El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, confirmóeste sábado que las tropas israelíes ya están en Gaza, “desplegadas por todas partes”, lo que supone la ampliación de las operaciones terrestres sobre el territorio palestino y una segunda fase de la guerra.
Netanyahu, después de reunirse con las familias de los 229 rehenes en poder de Hamás y transmitirles que “agotará todas las posibilidades” para traerlos de vuelta, añadió que se asegurará de que “los asesinos paguen el precio de la masacre” del 7 de octubre.
“Israel va a abolir este mal para favorecer a toda la humanidad”, aseguró un día después de intensificar los bombardeos sobre la Franja y dejar sin comunicaciones a la población palestina.
Netanyahu volvió a insistir a los habitantes de Gaza que se desplacen a “zonas seguras” y evacúen la región del norte de la franja. “En las primeras semanas de la guerra, hemos bombardeado al enemigo con ataques aéreos masivos, y en los últimos días aún más para ayudar a nuestras fuerzas terrestres a entrar del modo más seguro posible” recalcó.
“La guerra dentro de la Franja de Gaza será dura y larga, pero estamos preparados. Esta es nuestra segunda guerra de liberación. Vamos a luchar para proteger al país. Y lo haremos por tierra, mar y aire. Eliminaremos al enemigo por encima y por debajo de la tierra”, subrayó el primer ministro de Israel.
La primera pregunta que se le hizo a Netanyahu fue sobre su eventual responsabilidad en los errores de seguridad que posibilitaron los ataques de Hamás, pero se negó a responder.
“Después de la guerra, todos tendrán que dar respuestas, incluido yo mismo”, dijo, repitiendo los comentarios que hizo a principios de semana.
“No quedará ni una piedra sin remover”, recalcó el primer ministro israelí, quien añadió que la atención se centra ahora en ganar y “salvar el Estado”.
Un total de 7.703 personas murieron y 18.967 resultaron heridas por los bombardeos que Israel lleva a cabo en Gaza desde el pasado 7 de octubre, cuando en una incursión por sorpresa en suelo israelí Hamas acabara con la vida de 1.400 personas. Otras 229 fueron secuestradas y permanecen en manos del grupo islamista.