Al menos 1.305 personas han muerto y otras 1.832 resultaron heridas en diferentes localidades marroquíes a causa del terremoto de magnitud 7 ocurrido en la noche del viernes con epicentro a 60 kilómetros al suroeste de la ciudad de Marrakech, según informó la televisión estatal marroquí. El Gobierno de Marruecos asegura que más de 1.220 heridos son de carácter grave.
Según los últimos datos difundidos este sábado por el Ministerio del Interior marroquí, la provincia con más fallecidos registrado es Al Haouz, -al sur de Marrakech y cercana al epicentro-, con 694 fallecidos, seguida de Taroudant, Chichaoua, Ouarzazate, Marrakech, Azilal, Agadir, Casablanca, Al Youssufia y Tinguir.
Los heridos, de diversa gravedad, fueron trasladados a centros hospitalarios, indica el ministerio, que añade que también hubo daños materiales en zonas no habitadas.
Según Interior, que llama a los ciudadanos a mantener la calma, se movilizaron fuerzas de seguridad y protección civil de todas las provincias afectadas, así como los medios necesarios para intervenir y evaluar los daños.
En redes sociales, los marroquíes compartieron numerosas fotos y videos en los que se ven edificios dañados y caídos, algunos con personas heridas y cuerpos entre los escombros. Varios edificios de la medina, la ciudad antigua de Marrakech, resultaron dañados a causa del terremoto.
Según un boletín de alerta sísmica difundido por el Instituto Nacional de Geofísica marroquí, el terremoto, de magnitud 7, sacudió la región septentrional marroquí de Marrakech y se ha producido a las 23:11 hora local (00:11 GMT del sábado) a 8 kilómetros de profundidad.
El sismo tuvo su epicentro en la localidad de Ighil, situada 63 kilómetros al suroeste de la ciudad de Marrakech.
Vecinos de Marrakech explicaron a EFE el miedo pasado durante el temblor, que duró varios minutos y dejó dañados edificios y mezquitas de la medina (ciudad antigua).
Khalid, residente en la medina, indicó que el minarete de la mezquita de Bab Ailan cayó al suelo a causa del temblor y también resultó dañada la entrada del templo.
Otra vecina de Marrakech explica que tras el temblor la mítica plaza de Jma El Fnaa se llenó de gente para ponerse a salvo de posibles réplicas y que las autoridades no dejaban a los ciudadanos caminar por las calles estrechas de la ciudad antigua.
Otros testigos indicaron que el terremoto se sintió en localidades norteñas como Larache, a 550 kilómetros del epicentro, así como en Casablanca y Rabat, a 300 y 370 kilómetros, respectivamente, donde sus habitantes salieron a las calles en prevención de réplicas.