El trágico episodio no es un hecho aislado. Según cifras oficiales, desde el inicio de 2022 se han registrado 197 eventos con artefactos explosivos. Y el 49 por ciento ocurrieron en la ciudad de Guayaquil con 2,8 millones de habitantes y los cantones vecinos de Durán y Samborondón.
Ecuador, que una década atrás no era país productor de droga sino de paso y distribución de la misma, tiene en Guayaquil - que por su emplazamiento geográfico es un lugar privilegiado para las redes criminales provenientes de Colombia, Perú, México, Brasil y aun Bolivia- un importante centro de almacenamiento de droga, en parte originado por la de la pandemia, de procesamiento y distribución.
Por tercera vez en poco más de un año de gobierno, el presidente centro derechista Guillermo Lasso declara el estado de excepción en Ecuador por 30 días. La última ocasión fue en abril, cuando en paralelo se registraron también ataques con explosivos.
La analista política Carolina Andrade, de la Red de Politólogas “No sin Mujeres” declara que en las provincias de El Oro y Los Ríos, ambas en la región litoral, se ha observado un gran avance del crimen organizado. “Personas de esas zonas fueron desmembradas y colgadas en puentes. Estos hechos no se veían antes aquí y solo se conocía de otros países, como México”. Detrás de este último atentado se presume la presencia de las bandas ecuatorianas Los Tiguerones, Los Lagartos o Los Choneros, -cuyas disputas por el control del territorio provocaron en noviembre 18 muertes en el penal del Litoral- que cumplen un rol de proveedores a los mercados internacionales vinculados a los cárteles como el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Entre las provincias de Guayas, Manabí y Esmeraldas – la última fronteriza con Colombia- existe un común denominador, sostiene el politólogo César Ulloa-Tapia: “Las tres tienen puertos, es decir, son lugares desde donde se transporta droga. Pero esta ola de violencia, que se ha agudizado en los últimos tres años, no solo abarca la comercialización de la droga, sino también de sicariato”. Además, no hay que olvidar que estamos ubicados entre los mayores productores mundiales de cocaína, Colombia y Perú“.
Solución parche
Por tercera vez, el presidente Lasso declara el estado de excepción por 30 días. La última fue en abril, cuando en paralelo se registraron también ataques con explosivos.
La medida es cuestionada por especialistas sobre el tema, quienes sostienen que la ineficacia de la misma en tanto el estado carece de estrategias adecuadas para controlar el crimen organizado y desarrollar tareas de inteligencia y prevención. A la precariedad señalada, se suma la débil institucionalidad existente en el sistema de Justicia y la complicidad de las FFAA y la Policía.
Se reclama con urgencia una estrategia “de intervención integral con presencia efectiva del Estado, con ministerios, como el de Inclusión Económica y Social, mientras se fortalecen las capacidades a nivel de inteligencia e investigación especial” sostiene Andrade.
AGB con información de agencias y medios