca de 72.000 refugiados y migrantes llegaron a Italia, España, Grecia, Malta y Chipre, países ribereños del Mediterráneo, en lo que va de año. Grecia fue durante mucho tiempo una de las principales rutas para las personas que huyen de la guerra, la persecución y la pobreza en el Medio Oriente, Asia y África.

La ruta oriental del mar Mediterráneo es una de las más peligrosas para los migrantes, que salen de las costas del Norte de África o países de Oriente Medio como Siria, Líbano y Turquía, en embarcaciones poco seguras y con un número de pasajeros por encima de su capacidad.

Según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), en 2022 se registraron más incidentes mortales en las rutas marítimas desde el Norte de África y Oriente Medio con destino a Europa, en concreto, de embarcaciones que zarparon de Líbano para alcanzar Italia o Grecia.

Al menos 174 personas perecieron sólo en esta ruta el año pasado, un número que representa la mita de los fallecidos en el Mediterráneo Oriental. Además, la OIM destaca que más del 80% de los fallecidos no son identificados, lo cual deja a sus familias “desesperadas en busca de respuestas”, según un comunicado de la organización de Naciones Unidas.

HS