Diez palestinos, incluido un menor, murieron este miércoles y más de un centenar resultaron heridos por disparos del Ejército israelí durante una operación militar en la ciudad cisjordana de Nablus, en una de las jornadas más violentas en la zona en los últimos años, y que las autoridades palestinas tildan de “terrorismo organizado”.
El Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) confirmó la muerte de los diez palestinos -entre los que hay un menor de 16 años y aseguró que de los 102 heridos registrados, al menos seis están en estado de gravedad.
Según la agencia oficial de noticias palestina Wafa, dos de los heridos eran periodistas que estaban cubriendo la intervención.
La Policía israelí, el Ejército y el Servicio de Seguridad Interior (Shin Bet) indicaron que sus fuerzas en Nablus entraron “con el objetivo de detener a sospechosos involucrados en ataques” contra israelíes, quienes además ya estaban planeando nuevos atentados.
Según un comunicado conjunto, los uniformados rodearon una residencia en la que se encontraban los sospechosos, que abrieron fuego y lanzaron explosivos contra las tropas.
Las tropas israelíes mataron a los tres palestinos que buscaban, indicó el parte, al identificarlos como Hossam Aslim, Muhamad Fatah y Walid Dahil.
Además del intercambio de fuego con los sospechosos buscados, el Ejército informó que otros palestinos armados abrieron fuego, lanzaron piedras y cócteles molotov contra sus tropas, que respondieron con disparos.
Ningún soldado o policía israelí resultó herido en los incidentes.
Los incidentes de este miércoles se producen en medio de una fuerte escalada de la violencia en el marco del conflicto palestino-israelí, que ya ha costado la vida a 59 palestinos y 11 israelíes en lo que va de 2023
Al menos cuatro de los palestinos muertos fueron identificados como milicianos pertenecientes a distintos grupos armados, incluidos dos de la Yihad Islámica Palestina (YIP), considerada grupo terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea.
“No pasará mucho tiempo hasta que el enemigo sepa una vez más que la sangre palestina no es barata, y que nuestro pueblo no se quedará callado ante las continuas agresiones en su contra”, dijo hoy Daoud Shehab, alto cargo de la YIP en la Franja de Gaza.
Por otra parte, un portavoz de las Brigadas al Qassam, brazo armado del movimiento islamista Hamás -que gobierna en la Franja-, advirtió que “la paciencia de la resistencia palestina en Gaza se está agotando”.
Mohamed Shtayeh, primer ministro de la ANP, describió la redada como “terrorismo organizado” y denunció que Israel busca trasladar su crisis política interna al conflicto con los palestinos.
Los sucesos de hoy son “un crimen por parte de las fuerzas de ocupación (israelíes)”, indicó por su parte un portavoz de la oficina del presidente de la ANP, Mahmud Abás.
Acusando a Israel de “empujar a la región hacia una situación explosiva”, instó al Gobierno de Estados Unidos a actuar de inmediato y “presionar a Israel para que detenga sus crímenes y agresiones contra el pueblo palestino”, indicó el portavoz Nabil Abu Rudeineh.
Los incidentes de este miércoles se producen en medio de una fuerte escalada de la violencia en el marco del conflicto palestino-israelí, que ya ha costado la vida a 59 palestinos y 11 israelíes en lo que va de 2023.
Buena parte de estas muertes se produjeron durante enfrentamientos armados desencadenados por operaciones militares israelíes en Cisjordania ocupada, así como en ataques mortales cometidos por palestinos contra israelíes.
Intervenciones como las de hoy se han hecho casi cotidianas desde finales de marzo del año pasado, cuando Israel lanzó la operación llamada “Romper la ola” como respuesta a una serie de ataques mortales por parte de palestinos o árabes israelíes.
El foco más frecuente de estas operaciones es el norte de Cisjordania, sobre todo las ciudades de Nablus y Yenín, que albergan a importantes grupos armados locales, responsables de varios ataques contra israelíes.
Con información de EFE