Al cierre del juicio político de destitución que mantenía al país en vilo, luego de más de ocho horas de debate, el Congreso de la República de Perú, con mayoría de la oposición de derecha, rechazó la moción de vacancia presentada por la ultraderecha contra el presidente peruano por la causal de incapacidad moral permanente. Es la segunda moción de vacancia que sobrevive el político de izquierda Pedro Castillo desde que asumió el 28 de junio pasado, después de ganar por un ajustado balotaje a su rival la candidata de derecha Keiko Fujimori.
La moción de vacancia por presunta incapacidad moral permanente había sido promovida por Jorge Montoya (Renovación Popular, ultraderecha) -quien al conocerse el resultado declaró “No asumiremos esto como una derrota”- y contaba con las firmas de 50 legisladores de Renovación Popular (extrema derecha) Fuerza Popular (fujimorismo), Somos Perú, Avanza País (utraliberal), Podemos Perú y Alianza para el Progreso.
Con 55 votos a favor de la vacancia, 54 en contra y 19 abstenciones, la representación nacional desestimó en el Congreso la propuesta multipartidaria que perseguía la destitución del presidente Pedro Castillo al no alcanzar los 87 votos necesarios para su aprobación.
El debate en el Congreso tuvo momentos broncos, como cuando la legisladora fujimorista Vivian Olivos, en pleno recinto, levantó una pancarta que incitaba a derribar al presidente peruano, minutos después de que Castillo se dirigiera al pleno.
Castillo luciendo la banda presidencial acudió al Congreso, aunque no estaba obligado por ley, acompañado por su abogado José Félix Palomino y media docena de ministros, dos hechos que fueron resaltados como sin precedentes en debates similares como así también presencia de tres funcionarios de la Organización de Estados Americanos (OEA) para observar el debate, permitida más temprano por las autoridades del Congreso a pedido de la cancillería.
En la apertura de la sesión, Castillo presentó a lo largo de aproximadamente 10 minutos sus descargos ante “esa casa democrática… y dando la cara al país”. Sostuvo que la moción de vacancia en su contra no está sustentada en los hechos sino en “reportajes periodísticos tendenciosos” sin pruebas que acrediten los delitos que le inculpan “no contiene un solo elemento que la sustente”. Su propia persona, arguyó ha sido víctima de un “juicio mediático” que crecido hasta lograr la moción de destitución en su contra.
“La moción se ha hecho principalmente a base de reportajes periodísticos tendenciosos, contradictorias y sin corroboración. No hay ningún medio probatorio que acredite alguna irregularidad, ni en los hechos ni en el derecho. Esta moción es el mejor ejemplo de cómo el juicio mediático ha logrado que se admita una moción de vacancia”, dijo el primer mandatario de la Nación ante el Congreso, enfatizando su condición de maestro y luchador por la justicia social e institucional, los primeros ocho meses de su gestión de gobierno.
Castillo, quien reconoce la profunda crisis que atraviesa el país convocó al Congreso “votar por la democracia, por el Perú y en contra de la inestabilidad”, y apeló a la “fe y confianza” en el futuro de la patria. Pidió seguir “trabajando juntos” para dejar un mejor país que el que encontró. “En este recinto, repetiré lo que nuestros antepasados quechuas decían antes de emprender una gran tarea: ¡Huk umalla huk sunquilla y huk maquilla!, ¡Una sola fuerza, un solo corazón y una misma dirección! Señores congresistas, les pido: voten por la democracia, voten por el Perú, voten en contra de la inestabilidad”, subrayó.
Al término de la sesión, a las 11.00 de la noche en Lima (dos horas menos que en Buenos Aires), que se desarrolló en un contexto de tensión por incidentes dentro del hemiciclo como el despliegue de una pancarta con la frase “Vacancia ya” por Leslie Olivos (Fuerza Popular) y por la presencia de cientos de manifestantes oficialistas y opositores solo separados por un cordón policial en las inmediaciones del parlamento, la jefa del Congreso, María del Carmen Alva, declaró en vistas a la votación efectuada: “No ha sido aprobada la resolución de declarar la vacancia de la presidencia de la República”.
El resultado de la votación no fue sorpresivo, porque los medios peruanos habían anticipado que los opositores radicales no contaban con los votos necesarios para echar del poder al presidente.
La oposición acusaba a Castillo de falta de rumbo y permitir una presunta corrupción en su entorno. Además, le criticaron sus constantes crisis ministeriales que dieron lugar a la remoción de cuatro gabinetes en ocho meses, nunca visto antes en Perú.
En diciembre, el Congreso desestimó una medida similar - la quinta vacancia presidencial en cuatro años- que impulsó la oposición de Fuerza Popular, Avanza País y Renovación Popular que obtuvo 46 votos a favor, 76 en contra y 4 abstenciones. La moción en su contra afirmaba que Castillo “es una persona peligrosa para la democracia que, si no es vacado, afectará a todos los peruanos como lo viene haciendo con quienes viven en pobreza extrema”. Se sustentaba en 7 puntos, incluido el presunto “uso ilegal de fondos públicos” en la campaña 2021 de Perú Libre, partido que llevó a la presidencia a Castillo.
Después de conocerse la derrota de la moción, el presidente peruano escribió en Twiter: “Saludo que haya primado la sensatez, la responsabilidad y la democracia. Reconozco a los parlamentarios que votaron en contra de la vacancia, y respeto la decisión de quienes sí lo hicieron”. De haber contado la oposición con los dos tercios de los votos sobre las 130 bancas del Congreso unicameral, Pedro Castillo habría seguido un destino semejante al de dos de sus predecesores, el centrista Martín Vizcarra, destituido por el Congreso en noviembre de 2020, y el derechista Pedro Pablo Kuczynski, quien dimitió en marzo de 2018 cuando se hizo evidente que no sobreviviría a un segundo juicio político.
AGB con información de medios y agencias