Horas después de firmar el alto el fuego en Líbano, los impulsores del acuerdo, Francia y EEUU, otorgaron al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, cientos de millones de dólares en nuevo armamento (EEUU) e “inmunidad” frente a la orden de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI) contra él por crímenes de guerra (Francia).
El viernes, horas después de que los jueces de la CPI emitieran la orden de detención, el Ministerio de Exteriores francés apoyó la decisión. Este miércoles, sin embargo, emitió otro comunicado aclarando que, según su interpretación, Nentanyahu goza de inmunidad ante dicha orden. Lo que ocurrió entre ambos comunicados es que Israel aceptó un acuerdo de alto el fuego en Líbano impulsado y negociado desde hace semanas por Francia y EEUU. Francia es uno de los principales aliados europeos de Líbano, antiguo protectorado francés, y criticó la ofensiva israelí desde su inicio.
Cómo se gesta la inmunidad
“Parece que una de las razones por las que Netanyahu aceptó el acuerdo de alto el fuego en el Líbano es que Francia le concedió inmunidad contra la orden de detención de la CPI”, señaló en X Mairav Zonszein, analista de Israel del think tank estadounidense Crisis Group.
El acuerdo estaba cerca de cerrarse el jueves pasado, cuando de pronto llegó la orden de arresto de la CPI, según informaron fuentes israelíes y estadounidenses al medio Axios. Por su parte, la agencia France Presse informa que Netanyahu planteó el tema de la orden de arresto en sus conversaciones con el presidente francés, Emmanuel Macron. Por último, el medio israelí Maariv informa que tras el primer comunicado del Ministerio de Exteriores francés en relación a la orden de la CPI, los interlocutores israelíes dijeron a sus homólogos estadounidenses que no aceptarían como parte del acuerdo a un país antagonista.
Fuentes estadounidenses señalan a Axios que entonces Francia se comprometió a mejorar las relaciones con Israel y Tel Aviv aceptó a París como parte en el tratado pese a las crecientes diferencias entre ambos países.
Según el texto del acuerdo, Francia y Estados Unidos supervisarán el cumplimiento de las condiciones del alto el fuego. Un ministro miembro del gabinete de seguridad de Israel reconoció al medio Israel Hayom la condicionalidad israelí: “Sin recibir esta concesión de los franceses, no los habríamos incluido en el acuerdo”.
Ignacio Gutiérrez de Terán, profesor del Departamento de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Autónoma de Madrid y autor del libro 'Hezbolá: el laberinto de Oriente Medio', cree también que se trata de “un acuerdo particular entre Netanyahu y Macron para permitir la presencia francesa en el acuerdo como garante, pero no tiene validez respecto a la CPI”, dice.
“Netanyahu abandonó a los habitantes del norte para salvarse de la Corte Penal Internacional de La Haya. De nuevo, sus intereses personales por encima de la seguridad de todos nosotros”, denunció Avigdor Liberman, presidente del partido Yisrael Beytenu y exministro de Defensa y de Exteriores de Netanyahu.
Una justificación cuestionable
Francia justificó legalmente su cambio de posición alegando que Israel no es parte del Estatuto de Roma que regula la CPI y, por tanto, goza de inmunidad como jefe de Gobierno: “No se puede exigir a un Estado que actúe de manera incompatible con sus obligaciones en virtud del derecho internacional con respecto a las inmunidades de los Estados que no son parte en la CPI. Dichas inmunidades se aplican al primer ministro Netanyahu”.
“En el marco de la amistad histórica entre Francia e Israel, dos democracias comprometidas con el Estado de derecho y el respeto de un poder judicial profesional e independiente, Francia tiene la intención de seguir colaborando estrechamente con el primer ministro Netanyahu y las demás autoridades israelíes para lograr la paz y la seguridad para todos en Oriente Próximo”, añade el polémico comunicado francés.
La justificación genera serias dudas legales. “Este argumento es absolutamente erróneo e indignante. Es el mismo argumento utilizado por los Estados que se negaron a arrestar a Vladimir Putin y Omar al-Bashir y que la corte ha rechazado sistemáticamente como infundados”, dice Sonia Boulos, profesora en la Universidad Antonio de Nebrija, experta en derecho internacional y que ejerció como abogada en la Asociación de Derechos Civiles en Israel.
“El Estatuto de Roma es muy claro: la CPI tiene jurisdicción en relación con los presuntos crímenes que tienen lugar en el territorio de un Estado miembro, y Palestina es un Estado miembro y la CPI ya se pronunció sobre esta cuestión. También es lamentable que estos argumentos, que tergiversan intencionadamente el derecho internacional, provengan de Estados europeos que se han enorgullecido de su papel en la creación de la Corte Penal Internacional y ahora están trabajando para debilitar y deslegitimar su trabajo”, añade.
Resuelta la cuestión de la jurisdicción —Israel no es parte del tratado—, el Artículo 27 del Estatuto de Roma aclara que “las inmunidades asociadas a posiciones oficiales, ya sea bajo legislación nacional o internacional, no impiden al tribunal ejercer su jurisdicción sobre esa persona”.
Además, pese a que Rusia tampoco es parte de la Corte Penal Internacional, Francia sí apoyó la orden de arresto contra Vladimir Putin, lo que evidencia la contradicción francesa. “Francia seguirá apoyando el trabajo esencial de los tribunales internacionales para asegurar que los responsables de todos los crímenes cometidos en Ucrania rindan cuentas. Proporciona apoyo completo a la CPI”, dijo entonces el Ministerio de Exteriores.
Más armas
Mientras tanto, el presidente de EEUU, Joe Biden, aprobó un paquete de 680 millones de dólares en armas para Israel. Al anunciar el acuerdo de alto el fuego, Netanyahu dijo que una de las razones para aprobarlo era “reponer existencias” militares.
“No es ningún secreto que se produjeron grandes retrasos en las entregas de armas y municiones”, declaró el líder israelí. “Estos retrasos se resolverán pronto. Recibiremos suministros de armamento avanzado que mantendrán seguros a nuestros soldados y nos darán más fuerza de ataque para completar nuestra misión”, añadió.
Sin embargo, fuentes estadounidenses aseguraron al diario Financial Times que esta nueva venta de armamento esté vinculada con el acuerdo de alto el fuego. En abril el Gobierno de Biden amenazó con paralizar la asistencia militar a Israel si no mejoraba la situación humanitaria en Gaza en un plazo de 30 días. Una amenaza que no se materializó pese a que varias ONG denunciaron que Israel no había cumplido las condiciones estadounidenses.