Primero puso un tuit, después acudió a comisaría. La actriz Elisa Mouliaá denunció por acoso sexual este jueves al ya exportavoz de Sumar, Íñigo Errejón, poco después de que el diputado anunciara su dimisión entre alusiones a una supuesta “contradicción entre el personaje y la persona”, que en un principio sonaron crípticas y posteriormente causaron consternación: Errejón había sido acusado de “comportamientos machistas” y en su partido le habían forzado a dimitir.
Las denuncias eran, a priori, anónimas y vertidas en redes sociales por distintos canales y en distintos momentos –la más reciente, a través de la cuenta de Instagram de Cristina Fallarás, que no mencionaba abiertamente a Errejón; otra, a través de un hilo de Twitter en 2023 ya eliminado–. Poco después de las seis y media de la tarde del jueves, la actriz y presentadora Elisa Mouliaá también recurrió a Twitter, pero esta vez poniendo nombres y apellidos: “Hola, yo soy víctima de acoso sexual por parte de Iñigo Errejon y quiero denunciarlo”, escribió.
Pasadas las once y media de la noche, y mientras todavía se procesaba la noticia de la dimisión del político, Mouliaá dio un paso más alla, y acudió a la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM) a denunciar lo ocurrido con Errejón. “¿Se siente víctima de un delito sexual?”, preguntaron los agentes que le tomaron declaración, según queda registrado en la denuncia a la que ha accedido elDiario.es. “Sí”, respondió ella.
En dicha denuncia, que consta de cinco páginas, Mouliaá explica de forma pormenorizada lo que puede entenderse como una agresión sexual por parte de Errejón. Los hechos ocurrieron a finales de septiembre de 2021, una noche en que Errejón acompañó a la actriz a una fiesta, después de haber estado hablando con ella por Instagram y Telegram durante un año. Mouliaá relata en su denuncia cómo Errejón la besó, la manoseó sin su consentimiento, le agarró “fuertemente” del brazo y “la llevó por la fuerza” a una habitación que cerró con pestillo en aquella fiesta. Los abusos siguieron después en casa del político.
“Cuando salió todo esto pensé: o lo digo o reviento”
Mouliaá ha contado a elDiario.es que se sintió “fatal”, “invadida”, “saturada” y “muy decepcionada”. “No sabía si estaba jugando”, explica la mujer. “Me parece increíble que tenga que decirte a ti que solo sí es sí”, cuenta que llegó a decirle a Errejón, que acabó pidiéndole “perdón” y diciéndole que esa conversación le servía “para futuros encuentros”, mientras ella se quedaba “helada”, según ha relatado la intérprete a elDiario.es. “Me tomé un taxi y me largué”, cuenta.
La actriz se lo contó enseguida a sus amigas y a su familia. De hecho, ante la Policía ha presentado una captura de pantalla en la que le cuenta los hechos a una amiga en ese momento. “Me sentía muy incómoda”, recalca Mouliaá, que entonces solo acertó a silenciar a Errejón en redes, donde hasta entonces se seguían. “No me he atrevido a denunciar porque tengo una niña y tienes miedo”, confiesa la mujer.
Tres años después de la agresión, Mouliaá consideraba que “había pasado página”. Hasta ayer. “Estaba viendo la tele, vi que se estaba empezando a decir que estas denuncias anónimas podían ser falsas y que podía ser una artimaña política”, dice. “Y pensé: 'No, no, aquí va a haber alguien con nombre y apellidos que diga que no'. Y lo solté porque me pareció necesario aportar algo a todo esto”, admite.
“Lo primero somos las mujeres”, reflexiona ahora Mouliaá. “Cuando salió todo esto pensé: o lo digo o reviento. Sabía que iba a pesar sobre mi conciencia”.