ELECCIONES PRESIDENCIALES 2024 Análisis

México: una candidata derechista que no arranca y una violencia homicida que no se detiene

Desde Ciudad de México, México —
13 de febrero de 2024 10:11 h

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Se anunció como un terremoto pero al día de hoy no logra conmover. La aspirante a la presidencia por Fuerza y Corazón por México (hasta hace algunas semanas llamado Frente Amplio Va por México) Xóchitl Gálvez concluyó el periodo de “precampañas” y se apresta al periodo propiamente de campaña electoral para enfrentar a Claudia Sheinbaum Pardo, la candidata del oficialista Movimiento de Renovación Nacional (MORENA).  

Una opositora a AMLO que no despega

Aunque su inicio fue auspicioso, Gálvez no ha tenido una travesía sencilla. A través de enfrentar con desparpajo al presidente López Obrador, Xóchitl logró concitar suficiente interés de las elites políticas opositoras para ser ungida como candidata a la presidencia por la oposición. No tuvo que llegar a las PASO locales, dado que sus contendientes terminaron por renunciar a su aspiración ante la evidencia de que ella era la personalidad con mayor proyección. Xochitl había logrado en agosto de 2023 una victoria inicial clara y serena dentro de las lindes de los partidos de la coalición, el PRI, el PAN y el PRD. Los meses siguientes fueron menos felices para la candidata.  

En septiembre de 2023 la menor distancia entre la opositora de derecha y la candidata oficialista era mayor a los 20 puntos porcentuales. CE Research reportó ese mes una diferencia en la intención de voto de 25 puntos. Otras casas encuestadoras mostraron diferencias aún más grandes. Demotecnia De Las Heras arrojó una diferencia en la intención de voto de 54 (!) puntos, no muy lejos de los resultados de Covarrubias y Asociados que manejaron una diferencia de 47 puntos. Los meses siguientes mostraron una continuidad en los resultados prácticamente inalterables. Analistas y comentadores de noticias abiertamente opositores empezaron a lamentarse del pobre desempeño de la candidata y pidieron un golpe de timón que encauce la campaña. A finales de noviembre del año pasado Jesús Silva-Herzog tituló su columna como “Una campaña que no camina”. El columnista graficó el sentir de una intelectualidad que caía en cuenta que la popularidad de la cuarta transformación no mellaba.  

Unos periodistas recalentados por una voz más propiamente de derecha

A poco de iniciar el 2024, Héctor Aguilar Camín escribió una columna en la que se mostraba boyante por el espíritu renovado de la candidata Gálvez. “Ha encontrado su discurso” dijo el intelectual y novelista, celebrando el tono confrontacional de la candidata opositora de derecha. Hasta entonces, hasta diciembre de 2023, muchas veces había vacilado al señalarle errores a AMLO: buscaba simpatizar con votantes de la Cuarta Transformación. Ahora Xóchitl Gálvez se postula como la oportunidad de rescatar la democracia contra a las intenciones dictatoriales de MORENA y contra los propósitos atribuidos a AMLO de reeditar la 'dictadura perfecta'.

Otros periodistas opositores se mostraron igualmente satisfechos con el cambio de Gálvez. Carlos Loret de Mola inauguró una mesa de análisis el 23 de enero con la declaración de que si antes de había podido pensar que Xóchitl iba a hundirse como candidata, había sido rescatada en su caída por la energía de su giro confrontacional: afloraba a la superficie y emergía y regresaba a la carrera por hablar con una voz propia.    

La temperatura de los números es menos tórrida en los sondeos que en el termómetro del entusiasmo de periodistas y columnistas. La medición de enero de 2024 de Demoscópica De las Heras mostró una diferencia de 52 puntos entre candidatas, una merma de apenas dos puntos para Sheinbaum sin mejora para Gálvez. Los datos de CE Research indican que hay 22 puntos porcentuales de ventaja para Sheinbaum, con un aumento leve de parte de Gálvez. Mientras los medios que acompañan la campaña opositora forman una narrativa dinámica de altibajos, las encuestas son más parcas aun en sus divergencias metodológicas y de muestra: Xóchitl no se mueve.

Los párpados narcóticos del Pulitzer y del Presidente 

Muy otros son los problemas que ocupan al presidente Andrés Manuel López Obrador. El 31 de enero de 2024 un reportaje firmado por el ganador del Pulitzer, Tim Golden, sugirió que en 2006 AMLO habría recibido financiamiento del narcotráfico para su campaña presidencial. El periodista norteamericano se remite a documentos oficiales en los que testigos presuntamente dan a conocer cómo un asesor de entonces del hoy presidente de México habría acordado una entrega de dinero a cambio de futuros favores. El mismo reportaje lleva las palabras: “la investigación no determinó de manera concluyente si López Obrador había aprobado las supuestas donaciones de los traficantes, ni siquiera si sabía de ellas”. En horas posteriores a la publicación de la nota los medios mexicanos fueron un hervidero de conjeturas y revisiones del reportaje. Para algunos medios se trató de un intento desestabilizador de cara a las campañas electorales, mientras que otros lamentaron que AMLO no pueda aclarar las acusaciones y que cierre la cuestión como un intento de difamación.

 Otros medios procuraron contactar a Golden. Según el portal de noticias laopinion.com fue el mismo Golden quien en entrevista reconoció que su reportaje no habla de evidencias contundentes o innegables. De tal modo, solo se tiene la voz de informantes que no ha producido o conducido a evidencia concluyente. El mismo 31 de enero durante su conferencia matutina, López Obrador llamó “calumnias” a las acusaciones y reflexionó que es el interés del Departamento de Estado de los Estados Unidos debilitar a los presidentes de América Latina. Lo anterior se declaró sin explicar qué vincula al reportaje con el gobierno norteamericano, pero la coyuntura electoral hace sospechar del uso de viejas recetas de desestabilización, al menos a eso apuntó AMLO.

Todo los días es el Día de Todos tus Muertos

Si bien el reportaje de Golden ocupó el interés mediático antes de desvanecerse después de sus propias aclaraciones, se constituye en un episodio más del prolongado y nada declinante problema del narcotráfico en México. En 2018 AMLO prometió una política de “abrazos y no balazos”, sin embargo el rubro de seguridad y combate al narcotráfico es el talón de aquiles de su gestión. Dentro de su sexenio de gobierno, se cometieron 36.773 homicidios solo en 2020, y aunque en los años siguientes esos números bajaron (33.287 homicidios en 2022), siguen siendo cifras tenebrosas. México se encuentra entre los países con tasa de homicidios más elevadas, superado por países como Jamaica, Ecuador o Sudáfrica y seguido muy de cerca por Colombia y Brasil. Andrés Manuel se ha defendido de las acusaciones de la persistencia de la violencia reiteradamente alegando que él “tiene otros números”, con una aparente desidia que no eclipsa la situación de urgencia.  

Claudia Sheinbaum, candidata del partido de López Obrador, expresó en diciembre de 2023 que México hasta la actualidad vive las consecuencias de la “Guerra contra el Narco”, misma que fue iniciada por Felipe Calderón en su gobierno (2006-2011). Según la abanderada presidencial, la Cuarta Transformación no se construye con violencia y no apoya que el Ejército o la Guardia Nacional tengan permiso para matar. En ese sentido, expresó su confianza con el lineamiento original de AMLO de no aumentar la beligerancia contra el narcotráfico. Con las elecciones en junio y una más que cómoda ventaja sobre su rival, la cuestión es si Sheinbaum se arriesgará a apostar por alguna política que contenga la violencia. 

AGB